Macri resiste la presión del gabinete para aceptar el subte

El gobierno de la Ciudad se prepara para recibir la red por parte de Nación y ya analiza alternativas para sostener el traspaso. Pero el jefe de gobierno es quien tiene la postura más dura, pese a la insistencia de Larreta, Marcos Peña y Piccardo. Cómo piensa el PRO hacer frente al recorte de los subsidios.
El gobierno porteño se prepara para recibir finalmente la red de subterráneos de parte del Gobierno nacional pese a la propia resistencia de Mauricio Macri.

Tanto el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que en un acto de los últimos días dijo que en los próximos tres gobiernos la Ciudad va a tener que hacer muchas obras en el subte, como el secretario general de Gobierno, Marcos Peña, están a favor de que Macri se haga cargo de la red.

Pese a que antes se mostraba reticente, ahora Peña sostiene que aceptando el traspaso Macri podría demostrar capacidad de gestión y sumar puntos para la campaña presidencial de 2015.

En tanto que el traspaso también cuenta con el visto bueno del titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) Juan Pablo Piccardo, que en definitiva sería el hombre a cargo de las seis líneas del subte.

Pero la postura de su gabinete no significa que Macri haya tomado la decisión de aceptar el traspaso de la red. Muy por el contrario, el líder del PRO es quien tiene la postura menos flexible para ceder ante el Gobierno nacional.

Tal es el grado de dureza de la posición de Macri, que hasta estuvo cerca de echar a su ministro de Gobierno, Emilio Monzó, que fue quien lo convenció de que firmara el acta de traspaso del 3 de enero.

Contingencia

Pese a su resistencia, la realidad indica que el próximo 3 de enero, cuando se cumpla un año de la firma del acta que el jefe de gobierno acordó con Julio De Vido para traspasar el subte, el Gobierno nacional dejará de depositar los 30 millones de pesos mensuales que le da a la concesionaria Metrovías en concepto de subsidio para la operación de la red de subtes.

Es por eso que Macri le pidió a Piccardo y al secretario de Transporte, Guillermo Dietrich, que preparen un plan de contingencia que estipule todos los caminos que llevarían a la Ciudad a tener que hacerse cargo de la red, incluso a través de una resolución de la Justicia.

Según publicó hoy El Cronista, las alternativas que maneja el gobierno porteño van desde un nuevo aumento en el costo de la tarifa (que podría llegar hasta $ 5,50), así como también subas en los peajes que cobra la firma estatal Autopistas Urbanas y en el impuesto sobre patente automotor.

La nota de El Cronista armó revuelo dentro del gabinete, por lo que la orden que se dio a todos los voceros y funcionarios fue la de desmentir lo vertido en la nota.

Pero como pudo saber LPO, las versiones eran correctas, con una salvedad: tanto para tomar esas medidas como para hacer efectivo el traspaso, el Ejecutivo que comanda Macri necesitaría la autorización de la Legislatura porteña.