Furiosos por el paro de trenes, destrozaron la estación Constitución

Un grupo de jóvenes comenzó a arrojar piedras a la estación de trenes, donde no sale el servicio por el paro de los maquinistas. Rompieron los comercios y la policía respondió con gas hidrante. "Los incidentes fueron intencionales. Y el responsable es Maturano", respondió Randazzo.
No más de una decena de personas ocasionaron serios incidentes en la estación de trenes de Constitución, en reclamo por el paro del servicio de usuarios de trenes, en reclamo por el pago del aguinaldo. 

Los supuestos usuarios comenzaron a arrojar piedras contra la estación de trenes, los colectivos que pasaban por el lugar y los comercios de la calle Brasil.

Los manifestantes también lanzaron piedras contra un patrullero que se encontraba en el lugar. Rompieron los vallados recientemente inaugurados por el gobierno de la Ciudad y parte del edificio, remodelado por la Nación en los últimos años. También abrieron focos de incendio. 

“Nadie que quiere volver tranquilo a su casa lo hace con bidones de nafta los incidentes fueron intencionales. No tengan ninguna duda”, afirmó el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. 

“Responsabilizamos por lo ocurrido al gremio La Fraternidad y a su titular Omar Maturano. Mañana le vamos a presentar una denuncia penal”, anunció. 

Los incidentes comenzaron sin presencia policial y luego apareció la guardia de infantería de la Policía Federal, que comenzó a desactivar la protesta.

Munido con bastones, los efectivos detuvieron a varias personas, aunque aun no se había podido determinar el número de apresados. Además, carros hidrantes arrojaban agua para dispersar a los violentos.

El conflicto se ocasionó con el paro del gremio de La Franternidad, que agrupa a los maquinistas y dirige Omar Maturano, decretó hoy la huelga con el argumento de que no se había abonado en tiempo y forma el aguinaldo.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, informó en tanto que ese pago se realizaría mañana y sugirió que la medida de fuerza respondía, en cambio, a la decisión oficial de instalar cámaras dentro de las cabinas de los conductores de trenes para monitorear su desempeño en caso de eventualidades en las que se requiera evaluar su accionar.