Ramonet: “Chávez representa la victoria intelectual del progresismo latinoamericano"

El intelectual español acompañó a Hugo Chávez en su reelección y reivindicó su gobierno. "Los países que tuvieron un programa de progreso social no fueron sacados por el voto", afirmó en una entrevista con LPO en Caracas. Sus criticas al chavismo y la idea de la inflación como un "problema" de los países que crecen rápido. 
Ignacio Ramonet fue una de las figuras de este fin de semana en Venezuela, donde estuvo para apoyar a Hugo Chávez y celebrar su victoria y la de un proyecto “que trata a las personas como seres humanos y no como si fueran herramientas”.

El intelectual acompañó a Chávez a votar y lo reivindicó ante quien se le puso en frente. “Basta con levantar la vista en Caracas: uno de los países más ricos del mundo y 70% de la gente vivía miserablemente sin agua corriente ni electricidad, sin vivienda digna”, le dijo a LPO desde el 17 piso del Hotel Sol Meliá y señalando las montañas que rodean Caracas.

-Esta fue una elección muy seguida por toda la región ¿Qué significa para el continente el triunfo de Chávez?

-La victoria de Chávez garantiza que el proceso de reforma que se está llevando a cabo aquí en este país se va a prorrogar. No hay que leerla solo como una victoria de Chávez, sino como la victoria de un programa, la victoria de un proyecto.

Lo que la mayoría de los ciudadanos ha aprobado ayer, una vez más, es el proyecto que se está llevando a cabo, que podríamos definir como de una sociedad más justa, de una sociedad menos desigual, en la que el Estado participa del desarrollo en el sector de la economía y en todos los aspectos de lo que llamamos al Estado de bienestar.

-¿Cual es la singularidad de este modelo en el mundo de hoy?

- Se trata de un modelo que es muy distinto al modelo que domina en el mundo, que es el modelo neoliberal y que está llegando a una situación de agotamiento en partícula en la unión europea.

El pueblo soberanamente, democráticamente, una vez más ha reiterado, confirmado este proyecto, lo cual indica en definitiva que los procesos semejantes que se están llevando a cabo en América Latina no han sido desmentidos aquí.

-¿Vé en esto una proyección regional?

- Ocurrirá lo mismo en Ecuador en febrero próximo, cuando haya la elección presidencial. Evidentemente la victoria de la revolución bolivariana de ayer es indicadora de que también puede haber una victoria en Ecuador y así sucesivamente.

Por otra parte hoy vemos que estos procesos cuando llegan al poder y cuando las políticas sociales se desarrollan encuentran una acogida popular que hasta el momento no ha sido desmentida. Ningún país donde un programa de progreso social haya sido defendido por un equipo político, hasta ahora ha sido derrotado democráticamente.

Hemos visto además que estos programas han sido llevados por líderes como el uruguayo Tabaré Vázquez y en Brasil por Lula da Silva. Fueron relevados por José Mujica y Dilma Rousseff, pero el pueblo ha seguido apoyando el proyecto.

-¿O sea que cree que es imposible ganarle en las elecciones a estos proyectos?

-Estos proyectos en ningún caso han sido rechazados democráticamente. Los únicos ejemplos de involución que tenemos son los casos donde ha habido una intervención no democrática. El caso de Honduras que no era un proceso semejante y sobre todo el caso de Paraguay.

Hay un consenso en América Latina para que este tipo de proyecto tenga una acogida importante y esto es muy interesante destacarlo. En la elección de ayer estaba en juego el proyecto de Chávez y la revolución bolivariana, pero por otra parte el candidato de la oposición que ha tendido un resultado muy honorable no hay presentado un modelo radicalmente hostil, que es probablemente el que quiera en su espíritu.

Sin embargo, Capriles ha presentado un modelo que él mismo ha definido como de centroizquierda. El mismo ha definido que las grandes realizaciones y logros de la revolución los continuaría. Ha definido a Lula como su modelo político y no a uno de derecha.

Quiero decir que hay como una victoria intelectual del modelo progresista latinoamericano en la medida en que hoy las oposiciones que mejor resultado obtienen son aquellas que no se definen como hostiles al modelo de desarrollo progresista, sino que se defienden también como progresista pero con una promesa de mayor eficacia o con una promesa de mayor eficiencia.

La oposición a Chávez

-Pero en Venezuela sin embargo se vio una hostilidad muy grande de un sector hacia Chávez. Algo que pasó en Argentina, donde la presidenta ganó con el 54% y a los meses ya sufría cacerolazos. ¿Tiene que ver con el liderazgo que ejercen?

-No cabe duda que una parte de la oposición en Venezuela es una oposición muy vindicativa que además lleva 14 años con este odio contra un modelo que detesta, no cabe duda que ese sentimiento que usted ha podido constatar en Venezuela existe.

