El eje Zannini-Máximo barrió a Verbitsky del núcleo de poder

El periodista perdió con la caída de Nilda Garré su último alfil en el Gabinete. Sufre el aislamiento que le causó su enfrentamiento con el Papa, luego del giro de Cristina. Pero lo más grave fue su pelea con el viceministro de Justicia camporista, Julián Alvarez.
El periodista Horacio Verbitsky supo ser uno d ellos hombres más influyentes
de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Con diálogo directo con
ambos, ponía ministros y definía políticas de Estado. Sin mencionar,
su fuerte influencia en el Poder Judicial.

Las última decisiones que instrumentó Cristina Kirchner parecen haber
barrido en enorme medida con esa influencia.

Su caída en desgracia comenzó cuando Cristina decidió girar en el aire
y lejos de seguirlo en su guerra santa contra el Papa Francisco, acudió
a la cita en el vaticano toda sonrisas, con mate y termo incluido.

Este giro ideológico lo dejó muy mal parado y varios medios kirchneristas
que lo tenían como faro editorial dejaron de acompañarlo en su cruzada
contra Jorge Bergoglio. Hasta su propio diario, Página 12, protagonizó
uno d ellos papelones más importantes que se recuerden en la prensa argentina,
al pasar de vincularlo directamente con los crímenes de la Dictadura
a notas ensalzatorias, a tono con el giro presidencial.

Pero los últimos cambios de Gabinete lo golpean debajo de la línea de
flotación. Verbistky hizo de la seguridad y la justicia el corazón de su
poder, enarbolando una postura garantista que encarnó públicamente
como titular del CELS y el foro por la Seguridad Democrática.

En ese terreno de vigía ideológico de la política de seguridad del
kirchnerismo se cruzó feo con el viceministro de Seguridad, Sergio
Berni, uno de los grandes ganadores de hoy.

Pero también maltrató al camporista viceministro de Justicia, Julián
Alvarez, cuando este fue a defender la reforma judicial al Congreso.
Lo ridiculizó ante los medios y lo trató de ignorante.

Detrás de esa escena que desconcertó a propios y extraños se maceraba
una pelea de poder al mas alto nivel: La discusión de Verbistky no era
con el torpe viceministro, sino con sus tutores: Máximo Kirchner y
el influyente secretario Legal y Técnico, Carlos "Chino" Zannini.

Hoy estos protagonistas del nuevo eje de poder que está monopolizando
todas las decisiones del Gobierno, parecen haber entendido que llegó
la hora de la revancha.

Pero acaso haya sido un triunfo pírrico. Cuando sólo faltan dos años
para que Cristina deje el poder y el kirchnerismo empieza a soltar
señales de fin de ciclo, tal vez dieron a Verbistky la oportunidad
dorada de regresar al terreno de la crítica al poder, esa que olvidó
durante una década.