Repudian a legisladores de izquierda por tratar de "negros de mierda" a empleados

La Legislatura le inició un sumario a Alejandro Bodart, de Proyecto Sur, luego de la denuncia policial que presentó una encargada de la seguridad del Palacio por discriminación. En tanto que un colega de su bloque fue acusado por Cabandié de haberle dicho la misma frase al sereno de un estacionamiento cercano. Escándalo en la sesión.
La Legislatura porteña tuvo otra sesión cargada de polémica y no por el tratamiento des leyes de resonancia que en lo que va del año aún no aparecieron en el temario de cada reunión, sino por un escándalo protagonizado por dos diputados de la izquierda.

Antes de que se comenzara a tratar la orden del día, el legislador kirchnerista Juan Cabandié pidió la palabra para referirse a un episodio sucedido en el Palacio Legislativo el pasado martes.

Ese día, el diputado Alejandro Bodart, que proviene del MST e integra el bloque de Proyecto Sur, organizó un acto en el que invitó a una veintena de personas vestidos de payasos.

Cuando los payasos ingresaron al hall, fueron interceptados por los encargados de la seguridad de la Legislatura, que pretendían registrarlos antes de que pasaran los molinetes de acceso portando bombos.

En ese episodio, Bodart tuvo un enfrentamiento con la empleada legislativa Coimbra Casani, según consta en la denuncia policial que presentó la mujer que trabaja en la recepción del edificio. La denuncia fue leída en la sesión por el vicepresidente primero, Cristian Ritondo.

Según la denuncia, Bodart le dijo a Casani “negra de mierda” y que “yo soy un diputado y vos no sos nada”, además de amenazarla con hacer lo posible para desplazarla del cargo.

La supuesta reacción de Bodart fue repudiada por todos los bloques, a excepción de Proyecto Sur. El diputado no estuvo presente en la sesión ya que viajó a Grecia para apoyar al candidato a presidente Alexis Tsipras, del partido de izquierda Syriza.

“Terminó el acto de #Siriza. Fue un éxito. Ahora a festejar”, publicó Bodart en su Twitter desde Atenas mientras era castigado por sus compañeros en el recinto.

De todos modos, Bodart dejó una carta que Ritondo leyó luego del pedido de la legisladora Delia Bisutti. El texto señala que cuando Casani no le respondió cuando él la llamó “sino que otro personaje se sumó para increparme”. “Con esta segunda persona, seguramente heredada del viejo y corrupto Concejo Deliberante, es la segunda vez que tengo un incidente", agregó.

Por lo pronto, la Legislatura inició un sumario a través de su Dirección Jurídica para analizar la conducta de Bodart.

Más griterío

El tinte escandaloso de la sesión no terminó allí. Luego de repudiar la conducta de Bodart, Cabandié agregó que otro diputado del bloque de Proyecto Sur, a quien no quería nombrar, había protagonizado otro hecho de discriminación esta semana en un estacionamiento cercano a la Legislatura.

Según Cabandié, este diputado le habría dicho los mismos improperios al sereno de un garage de la calle Hipólito Yrigoyen. El diputado acusado por Cabandié le habría dicho al sereno del estacionamiento, “abrime negro de mierda, ¿no sabés quién soy?, luego de que el encargado del garage le advirtiera que estaba cerrado.

En medio de las palabras del legislador de La Cámpora, los diputados del bloque de Proyecto Sur lo cruzaron a los gritos, pidiéndole que dé nombres o sino se abstenga de lanzar acusaciones.

El más enfadado fue Pablo Bergel, que cuando pidió la palabra le dijo “dale, decí quién es porque yo me siento ofendido”. Enseguida recibió el reto de Ritondo, que le recordó que entre diputados no se puede dialogar cuando se pide la palabra sino que hay que hacerlo por intermedio de la presidencia.

En tanto que otro diputado de Proyecto Sur, Jorge Selser, pidió que el camporista diera nombres y aclaró: “yo no fui”. Cabandié miró para abajo y nunca dio el nombre del diputado en cuestión.

Luego del griterío, la legisladora ibarrista Susana “Tana” Rinaldi pidió la palabra y dijo: “No olvidemos que nos están mirando”.