Ahora Cristina analiza sacar a Mariotto de la gobernación y mandarlo de diputado

Molesta por una serie de errores del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, que se reflejan en el crecimiento en las encuestas de Daniel Scioli y la caída del kirchnerismo, la Presidenta evalúa incluirlo en la lista de diputados nacionales y correrlo del Ejecutivo. De avanzar con esta idea, la presidencia del Senado quedaría en manos de Cristina Fioramonti.
La sucesión de errores del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto habrían alimentado la idea de Cristina Kirchner de incluirlo en la lista de diputados nacionales, un modo de correrlo del Ejecutivo provincial. Es que desde la Casa Rosada observaron en más de una oportunidad como la torpeza de algunos de sus movimientos hizo crecer en las encuestas la imagen de Daniel Scioli, en detrimento de la del kirchnerismo. El objetivo era otro.

El movimiento de piezas, que dejaría vacante la vicegobernación, desempolvaría una herramienta institucional que que ya fue utilizada en más de una oportunidad: lo hizo, por ejemplo, Carlos Menem con Eduardo Duhalde, que dejó la vicepresidencia para pelear en la Provincia, y tuvo que reemplazarlo como cabeza del Senado con su hermano Eduardo.

El Senado bonaerense también debería buscar un nuevo presidente de la Cámara. Esa decisión se consensuaría en una reunión de todo el cuerpo, pero con la propuesta del oficialismo. No es, por cierto, la primera baja entre las autoridades del Senado: el cargo de vice 1ro que ocupaba Sergio Berni continúa vacante tras su designación en la Secretaría de Seguridad.

En las últimas semanas se mencionó el nombre de Cristina Fioramonti, titular del bloque oficialista y esposa de Carlos Kunkel. Así los confirmaron a La Política Online altas fuentes de la Provincia.

De confirmarse el movimiento, quedaría a la luz un nuevo desacierto en la elección de vice por parte del kirchnerismo, que tiene una larga historia en esa materia. No funcionó con Cobos, tampoco con Boudou. En la Provincia hasta Ottavis le generó más de un dolor de cabeza a la Presidenta.

La principal "imputación" que se le hace Mariotto es su autonomía a la hora de tomar, con torpeza, decisiones trascendentales en la siempre vigente tensión con Scioli. No consultó con la Rosada durante las negociaciones que llevó adelante en medio del proyecto de reforma impositiva en la Provincia.

En medio de esa pelea, que incluyó chacareros bonaerenses copando las inmediaciones de la Legislaturam y enfrentamiento con militantes de La Cámpora, Mariotto llegó a decir en un programa de televisión que antes de su llegada en el Senado las leyes se acordaban con “una valija”.

Cristina Kirchner recibió el enojo de la mujer de Alberto Balestrini, quien lo tomó como una acusación grave sobre alguien que no se puede defender. El ex titular del Comfer generaba un manto de dudas sobre todos los acuerdos previos a su llegada. La Presidenta también enfureció.

El malestar con Mariotto se fue haciendo evidente, sobre todo en torno a su núcleo de construcción de poder: la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA, ex Comfer). Cristina corrió a la mayoría de sus funcionarios y le entregó ese organismo a Martín Sabbatella, un dirigente que compite en la misma franja de electorado.

Durante el acto de conmemoración del tercer aniversario de la aprobación de la Ley de Medios, en donde el aporte de Mariotto fue considerable, la Presidenta ni siquiera lo mencionó.