Los jubilados, un nuevo actor en la protesta
La marcha del 18A incorporó a cientos de personas de la tercera edad que se acercaron a la plaza incluso con bastones, andadores y sillas de ruedas. Protestaron principalmente por el 82% móvil. Varios testimonios aseguraron a LPO que no tienen miedo de marchar. "Tenemos miedo de que jóvenes como vos terminen como en los 70", aseguraron.
“Tengo 72 años, ya no le tengo miedo a nada”, dijo a LPO Amelia, una jubilada de Lanús que viajó hasta Plaza de Mayo para protestar en la marcha del 18A.
En el microcentro porteño pudieron verse cientos de personas de edad elevada que abandonaron la calidez de sus hogares para sumarse a una movilización que si bien fue convocada por las redes sociales, tuvo a los jubilados como el actor nuevo y sorpresivo.
Por las calles aledañas a la Plaza de Mayo y al Obelisco marcharon ancianos con bastón, andadores o sillas de ruedas, una postal que no se había visto en la movilización anterior, la del 8N.
Además de sumarse al repetido reclamo contra la inseguridad, los jubilados agregaron el pedido para que el Gobierno lleve el haber mínimo jubilatorio al 82% móvil.
¿No tienen miedo de marchar?, preguntó LPO a un grupo de tres jubiladas que habían venido desde Avellaneda.
"No tenemos miedo de venir a la plaza y vamos a seguir viniendo: tenemos miedo de que jóvenes como vos terminen como en los 70", explicó una de ellas.
No le creían a LPO que no era de La Cámpora, pese a que tuvo que exhibir el carnet de periodista. “Si no sos de La Cámpora le agradezco a Dios”, dijo una de ellas.
"Miedo tuvieron mis vecinas que no quisieron venir, pero yo les dije que protestando desde la casa no vamos a conseguir nada”, agregó su amiga.
"Estos no son ladrones, son terroristas. A los terroristas se los mata con sangre, pero nosotros no queremos eso", concluyó la tercera.
En el microcentro porteño pudieron verse cientos de personas de edad elevada que abandonaron la calidez de sus hogares para sumarse a una movilización que si bien fue convocada por las redes sociales, tuvo a los jubilados como el actor nuevo y sorpresivo.
Por las calles aledañas a la Plaza de Mayo y al Obelisco marcharon ancianos con bastón, andadores o sillas de ruedas, una postal que no se había visto en la movilización anterior, la del 8N.
Además de sumarse al repetido reclamo contra la inseguridad, los jubilados agregaron el pedido para que el Gobierno lleve el haber mínimo jubilatorio al 82% móvil.
¿No tienen miedo de marchar?, preguntó LPO a un grupo de tres jubiladas que habían venido desde Avellaneda.
"No tenemos miedo de venir a la plaza y vamos a seguir viniendo: tenemos miedo de que jóvenes como vos terminen como en los 70", explicó una de ellas.
No le creían a LPO que no era de La Cámpora, pese a que tuvo que exhibir el carnet de periodista. “Si no sos de La Cámpora le agradezco a Dios”, dijo una de ellas.
"Miedo tuvieron mis vecinas que no quisieron venir, pero yo les dije que protestando desde la casa no vamos a conseguir nada”, agregó su amiga.
"Estos no son ladrones, son terroristas. A los terroristas se los mata con sangre, pero nosotros no queremos eso", concluyó la tercera.