Afirman que los aumentos salariales llevaron a las provincias al déficit

Así lo explió a LPO el economista jefe de FIEL Daniel Artana. Los sueldos del sector público se llevan más del 50 por ciento de las arcas provinciales. Y la suba en el gasto es superior a la de la registrada en la recaudación. Por ello esta sería la variable de ajuste en las distintas gobernaciones.
“La madre del problema es el aumento del gasto”, explica Daniel Artana, economista jefe de Fiel, para explicar lo que está sucediendo con la situación financiera de las provincias con la Nación.

Y es que las cuentas fiscales de las provincias no logran salir del rojo. Ayer 17 provincias firmaron un acuerdo para la prórroga de los vencimientos de las deudas que mantienen con la Nación. Las restantes 7 se encuentran en una situación más holgada y no necesitaron de esta operación para retener la estabilidad.

Esta es una práctica recurrente en la relación del Estado con las provincias. En mayo de 2010, Cristina había anunciado un plazo de gracia hasta el 31 de diciembre de 2011 y había refinanciado al 6% anual el total de la deuda hasta 2030. Con la última medida, se prorrogó por dos años más.

Pero la situación no es la misma para todas las provincias. La Pampa, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero y la ciudad de Buenos Aires no tienen deudas con la Nación. Algunas de ellas incluso son acreedoras y reclaman pagos por parte del gobierno nacional. Tal es el caso de San Luis y Santa Fe. La situación de Córdoba, en cambio, es ambigua, porque si bien zafó de que le descuenten $560 millones, el Estado le adeuda unos 1.700 millones de pesos.

Pero esto trae aparejado ciertas comodidades para los gobernadores, que según Artana, que “saben que al final la Nación termina socorriéndolas”, por lo cual no hay incentivos a equilibrar el gasto, que año a año crece más rápidamente que los ingresos. “Las provincias son incotinente” afirma el jefe de FIEL.

Ahora bien, ¿cuál podría ser una posible solución? Artana no se arriesga a una respuesta en particular: “es un tema muy complejo. Argentina es de los países que están peor organizados, hay provincias que tienen distintos intereses por lo que es muy difícil cambiarlo”, explicó.

La raíz, según Artana, estaría en la estructura impositiva de coparticipación, que permite que por ejemplo pequeñas provincias reciban más subsidios en proporción que las grandes. “Actualmente hay provincias pobres que reciben más que otras que también son pobres”, con lo cual lo que habría que poner sobre la mesa es el actual sistema, que data de 1988, un momento significativamente diferente para la Argentina.

“El momento tendría que haber sido en el 2002” dice el economista. Y es que para él los momentos de crisis son los adecuados para generar estos cambios necesarios.

En definitiva, la realidad muestra hacia dónde están apuntando las gobernaciones: aumento de impuestos y recorte en las paritarias.
Es decir, achicando el gasto destinado a sueldos, que en las provincias del norte llega a llevarse hasta un 70 por ciento de las arcas provinciales.

El especialista indicó a LPO que la política de pork-barrel es algo habitual en los países, que consiste en liberar fondos a las provincias para obtener a cambio favores políticos. Por ejemplo cuando el kirchnerismo necesitaba los votos de Santa Cruz y envió una suculenta suma a la provincia.