Reposo renunció y Zannini promovió a la fiscal anti Clarín Gils Carbó

El titular de la Sigen anunció que retiraba su candidatura con una dura carta a al bloque radical. Acusó a la UCR de seguir la agenda de Clarín y dijo que fue discriminado por su rol en Papel Prensa. Propusieron a la fiscal Alejandra Gils Cargó, protegida de Zannini y vieja enemiga del multimedios.
Cuando todavía retumbaban los cacerolazos que sonaron por la noche en la Plaza de Mayo, el vocero presidencial Alfredo Scoccimarro anunció que Daniel Reposo retiró su candidatura como Procurador General. Fue el descenlace previsible de una candidatura que empezó a naufragar en su patética exposición ante el Senado.

Scoccimarro anunció que ahora para ese cargo será propuesta Alejandra Gils Carbó, fiscal general ante la Cámara de Apelaciones en lo Comercial y protegida de Carlos Zannini.

La nueva postulante es una fiscal de larga trayectoria judicial, que mantuvo un fuerte enfrentamiento con el grupo Clarín en 2007, cuando todavía la empresa tenía buena relación con el Gobierno nacional, vía Alberto Fernández.

Aquel año Gil Cargó emitió un dictamen contra el Grupo en la causa del Acuerdo Preventivo de Acreedores (APE) de Cablevisión. Soportó la presión de la empresa y del propio Gobierno.

Por esa tarea sufrió cinco pedidos de juicios políticos, que al cambiar los vientos de las alianzas del kirchnerismo y desatarse la guerra contra Clarín, fueron dormidos en Tribunales por orden de Zannini.

La postulación de Gils Carbó viene a coronar una semana de importantes avances de Zannini en la interna del gobierno y simétricos rectrocesos de Amado Boudou, el principal impulsor de Reposo, junto al secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

La Política Online había revelado días atrás que Zannini se había quedado sentido por la renuncia del ex procurador Esteban Righi, un hombre con el que supo brindarle buenos y eficientes servicios al gobierno en general y al matrimonio Kirchner en particular.

La caída de Reposo -sin ninguna experiencia en la Procuración- y la promoción de una fiscal de carrera como Gils Carbó, retoma la línea profesionalista y discreta que Zannini cultiva para vincularse con el siempre complejo mundo judicial.

Amigos y enemigos

Gil Cargó estuvo entre los marginados del Gobierno de Néstor Kirchner por su enfrentamiento con Clarín, destino muy similar que por la misma época sufrió el actual titular de la UIF, José Sbatella, quien entonces objetó desde la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, la fusión de Cablevisión con Multicanal.

En aquellos años aciagos, Gils Carbó y Sbatella anudaron lazos que hoy los encuentran en una etapa de reivindicación política por parte del mismo kirchnerismo que los marginó.

Otro triunfador, a la distancia, fue el ex ministro de Justicia, Horacio Rossatti, quien promovió a Gil Cargó como fiscal de Cámara.

Mientras que otro gran derrotado con el giro de Cristina es el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que en los momentos álgidos de la pelea de Gils Carbó con Clarín, optó por reducir al plano de la formalidad su respaldo a la fiscal.

El Gobierno dio un giro así respecto al perfil de la candidata pero no abdicó en la idea de colocar a un jurista que haya enfrentado al Grupo Clarín. Viró del voluntarismo torpe de Reposo, Moreno y Boudou a la línea más profesionalista que encarna Gils Carbó. Acaso Clarín que sin dudas se adjudicará la cucarda de haber logrado la caída de Reposo, se encuentre ahora con una adversaria más peligrosa.

¿El impacto de las cacerolas?


El Gobierno anunció que Reposo desistía de su candidatura sólo unas horas después de que Cristina Kirchner lo respaldara públicamente y a dos días de una audiencia pública en la que negociaba a brazo tendido los votos para conseguir su aprobación.

¿Habrán influido las cacerolas que sonaron en la Plaza de Mayo? ¿Si así fue, el mensaje impactó en Reposo o en la propia Presidenta?

Lo cierto es que Reposo no logró reponerse de la malograda audiencia pública que tuvo en el Senado, cuando bordeó el papelón ante el exhaustivo interrogatorio que lideraron los senadores radicales.

Sentido, Reposo le envió una dura carta al titular de ese bloque, Luis Naidenoff, acusándolo de haber propiciado un “ataque feroz” a su persona y de seguir la agenda del grupo Clarín. Quienes lo frecuentan comentaban que Reposo quedó muy deprimido luego de esa audiencia, en la que a todas luces, salió mal parado.

La sesión para su pliego estaba prevista para el martes a las 10 y el kirchnerismo y la oposición libraban por estas horas una lucha cuerpo a cuerpo por los votos.

La salida de Reposo es también un golpe a Amado Boduou, quien lo tuvo como funcionario en la Anses y en el Ministerio de Economía y acaso creía que desde la Procuración, Reposo representaba una garantía para sus múltiples problemas judiciales.

La caída de la candidatura de Reposo cierra así una infausta semana para el vicepresidente en la que sufrió tres golpes políticos demoledores. Cristina recibió y se fotografió toda sonrisas con el reelecto titular de La Bolsa, Adelmo Gabbi, denunciado por Boudou de haber intentado coimearlo para que deje de atacar al grupo Boldt.

Luego, ayer nomás, la Presidenta resucitó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, al entregarle el área de Transporte. Randazzo estaba en la cuerda floja luego que Boudou lo acusara de ser quien filtró a Clarín los contratos del gobierno con Ciccone.

Y cuando todavía no se había recuperado de ese golpe, recibió el masazo de la caída de su hombre para controlar a los fiscales.  El tiempo dirá si la experimentada Gils Carbó pone el mismo empeño en sacarle las castañas del fuego al vicepresidente.