En la Provincia prometen resistir y advierten: “Scioli no es Lugo”

El gobierno provincial sintió el impacto de las declaraciones del intendente de Lanús y la avanzada de Cristina Krichner sobre Scioli. Pero en la Provincia aseguran que el Gobernador "no es Lugo". Creen que resistirá los embates y se abocará a conseguir fondos para pagar sueldos. El kirchnerismo intentará arrinconarlo con conflictos permanentes.
Las declaraciones del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, terminaron de instalar en la gobernación bonaerense lo que muy pocos se atrevían a reconocer aún en las conversaciones más privadas: La sospecha que el kirchnerismo empuja una salida anticipada de Daniel Scioli de la gobernación.

Durante todo el día y en un clima de extrema tensión, en el entorno del gobernador siguieron con lupa cada declaración del gobierno nacional o el kirchnerismo que apareció en los medios, esperando una desmentida oficial a los dichos de Díaz Pérez. Para Scioli, las declaraciones del ministro Florencio Randazzo y el senador Aníbal Fernández bajando el tono de los dichos del intendente de Lanús no convencieron al sciolismo. “Las respuestas fueron tibias”, aseguraron.

El día había comenzado en llamas, cuando el diario Clarín publicó en su web el audio de la nota del diario en la que se revelaban los explosivos dichos de Díaz Pérez –uno de los intendentes más cercanos al vicegobernador Gabriel Mariotto-. En esa grabación se podía escuchar con claridad, la supuesta respuesta de Cristina ante un pedido de fondos de parte de un grupo de intendentes, entre los que se contaba el jefe comunal de Lanús.

“¡No!¡Pará! ¿Tenemos que poner 300 millones de mangos para cubrir a este inútil? Nooo, estamos perdidos. Que se vaya de la Provincia, que la deje sola, que la gobierne otro y seguramente hará algo. No sabe gestionar, es un desastre. Es insostenible lo que pasa en la provincia”, afirmó Díaz Pérez que dijo la Presidenta.

Luego de todo un día de pesado silencio, a última hora de la tarde Díaz Pérez se hizo responsable de lo dicho en un intento por despegar a la Presidenta del escándalo y afirmó que sus palabras habían sido “editadas”.

Esto no bastó para que en el sciolismo se tranquilizaran. De hecho en la provincia ya se analizaban los posibles caminos que podría ensayar el kirchnerismo para desalojar a Scioli del poder.

Scioli hablaEl gobierno de la provincia informó esta noche que mañana sábado a las 12.30, Scioli brindará una conferencia de prensa en la gobernación. Será la primera vez que hable luego de los dichos de Díaz Pérez y el pico de tensión con la Casa Rosada.

En definitiva no son más que tres: Juicio político, renuncia o intervención de la Provincia. El camino del juicio político hoy por hoy sería impracticable, según afirmó a LPO un intendente de los de mayor peso político: “No hay manera que junten las manos para destituir a Scioli”, sentenció.

Es que el gobernador cuenta con los legisladores del peronismo tradicional que se referencian en la agrupación La Juan Domingo y tiene una sólida alianza con Francisco de Narváez –como quedó en evidencia en esta crisis- que maneja un buen grupo de diputados y senadores. Además, Scioli tiene buena relación con el radicalismo y difícilmente esa fuerza y otras como el FAP se sumen a lo que podría ser considerado un golpe de Estado Light en una asimilación al traumático proceso que acaba de sufrir el Paraguay.

Por esa razón en La Plata creen que el kirchnerismo tampoco intentará una intervención federal a la provincia desde el Congreso nacional. “Después de lo de Lugo, Cristina no soportaría quedar como golpista”, afirmaban en la provincia y estimaban que acaso el camino que se busque sea forzar su renuncia, generando un caos permanente al estilo del que sufre el santacruceño Daniel Peralta.

“No se confundan, Scioli no es Lugo, no va a renunciar”, juran en la Provincia. ¿Cuál será el camino que trazará el ex motonauta entonces para enfrentar esta crisis? Resistir y conseguir fondos para pagar sueldos. “Todo el esfuerzo se va a centrar en conseguir la plata para los sueldos, no nos van a quebrar”, afirman.

Para algunos, la embestida que está dando el kirchnerismo contra el Gobernador se volverá, de cara a la percepción de los ciudadanos, sobre Cristina.

