La interna detrás del paro de los controladores aéreos

Desde hace varios días, la huelga encubierta iniciada por un grupo de controladores viene afectando las operaciones en Aeroparque y en Córdoba. Se trata de unos 30 ex militares vinculados con el secretario general de APTA, Ricardo Cirielli. "Son muy combativos, pero tienen mucha experiencia", señalan fuentes del sector. 
El “paro encubierto” que viene realizando un grupo de controladores aéreos tanto en Aeroparque como en el Aeropuerto Taravella de Córdoba despertó la ira del Gobierno. Tal es así que el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, salió a ratificar la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de traspasar el control aéreo a las Fuerzas Armadas.

Sucede que un grupo de 30 controladores desde hace varios días viene aplicando una medida de fuerza en repudio por el despido de cinco compañeros. Según pudo saber LPO, los controladores decidieron operar unos 6 aviones por hora cuando en condiciones normales operan 24.

La decisión llevó a reprogramar el 20 por ciento de los vuelos de Aeroparque y por eso hoy R control operativo de los servicios de navegación a la Fuerza Aérea y le quitó esa potestad a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). andazzo se reunió con los directivos de empresas del sector para "volver a la normalidad en los próximos días".”El compromiso es trabajar en forma conjunta y responsable para que los pasajeros no tengan inconvenientes", señaló el ministro.

De todos modos, el conflicto no parece sencillo de solucionar. Sucede que los controladores se declaran “independientes” y no responden al sindicato presidido por Omar Torres. Todo lo contrario, según señalan fuentes del sector estos controladores “rebeldes” responden al secretario general de APTA, Ricardo Cirielli.

Es más, APTA difundió hoy un comunicado en el que condena los despidos porque “no hay razón alguna para adoptar semejante medida, ni en lo laboral ni en lo profesional”.
Hoy, el ministerio de Trabajo convocó a Torres y dictó la conciliación obligatoria para su gremio pero como los controladores no le responden, el sindicalista se presentó en los oficinas de la cartera que conduce Carlos Tomada y se desligó. De todos modos, el Ministerio intimó a los trabajadores “en comisión” para que vuelvan a trabajar normalmente.

Con todo, el paro de esta semana es un residuo de un conflicto mayor y que comenzó el año pasado, cuando en un escenario similar de paro, la presidenta Cristina Kirchner decidió cortar por lo sano, pasó el control operativo de los servicios de navegación a la Fuerza Aérea y le quitó esa potestad a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Sucede que meses antes, estos 30 controladores, ex militares de la Fuerza Aérea, habían pasado a la órbita de la ANAC como personal civil pero con el cambio volvieron a perder influencia.

“Se hicieron los combativos pero se quedaron sin encuadre gremial. Es muy complicado negociar con ellos porque es personal muy capacitado”, contaron las fuentes.