Quién es Nicolás del Caño, la gran sorpresa de las PASO en Mendoza

Representó al Frente de Izquierda, arañó el 8% de los votos relegando a los históricos demócratas, al peronismo disidentes y a los radicales díscolos. Propone que los diputados de la Nación cobre igual que un maestro. Y dice que sus votos es consecuencia del descreimiento en los partidos tradicionales. Ahora va por la banca, para lo que debe duplicar los votos que sacó el domingo.
Trabaja como administrativo en una bodega, vende corbatas para hacerse de unos pesos extra y está terminando la carrera de Sociología en la Universidad Nacional de Cuyo. A la vez, es la estrella, después de Julio Cobos, de las PASO en Mendoza. Se trata de Nicolás del Caño, 33 años, ahora candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda, que nuclea a los partidos Obrero y Socialista de los Trabajadores.

Junto a sus compañera de lista, la joven y atractiva Soledad Sosa, se hicieron caras conocidas para los mendocinos gracias a los espacios publicitarios cedidos por la Dirección Nacional Electoral. Aprovecharon muy bien ese tiempo de aire, impensado hace poco para un partidos pequeño y sin recursos. Desde las radios y los canales locales, sintetizaban su pensamiento con una propuesta que caló hondo, más allá de alguna polémica por considerarla niveladora hacia abajo: proponen que los diputados nacionales cobre como un docente.

“Si llego al Congreso, de los 35.000 pesos que ganaré, voy a dejarme 5.000 y lo demás lo voy a donar, tengo que ser coherente con lo que hemos propuesto”, promete, e inmediatamente afirma: “Necesito 13% de los votos en octubre para lograr una banca”.

La cuenta que saca Del Caño es la misma que por estas horas realiza el peronismo. Si en octubre vuelve a perder por 18 puntos contra Cobos, el radicalismo se quedará con tres bancas y el oficialismo con dos, ocupando los cinco lugares. Si Del Caño mejora su marca, es una posibilidad que entre al Congreso, y deje empatados, en número de bancas, a Cobos y el Frente para la Victoria. En época de número finos, ese cálculo desvela a los dirigentes oficialistas y al propio Paco Pérez.

Del Caño sabe que su juego es diferenciarse, pegar, criticar, marcar verdades relativas respecto a los candidatos principales. Por ejemplo, de Cobos dice que “es más de lo mismo, no tiene ideas nuevas, sólo es oposición al kirchnerismo”. Asimismo, dice que Cristina ya “cumplió un ciclo”, y que el oficialismo caerá en el 2015.

En esa línea, atiende también al postulante de Hermes Binner en Mendoza, el ex radical Alberto Montbrum: “No es de izquierda; representa al FAP, que gobierna con el radicalismo y cuyo referente (por Binner) pidió votar por Capriles en Venezuela”.

El juego de Del Caño, a su vez y más allá de la elección para el Congreso, ha envalentonado a los partidos que representa. Dice que tienen claras chances varios dirigentes de poder ingresar, por primera vez, a algún concejo deliberante, pero también con suerte a la Legislatura provincial.

Al mismo tiempo, Del Caño dice que repetirá su candidatura a gobernador en el 2015, como hizo en el 2011, en su primera experiencia, aunque lejos de los resultados del domingo.

Propuestas

Entre el cúmulo de propuestas que se conocieron antes de las PASO, las Del Caño, como la de que los diputados cobren como un docentes, llamaron mucho la atención. Por ejemplo, también propuso legalizar el consumo de drogas para luchar contra el narcotráfico, eliminar el Impuesto a las Ganancias y el IVA en productos de la canasta básica, dice que la Asignación Universal es pobre, que no se lucha contra el trabajo en negro.

Para combatir la inflación propone “abrir” los libros de las cadenas de supermercados y controlar, ya que son grandes formadores de precios. Al mismo tiempo dice que eliminando o bajando el IVA bajarán los precios y los trabajadores “aumentarán su poder adquisitivo”.

Respecto al delito, dice que se combate con viviendas digna y trabajo registrado, y que hay que perseguir a los empresarios y funcionarios corruptos, “no al laburante que roba porque su salario no le alcanza”. Asimismo, para mejorar la distribución del ingreso iría por las grandes empresas, “ya que sólo gastan el 1% de sus ganancias en pagar impuestos”.