¿Cuánto influyeron los piquetes en el impacto del paro?

La CGT y la CTA disidentes afectaron algunos sectores sensibles como colegios y bancos. Pero los 160 piquetes impidieron que trabajadores fueran a sus empresas y para sectores oficialistas ese fue el verdadero golpe de la jornada. Los sindicatos aseguran que los que pararon lo hicieron por su cuenta.
Los cortes de ruta se convirtieron en una de las postales del paro que la CGT y la CTA opositoras le hicieron al Gobierno nacional, el reclamo de la suba del mínimo no imponible, la universalización de las asignaciones familiares, la devolución del dinero de las obras sociales y el fin del trabajo en negro, entre otras cosas.

La medida fue llevada a cabo por los gremios de  las centrales que lideran Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, pero no fue acompañado por la mayoría de los grandes gremios del país -construcción, mecánicos, matalúrgicos, comercio- y la mayoría del transporte público, pieza clave para inmovilizar la actividad económica.

Pero lo que el transporte permitía los piquetes lo impedían, con cortes en todos los accesos a la Capital Federal y las principales rutas del interior del país, donde se hicieron sentir los camioneros.

En algunos accesos hubo enfrentamientos entre colectiveros y manifestantes, como en la salida de autopista Buenos Aires La Plata, donde un chofer de la Línea Plaza se tomó a golpes en un piquete que le impedía el paso.

Lo cierto es que ingresar a Capital por los accesos habituales fue imposible hasta después del mediodía y eso era sabido desde ayer. En ese punto la estrategia de Moyano y sobre todo de Miceli de reemplazar la falta de adhesión del transporte público por los piquetes fue exitosa y logró desalentar a muchos de los trabajadores del Conurbano de ingresar a la Capital.

De hecho, en el gobierno porteño afirmaron a LPO que entraron a la Ciudad apenas un 20 por ciento d ela gente que suele hacerlo en un día laboral normal.

Las posiciones

“El paro fue un éxito porque habiendo medios para trasladarse, los trabajadores optaron por quedarse en sus casas. Eso era visible a las 6 de mañana, cuando estamos acostumbrados a ver esperas de colectivos en las arterias del conurbano y no se veía. El volumen de micros era mínimo y estaban vacíos porque la gente no iba”, sostuvo ante LPO Miguel Díaz, secretario General de la Unión de Docentes Bonaerenses (Udocba) y secretario de Educación de la CGT de Moyano.

Díaz aseguró que las escuelas pararon casi en su totalidad en Buenos Aires, Córdoba, Neuquén y San Luis. “Y lo hicieron aunque había presión de los gobiernos provinciales y de Ctera, que hacían listas con los que se adherían”.

El paro afectó los bancos, las estaciones de servicio, bares y restaurantes, aunque en estos últimos hubo denuncias de presiones del gremio de Barrionuevo y además gran cantidad de stablecimientos gastronómicos -incluso en el centro- abrieron sus puertas.

En los comercios el efecto también fue dispar, aunque el paro se sintió, lo que para Gerónimo “Momo” Venegas recordó a los paros contra la Dictadura, cuando los comerciantes bajaban la persiana aunque las conducciones gremiales no avalaran la protesta.

El silencio de las calles del centro porteño que asemejaron a Buenos Aires a un sábado por la mañana, fueron para Moyano y los otros sindicalistas opositores la mejor prueba del éxito de la medida.

Esta visión no fue avalada por los sindicalistas que integran la CGT oficial que lidera Antonio Caló, donde coincidían en que el parate casi total de Capital Federal se debió a que muchos empleados ni intentaron llegar a sus empresas por temor a quedar atrapados en un piquete.

“Si no hubiera habido piquetes, este paro habría sido un fracaso. Está mal recurrir a piquetes y a cortes para impedir que la gente pueda ir a trabajar. Siempre los paros fueron sin obligar a nadie", remarcó Oscar Lescano, titular de Luz y Fuerza.

La modalidad de cortes de ruta fue impuesta por Pablo Micheli porque, en realidad, es habitual de las movilizaciones de los trabajadores del Estado, sólo que lo inusual fue que esta vez se conjugó con una de las CGT.

“En la CTA siempre nos expresamos públicamente con cortes. Porque si paramos un hospital no podemos echar a los enfermos: tenemos que poner guardias mínimas. El piquete es la respuesta a una falta de respuesta de los gobiernos”, definió a LPO Julio Fuentes, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). 

“Nunca los piquetes hacen un paro nacional. Se cortaron las principales arterias pero había caminos alternativos. La gente paró, porque cuando la gente no quiere parar, no para. Nosotros paramos en 780 municipalidades sobre un total de 2000”, agregó.

Pedro Wasiejko, secretario general del gremio de neumático y adjunto de la CTA oficial, agregó a LPO: “El paro no sorprendió porque lo llevaron a cabo los sindicatos que lo habían convocado. Los cortes influyeron pero aún así las industrias funcionaron con normalidad”.

En el moyanismo apuntaron a los medios kirchneristas por la difusión que tuvieron los piquetes, no habituales en protestas cegetistas. “Yo iba a las marchas de Ubaldini y los medios cubrían una escuela o un hospital. Hoy sólo fueron a las rutas”, se quejó Díaz.

Es que las rutas, de alguna manera, fueron un foco de conflicto y explicaron algo del freno que tuvo hoy la actividad económica, cuyo alcance será difícil de descifrar.