Hay quienes consideran que frente a la sociedad, el Gobernador está ganando la batalla. Las muestras de las últimas 48 horas de los sondeos mensuales de encuestadoras como Poliarquía y Julio Aurelio estarían arrojando que en esta crisis, la imagen de Scioli cae menos que la de Cristina, a la que sigue superando cómodamente.

“Van a profundizar la estrategia de la victimización que tanto les rinde”, agregó a LPO uno de los dirigentes más experimentados del peronismo bonaerense.

La pelea del aguinaldo

Sin embargo, en el sciolismo reconocen que esta pelea se libra en dos planos paralelos: el de la opinión pública y el de la pelea de poder. Y en ese sentido no se engañan: reconocen que la Presidenta mantiene el mismo poder político que cuando ganó en octubre.

En ese sentido, estiman que la Casa Rosada inauguró una nueva doctrina este mes que se reduce a no enviarle a la provincia los fondos que necesita para afrontar sus gastos más indispensables, como el pago de sueldos. “Es una locura, nos quieren ahogar económicamente”, afirman.

En ese marco, la discusión dejo de ser económica luego de los dichos de Díaz Pérez y ahora cualquier acción de la Casa Rosada en contra de Scioli es leída como una maniobra de desestabilización.

Es con ese prisma que esta noche leían en la Gobernación el fallo del juez Luis Federico Arias ordenando al Gobierno bonaerense pagar la totalidad del medio aguinaldo en un plazo de cinco días. “Quieren que volquemos, esta clarísimo”, afirmaban.

El diputado sciolista, Guido Lorenzino, avaló esa teoría en declaraciones a Radio 10. “Arias no emite fallos judiciales, se dedica a hacer política”, dijo el legislador, en un mensaje que lleva a preguntarse para quien hace política el magistrado, si ese fuera el caso.

En lo que ya es una partida de ajedrez en toda la regla, el sciolismo dejó trascender esta noche que frente al fallo de Arias, el martes será enviado a la Legislatura el proyecto de ley de Emergencia Económica junto a un decreto firmado por el Gobernador que efectivice de inmediato el desdoblamiento del aguinaldo.


Incluso, Scioli ya tendría el compromiso de la Suprema Corte bonaerense de avalar el decreto. No parece casual que este tribunal, en su mayoría integrado por jueces nombrados por Eduardo Duhalde –otro aliado del ex motonauta-, sea uno de los objetivos declarados de Mariotto.

Se descartaría así la posibilidad del tratamiento sobre tablas del proyecto de ley que pasaría a seguir el trámite habitual y el sciolismo sólo necesitará entonces de mayoría simple para aprobarlo.

Especulaciones

Como sea, la bomba política que arrojó Díaz Pérez disparó todo tipo de especulaciones. Para algunos protagonistas de la política bonaerense, el intendente de Lanús había pecado de histriónico en la reunión donde las dijo y seguramente exageró las palabras de la Presidenta.

Estiman que Cristina no quiere voltear a Scioli sino a lo suma,. Dejar en claro quien maneja realmente la principal provincia del país.

Pero otros dirigentes, no terminan de descartar que en el fondo el kirchnerismo esté tentado con obtener su desplazamiento del cargo. En ese sentido, señalan que es sugestivo que la embestida se produzca tan lejos de las elecciones de octubre del año próximo.

“Anticipan el conflicto, porque si lo liquidan ahora a Scioli, tienen tiempo de recomponer antes de octubre”, evalúan. Otras posturas -en cambio- descartan esa teoría y aseguran que la provincia de Buenos Aires no se puede “incendiar” sin que el resto de los argentinos terminen afectados.

Pero algunos recuerdan que en Santa Cruz, el kirchnerismo “se cargó” a varios gobernadores. Y en se marco, un dirigente recordaba hoy las palabras del ex vicegobernador Alberto Balestrini cuando en medio de uno de los cíclicos picos de tensión de Néstor Kirchner con Scioli, cortó en seco una insinuación de la Casa Rosada: “Yo no voy a ser el Calabró de Scioli”.

Victorio Calabró fue el compañero de fórmula de Oscar Bidegain en las elecciones de 1973, pero lo enfrentó desde el Senado provincial y -con el apoyo de Juan Domingo Perón- terminó sucediéndolo a pocos meses de asumir.