Reelección
Diputados opositores también pusieron freno a la re reelección de Cristina
Juntaron 107 firmas, suficientes para bloquear una reforma constitucional al menos hasta diciembre del año próximo. El kirchnerismo debería hacer una elección similar a la de 2011 para revertir el escenario. Elisa Carrió y Claudio Lozano no firmaron.
Los diputados de la oposición también le pusieron un cepo a la posibilidad de la re reelección de Cristina al menos hasta diciembre de 2013, cuando se renovarán la mitad de la bancas.
Reunieron 107 firmas en rechazo a un cambio de la Constitución que contemple un nuevo mandato de la presidenta, más que las necesarias para que le Gobierno no reúna los 172 votos necesarios para tener los dos tercios del recinto, obligatorios para iniciar el proceso. El recinto tiene 267 bancas.
El documento contó con la firma de la UCR, el Frente Amplio Progresista, Proyecto Sur, PRO, Peronismo Federal y la Coalición Cívica, aunque no de suya ex líder Elisa Carrió, quien lo consideró “redundante”. Sólo la acompañó la chaqueña Alicia Terada.
Tampoco se adhirió Claudio Lozano junto a los otros cuatro diputados de Unión Popular, unas de las fuerzas que integra el FAP. El economista explicó que si bien no coincide con una reelección presidencial sí lo hace con otros cambios a la Carta Magna.
La movida replicó la que la semana pasada realizaron 28 senadores, quienes también anticiparon que nadie podrá inducirlos a un apoyo a la re re de Cristina.
Los diputados le aportaron color a la presentación que hicieron en la Cámara baja y exhibieron remeras con la frase “No a la reforma”.
“Vamos a defender la Constitución hasta las últimas consecuencias y no vamos a avalar ningún proyecto que pretenda cambiarla. No vamos a permitir que instalen en Argentina el modelo de Chávez”, afirmó Federico Pinedo, del PRO, golpeado por haberle dado quórum al kirchnerismo en la última sesión.
Otras figuras presentes fueron Ricardo Gil Lavedra y Mario Negri (UCR); Juan Carlos Zabalza y Roy Cortina (Socialismo); Enrique Thomas y Francisco De Narváez (Peronsimo Federal), entre otros. De la Sota no se quedó ausente y envió a los suyos: Franciso Fortuna y Estela Garnero.
También hubo lugar para los monobloques como Patricia Bullrich (Unión por Todos), Carlos Favario (Demócrata Progresista), Liliana Fadul (Federal Fueguino), Graciela Ocaña (Udeso), Eduardo Ibarra (Unión por San Juan) y Ramona Pucheta (MIJD), Victoria Donda (Libres del Sur, aunque integra el FAP) Y la ex ARI Marcela Rodríguez (Democracia Igualitaria y Participativa).
Por la Coalición Cívica estuvieron Alfonso Prat Gay, Hilma Re, Horacio Piemonte y Carlos Comi, ya sin diálogo con Carrió y Terada.
Para llegar a los dos tercios el año próximo el kirchnerismo debería repetir la elección del año pasado en cada una de las provincias. El Frente para la Victoria-PJ reúne hoy 116 diputados propios, 78 de ellos con mandato hasta 2015. Pero alcanza 137 voluntades fijas con sus aliados, 10 de ellos también arribados el año pasado.
Con 88 diputados seguros en sus bancas en el resto del mandato de Cristina, al kirchnerismo le harán falta 84 más para tener 172 votos necesarios para alcanzar los dos tercios que requiere una reforma constitucional.
Las matemáticas indican que pegados a la cara de la presidenta, las listas oficialistas consiguieron el año pasado 86 bancas. Es decir que si el oficialismo repitiera esa elección en las legislativas, quedaría con 174 diputados, dos más de los necesarios para declarar la reforma constitucional.
Reunieron 107 firmas en rechazo a un cambio de la Constitución que contemple un nuevo mandato de la presidenta, más que las necesarias para que le Gobierno no reúna los 172 votos necesarios para tener los dos tercios del recinto, obligatorios para iniciar el proceso. El recinto tiene 267 bancas.
El documento contó con la firma de la UCR, el Frente Amplio Progresista, Proyecto Sur, PRO, Peronismo Federal y la Coalición Cívica, aunque no de suya ex líder Elisa Carrió, quien lo consideró “redundante”. Sólo la acompañó la chaqueña Alicia Terada.
Tampoco se adhirió Claudio Lozano junto a los otros cuatro diputados de Unión Popular, unas de las fuerzas que integra el FAP. El economista explicó que si bien no coincide con una reelección presidencial sí lo hace con otros cambios a la Carta Magna.
La movida replicó la que la semana pasada realizaron 28 senadores, quienes también anticiparon que nadie podrá inducirlos a un apoyo a la re re de Cristina.
Los diputados le aportaron color a la presentación que hicieron en la Cámara baja y exhibieron remeras con la frase “No a la reforma”.
“Vamos a defender la Constitución hasta las últimas consecuencias y no vamos a avalar ningún proyecto que pretenda cambiarla. No vamos a permitir que instalen en Argentina el modelo de Chávez”, afirmó Federico Pinedo, del PRO, golpeado por haberle dado quórum al kirchnerismo en la última sesión.
Otras figuras presentes fueron Ricardo Gil Lavedra y Mario Negri (UCR); Juan Carlos Zabalza y Roy Cortina (Socialismo); Enrique Thomas y Francisco De Narváez (Peronsimo Federal), entre otros. De la Sota no se quedó ausente y envió a los suyos: Franciso Fortuna y Estela Garnero.
También hubo lugar para los monobloques como Patricia Bullrich (Unión por Todos), Carlos Favario (Demócrata Progresista), Liliana Fadul (Federal Fueguino), Graciela Ocaña (Udeso), Eduardo Ibarra (Unión por San Juan) y Ramona Pucheta (MIJD), Victoria Donda (Libres del Sur, aunque integra el FAP) Y la ex ARI Marcela Rodríguez (Democracia Igualitaria y Participativa).
Por la Coalición Cívica estuvieron Alfonso Prat Gay, Hilma Re, Horacio Piemonte y Carlos Comi, ya sin diálogo con Carrió y Terada.
Para llegar a los dos tercios el año próximo el kirchnerismo debería repetir la elección del año pasado en cada una de las provincias. El Frente para la Victoria-PJ reúne hoy 116 diputados propios, 78 de ellos con mandato hasta 2015. Pero alcanza 137 voluntades fijas con sus aliados, 10 de ellos también arribados el año pasado.
Con 88 diputados seguros en sus bancas en el resto del mandato de Cristina, al kirchnerismo le harán falta 84 más para tener 172 votos necesarios para alcanzar los dos tercios que requiere una reforma constitucional.
Las matemáticas indican que pegados a la cara de la presidenta, las listas oficialistas consiguieron el año pasado 86 bancas. Es decir que si el oficialismo repitiera esa elección en las legislativas, quedaría con 174 diputados, dos más de los necesarios para declarar la reforma constitucional.