Pero hay que distinguir ese sentimiento que existe en quizá un 30% del electorado, del conjunto de los electores que ha obtenido Capriles, que ha obtenido el 44% de los votos.

Quiero decir que indiscutiblemente el discurso del candidato de la oposición no ha tenido estas características que usted define, ha sido un discurso muy moderado muy reconciliador muy respetuoso con los valores de la revolución bolivariana lo que él llama los logros de la revolución. Esgrimió un discurso muy social que proyecta para los pobres, es decir que promete que va a hacer más aún que la revolución bolivariana.

Porque la estrategia del candidato partía de que las personas que usted mencionó inevitablemente votarían por él, porque votan por todo lo que no sea Chávez. Entonces no valía la pena siquiera tener un discurso hacia esas personas y se enfocó en una franja del electorado que siendo chavista está descontenta de tal o cual funcionamiento en los programas de desarrollo social que implementa el gobierno. 

-Usted insiste en señalar que Chávez acaso perdió votos por la aparente ineficiencia en la aplicación de sus programas sociales

-De estos 6 millones de personas que votaron a Capriles habrá 3 millones que odian a Chávez. Los otros son personas que han encontrado en la mirada del candidato opositor, una manera de protestar ante la ineficiencia de tal o cual programa. 

-¿Y cuales serían las motivaciones de ese otro sector que se opone de manera radical a Chávez?

-Existe desde hace mucho tiempo una minoría, que rechaza radicalmente este modelo. Porque esa minoría vivió como un paraíso sobre este país, nutriéndose exclusivamente de las riquezas, mientras más del 70% de personas que vivían en la pobreza. 

Es como la minoría blanca de África del sur que durante mucho tiempo no quisieron reconocer nunca el apartheid. Aún viven en un mundo de nostalgia. 
Como pudieron vivir los propietarios de tierras del sur de Estado Unidos cuando perdieron sus esclavos. O los colonos de Argelia francesa cuando perdieron Argelia.

De eso se trata: nunca se consolarán de haber perdido ese paraíso porque era un paraíso para ellos. Viviendo en uno de los países con más riquezas del mundo siendo una pequeña minoría de 2 o 3 millones de personas y nutriéndose de las inmensas riquezas de este país. 

Basta con levantar la vista en Caracas: uno de los países más ricos del mundo y el 70% de la población viviendo miserablemente sin agua corriente ni electricidad, sin vivienda digna. Eso esas personas nunca lo vieron y hoy se preguntan como votan un programa que quiere devolverles la dignidad de persona a seres humanos que durante años fueron desplazados. 

Lo que llamamos la revolución bolivariana es un proyecto de humanización de los ciudadanos. Tratar a las personas como seres humanos y no como si fueran simples herramientas al servicio del bienestar de un pequeño grupo. De una pequeña oligarquía. 

-¿Porqué cree que esta elección concitó tanta atención internacional?

-Más de 10 mil periodistas la cubrieron. ¿Qué país del mundo acuden más de 10 mil periodistas? Ni siquiera en la de Estados Unidos. Eso ocurre en los juegos olímpicos o el mundial de fútbol.

Acá ha habido un gran interés internacional porque hubo grandes intereses internacionales en torno a lo que se jugaba aquí. El país que tiene las mayores de reservas del mundo. ¿Quién va a controlarlas?

Entonces esto es lo que estaba en juego. En este contexto internacional que se ha podido constatar que todo se realizó con mucha naturalidad. No ha habido actos de violencia, no ha habido agresiones. Ni siquiera rechazo al resultado.

Argentina y Venezuela

-En Argentina y en Venezuela hay inflación y la inseguridad no se detiene. ¿Por qué un Estado intervencionista no puede detener esos flagelos?

-Sobre la inseguridad le aconsejo que vaya a una hemeroteca y que abra un periódico que protesta sobre la inseguridad, como podría ser El Nacional de Caracas y se fije en las ediciones del 94, 95 o 96, antes que Chávez llegue al poder. Verá que la inseguridad ya era el principal problema de Venezuela para la misma burguesía.

Era el primer problema porque la inseguridad es un viejo problema y este gobierno la ha combatido mucho más que lo que la oposición reconoce. Sigue siendo un problema y el gobierno lo está combatiendo, pero no es un problema que se haya creado durante este período, ya existía y por el contrario está más reducido que antes.

Y hay inflación porque hay mucho crecimiento. Cuando la Europa se desarrollo durante las dos guerras mundiales se desarrollo con mucha inflación, pero tuvo 30 años de crecimiento consecutivo y millones de europeos que vivían en la miseria y tenían que emigrar a América latina pudieron desarrollarse también con inflación.

La inflación es una consecuencia de un crecimiento rápido. Cuando no hay crecimiento no hay inflación. Entonces hay que combarit la inflación.
La Europa del sur está combatiendo radicalmente la inflación reduciendo los gastos políticos austeramente. ¿Cuál es el resultado? millones de personas paradas.