Subte: La jugada solitaria de Ocampo complicó su candidatura a fiscal general

El legislador Martín Ocampo trabajó en secreto el proyecto de ley para instrumentar el traspaso de Subte. Dejó en ridículo al vice de la Legislatura Cristina Ritondo y al resto de su bancada. Ahora entró en zona de riesgo su postulación a Fiscal General para reemplazar a Germán Garavano.
Martín Ocampo es por estas horas el hombre mas insultado en la primera línea del PRO. ES que este joven y correcto legislador acaso pecó de buen alumno y mantuvo bajo estricta reserva el proyecto de traspaso de Subte que venía elaborando en línea directa con el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta.

El intempestivo anuncio de Mauricio Macri de ayer, anunciando que finalmente aceptará administrar el Subte porteño –una decisión que se caía de maduro-, lo dejó muy expuesto. Es que justo cuando los portales advertían sobre el inminente anuncio, el vice de la Legislatura, Cristian Ritondo y todo el bloque el Pro estaban reunidos con los metrodelegados analizando la situación del Subte.

En el Salón Eva Perón de la Legislatura Ritondo y el jefe de bloque Fernando de Andreis, recibían al secretario General de los Metrodelegados, Roberto Painelli, junto a los legisladores Karina Spalla, Alejandro García, Bruno Screnzi, Jorge Garayalde, Enzo Pagani y el propio Ocampo, que mantuvo en todo el encuentro su mejor cara de Póker.

Para peor, terminada la reunión y mientras desde la Legislatura se giraban las gacetillas del encuentro -que sólo contenía generalidades- en los medios estallaba el anuncio del traspaso. Ocampo no tuvo la delicadeza de informarle a sus compañeros de bloque ni a sus autoridades –Ritondo y De Andreis-, sobre la inminencia del anuncio en la que estaba trabajando en secreto.

“Lo quieren matar y mas temprano que tarde se la van a cobrar, los hizo quedar a todos en ridículo”, bramaban en la Legislatura. Pero el enojo con Ocampo cruzaba la Avenida de Mayo y alcanzaba importantes despachos de Bolívar 1. Es que en el proyecto que el trabajó en secreto debe incluirse el mecanismo para financiar los cerca de 1.000 millones que le costará a la Ciudad operar el Subte.

Y en esta tarea no consultó a los primeros interesados, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, ni al titular del Sbase, Juan Pablo Piccardo. A quienes, ayer Macri ordenó meterse de cabeza en el tema.

Ayer por la noche, una vez realizado el anuncio. La mesa del bloque de legisladores del PRO citó de urgencia a Ocampo para que les explicaran en persona su aceitoso comportamiento que los dejó tan expuestos.

“Estaba pálido y sólo atinó a decir que no sabía que lo iban a anunciar tan rápido”, comentó a LPO un legislador, que reconoció que Ocampo “es un buen pibe”, pero acaso no tuvo la experiencia política para manejar un rol tan delicado sin dejar heridos de gravedad.

Una candidatura en peligro

El traspaso acaso afecte a Ocampo de manera estratégica. Es que su nombre es fervorosamente empujado por el presidente de Boca, Daniel “El Tano” Angelici, para reemplazar como Fiscal General de la Ciudad a Germán Garavano.

Angelici es el Ministro de Justicia en las sombras de Mauricio Macri y viene ocupando los principales casilleros de ese poder, en desmedro de José Torelllo, el otro hombre del jefe de Gobierno para estos menesteres.

Garavano que inicialmente se había alineado con la política judicial del PRO, luego adquirió aspiraciones de autonomía que ponen en riesgo su permanencia en el cargo, que deberá renovar el año.

Proveniente de la Fundación Unidos por la Justicia, cercana en su momento a Francisco de Narváez, Garavano ha sido muy cuestionado por los costosos viajes que realiza por el mundo y por la realización de un congreso de fiscales que demandó la friolera de 17 millones de pesos e incluyó por ejemplo, el gasto de 25 mil pesos en la compra de “maletines” de regalo para los asistentes.

Entre otras desprolijidades también se lo acusa de haber desbordado la planta de personal de la Fiscalía con más de 500 nombramientos, además de financiar “giras” a Corea del Sur, Londres y Washington. Pero acaso la acusación más delicada sea la que revela que su Fundación recibió un subsidio de 450 mil pesos del propio gobierno porteño.

Como sea, enfrentado con el kirchnerismo, con buena parte del Poder Judicial porteño y con el “Tano” Angelici, sus chances de continuar en el cargo son complicadas.

Es ahí donde Angelici avanzó con el nombre de Ocampo, apelando a una de esas “compensaciones” internas que suele realizar el macrismo. Es que Angelici viene de perder el puesto de Procurador General de la Ciudad Ramiro Monner Sanz, que fue forzado a renunciar. Su lugar lo ocupó un hombre de Torello, el actual procurador José Conte Grand. Por eso Angelici se cree con derecho a ocupar el lugar que dejaría vacante Garavano.

El problema es que para llegar a ese poderoso cargo, Ocampo necesita del voto de los legisladores, esos a los que acaba de dejar más cerca de la venganza que del acuerdo.