Unidos y Organizados define en una cumbre si sigue con vida en 2013

El espacio que aglutina a las agrupaciones kirchneristas, con La Cámpora a la cabeza, suspendió su cronograma de actos tras el cacerolazo del 8 de noviembre y ya no volvió a mostrar su merchandaise. Gobernadores e intendentes le hicieron saber que no apoyarán ninguna aventura que no los incluya y exigieron volver al peronismo.
Unidos y Organizados ya no asusta a nadie. Tras actos masivos en La Pampa, Jujuy, Córdoba y una fuerte presión a todas las agrupaciones para que se sumaran, lo que iba a ser el espacio que aglomere a todos los sectores kirchneristas termina el año convertido en la nada misma.

Para poder asomar la cabeza en 2013, el viernes el diputado Eduardo “Wado” De Pedro, referente de La Cámpora y de diálogo frecuente con Cristina Kirchner, reunirá a su tropa en la voluptuosa oficina del tercer piso de la Cámara de Diputados, aquella que usó Patricia Vaca Narvaja, se reformó para Néstor Kirchner y se amplió para los jóvenes K.

Después del cacerolazo del 8 de noviembre las remeras azules de UyO dejaron de aparecer y se bajaron los actos programados para el resto de 2012. El más esperado era en el estadio único de La Plata, donde iban a amedrentar una vez más al intendente Pablo Bruera, de oscilante relación con la Casa Rosada.

“Los tiempos cambiaron, ahora no se les pueden plantar a cualquiera y no les va a quedar otra que mezclarse en el peronismo”, interpretó a LPO un militante K que acompañó el origen de UyO.

Pensado en aquel acto del 27 de abril, cuando agrupaciones K de todo color reventaron el estadio de Vélez, Unidos y Organizados comenzó sus andanzas en agosto, durante una reunión en Diputados comandada por De Pedro.

Además de La Cámpora, se sumaron el Movimiento Evita, Kolina, Miles (de Luis D’Elía) y agrupaciones menores.

Fiel a su estilo se mostraron en terrenos hostiles, comenzó con actos en La Pampa, Córdoba y Jujuy. En todos Larroque fue uno de los oradores y lanzó definiciones fuertes.

En La Pampa, con el gobernador Oscar Jorge al lado, dijo que la única conductora era Cristina "y el resto eran militantes". En Jujuy le pidió a Milagro Sala que sea candidata, aun cuando está enfrentada al gobernador Eduardo Fellner. 

Y multiplicaron los desembarcos directos para intimidar a intendentes y gobernadores a inmiscuirse en un armado global digitado por la Casa Rosada. Ninguno aceptó y menos después del 8N.

El celo de los camporistas volvió a ser el principal problema. “Avisaban a último momento de los actos para que todos se movilicen. Si quieren hacer la interna del peronismo en todos los distritos saben que se quedarán solos”, interpretó el referente de una de las agrupaciones.

En una reunión de UyO, un militante del conurbano dejó claro un mensaje. “Si queremos avanzar no va a ser con los intendentes sino contra ellos”, aclaró, por si alguien tenía alguna duda.

Hacer eso en una elección legislativa tiene sus riesgos, como supo Néstor Kirchner en 2009: los intendentes dividen la elección local y obligan al Gobierno a buscarle los votos a su candidato.

De Pedro pareció entenderlo. Se puso al hombro la renovación de la autoridades del PJ bonaerense y participó de todas las reuniones para coordinar el traspaso de autoridades para marzo.

La vuelta al peronismo fue planteada por el propio Máximo Kirchner, tras el acto de Gestar en Santiago del Estero a pocos días del cacerolazo. 

Ese día hubo ocho gobernadores, entre ellos Fellner, quien, como relató LPO, contó una anécdota sobre Kirchner recién asumido de presidente que conmovió a su hijo. Ordenó que se repita.