La estrategia de Macri para relanzar su carrera presidencial

El jefe de gobierno presentará la nueva estructura de su partido a nivel nacional al mismo tiempo que busca consolidarse como el único dirigente opositor que se anima a marcarle un límite al kirchnerismo, como hizo con el subte. Mientras busca sumar voluntades a través de Emilio Monzó, el ingeniero prepara un incipiente despliegue a un discurso desarrollista para mostrarse como una alternativa de centro.
En el PRO están muy satisfechos con el reposicionamiento político que le generó a Mauricio Macri el rechazo al traspaso del Subte.

Las encuestas que maneja el macrismo le indican que pese a que la postura adoptada por el jefe de gobierno puede traerle algún costo político en un sector de la opinión pública de la Ciudad, el Macri quedó como el único dirigente de la oposición capaz de marcarle un límite al kirchnerismo.

Así lo interpretaron en el PRO tras el discurso de Cristina Kirchner en la Asamblea Legislativa, en la que tuvo que terminan cediendo y reponer a la policía en el Subte que un día antes había levantado su ministra de Seguridad, Nilda Garré.

Esta mañana el jefe de gobierno realizó otro movimiento para reforzar su perfil "combativo" que acaso por consejo de Jaime Durán Barba había abondonado junto con su candidatura presidencial.

Amado Boudou y Julio De Vido habían amenazado con llevar el conflicto del traspaso del subte a la Corte Suprema, pero Macri no se quedó cruzado de brazos y los anticipó presentando un amparo en la Justicia Federal para impedir que le impongan la administración d ela red de subterráneos.

Y al mismo tiempo que busca mostrarse hacia fuera de su fuerza como un opositor fuerte, el jefe de gobierno definió la nueva estructura de su partido, con la intención de relanzar su estructura nacional de cara al 2015.

El partido

Como averiguó LPO, el fin de semana quedó cerrada la lista del Consejo Directivo Nacional del PRO, integrada por 21 miembros, más los presidentes de distritos.

Como se esperaba, Humberto Schiavoni será el presidente del partido, secundado por los vices Gabriela Michetti y Federico Pinedo. El secretario General será Pablo Walter, el secretario político Marcos Peña y el tesorero Néstor Grindetti.

Estas autoridades tendrán mandato por cuatro años, por lo que seguirán en sus cargos aún después de las elecciones presidenciales de 2015. El dato político que apuntan en el PRO es que el día a día del armado lo encabezarán Schiavoni y Walter, como una manera de demostrar la apertura de Macri al interior.

Es que confiándole el partido a Schiavoni, que es misionero y a Walter, que es tucumano, el jefe de gobierno busca quitarle la imagen circunscripta sólo al ámbito porteño que encarnaba el apoderado José Torello.

Schiavoni y Walter, que fueron dos de los armadores de la frustrada carrera presidencial de Macri para 2011, se complementarán para esta tarea con el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, que es el encargado de la relación institucional con los municipios, como viene explicando este medio. Entre los dos grupos buacarán peinar el país y sumar todo lo que puedan.

En ese Consejo Directivo también tienen lugar los presidentes de los distritos en los que el PRO tiene estructura. De este modo, el presidente del PRO en Santa Fe será Miguel Del Sel; en la provincia de Buenos Aires será Jorge Macri y en la Ciudad todo indica que, luego del 15 de abril –fecha pautada para las primeras internas del PRO en territorio porteño–, Horacio Rodríguez Larreta controlará el partido.

Las autoridades que completarán la nómina en territorio bonaerense serán el ministro Guillermo Montenegro (es de San Isidro) y las diputadas nacionales Soledad Martínez, Gladys González y Silvia Majdalani. En la Ciudad, en tanto, tendrán cargos María Eugenia Vidal, Esteban Bullrich, José Torello, Martín Borrelli y Fernando De Andreis.

Frondizi sí, Menem no

Además de hacer interactuar a esta estructura de neto corte macrista con sectores del peronismo y el radicalismo, en el PRO se está gestando un giro hacia el centro.

En el macrismo creen que es esencial aglutinar dirigentes de buena parte del arco opositor pero que a la vez es fundamental asentar –así como el kirchnerismo tiene su “relato”– un costado ideológico del discurso que podría tener su eje en una visión desarrollista.

“No somos Menem, somos Frondizi”, remarcó a este medio uno de los ideólogos del PRO. Es que el macrismo busca consolidarse como una fuerza que no sea asociable al neoliberalismo de los 90 sino al desarrollismo de Arturo Frondizi.

El propio Macri repite que su modelo de presidente es Frondizi. No es casual que haya confiado en Rogelio Frigerio, nieto del padre del desarrollismo, para presidir la estratégica comisión de Presupuesto de la Legislatura porteña y un hombre de consulta en el armado de una plataforma programática para el 2015.