Aerolíneas: el gobierno declara “ilegal” el conflicto y quiere sacarle el gremio a Cirielli

El ministro Julio de Vido confirmó que se estudia declarar "ilegal" la medida de fuerza de los técnicos que lidera Ricardo Cirielli y "quitarle la personería gremial". Esa decisión podría derivar en un choque con el líder de la CGT Hugo Moyano, como insinuó Cirielli: "Moyano nos respalda y no está de acuerdo con como se maneja Aerolíneas". Todos los vuelos internacionales de la compañía siguen suspendidos.
La gestión de los camporistas Mariano Recalde y Axel Kicillof en Aerolíneas Argentinas amenaza con teñir a la agrupación creada por Máximo Kirchner con el gusto amargo de un fracaso generacional, al menos en lo que hace a la administración pública. Es que más allá o más acá de las razones esgrimidas, lo concreto es que la línea de bandera recayó de la peor manera en sus crónicos males: suspensiones masivas de vuelos y furiosas peleas con los gremios.

Ayer por una orden directa de la Presidenta se suspendieron todos los vuelos internacionales, dejando a miles de personas varadas. La decisión se tomó ante el recrudecimiento de las medidas de fuerza tomadas por la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que lidera el ex funcionario kirchnerista Ricardo Cirielli.

Se trata de un sindicalista muy cercano a Julio de Vido y por ello no parece casual que haya sido hoy el propio ministro de planificación el vocero de la decisión del gobierno de agravar la confrontación.

"El Ministerio de Trabajo está lanzando la declaración de la ilegalidad de la medida, lo que va a poner seguramente en crisis la personería gremial de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico", amenazó esta mañana De Vido, que viene recobrando protagonismo en el gobierno a fuerza de aparecer como el único funcionario de cierto peso específico para lidiar con los serios conflictos que vienen amontonándose sobre la mesa de la gestión kirchnerista.

El anuncio del ministro de Planificación revela la impotencia del Gobierno para lidiar con el desmanejo que causó la gestión de Recalde que pese a ser visualizado como un hombre de Hugo Moyano –su padre, el diputado Héctor Recalde es el principal asesor jurídico del camionero-, no logró encarrilar la relación con los gremios aeronáuticos y desbarrancó en un conflicto de una virulencia que recuerda a los peores momentos de la gestión del español Antonio Mata.

Con el agravante que los gremios vienen insinuando casos de corrupción de Recalde y su mano derecha, el economista de La Cámpora Axel Kicillof, en particular con la extraña decisión de reparar aviones afuera del país a costos mucho más altos que en la Argentina.

"Schiavi y Recalde mienten para encubrir explicaciones de dónde están los 2100 millones de dólares que ingresaron en Aerolíneas y que, al menos en el área técnica, no se ven. No hicieron hangares, bancos de prueba de electrónica ni para reparación de motores. Es falso que haya una medida de fuerza encubierta. Hay aviones fuera de servicio por responsabilidad empresaria, pues tenían los trenes de aterrizaje vencidos. Falta personal habilitado en los turnos. Somos civil y penalmente responsables. Inclusive se presionó a técnicos para que sacaran los aviones por debajo de las medidas de seguridad", denunció Cirielli al diario La Nación.

Y esta mañana el sindicalista, que fue subsecretario durante el gobierno de Néstor Kirchner, reiteró que “Recalde maneja Aerolíneas como un kiosco y Kicilof se piensa que porque sabe la tabla del dos de memoria puede manejar la compañía”. La ironía no es casual. Tanto Cirielli como su par del gremio de pilotos (APLA) Jorge Pérez Tamayo, suelen quejarse de la soberbia de Recalde y su grupo y su desconocimiento del negocio aéreo.

Quien lo dijo con más caridad fue Pablo Biro, el vice de APLA, en una carta abierta días atrás: “Desleales y sin códigos, borrachos de impunidad intentan quitarnos las herramientas de laburo para avanzar con su kiosquito”.

Sin solución a la vista


En ese marco, los desprevenidos pasajeros de Aerolíneas vuelven a ser rehenes del desmanejo empresario, que tiene entre sus obligaciones conducir de manera prudente el conflicto gremial. Hoy los vuelos seguían paralizados, luego de la decisión tomada ayer que afectó a las partidas y arribos de Roma, Barcelona, Madrid, Miami, Bogotá, Caracas, Sydney y México.

“Los aviones no están en condiciones de volar”, reiteró esta maña Cirielli por radio Mitre y en un mensaje directo a Recalde y al propio De Vido agregó: “Moyano nos da el respaldo a nosotros y está en desacuerdo con el manejo de Aerolíneas”.

Es que si el gobierno avanza con la idea de declarar ilegal la medida y quitarle la personería gremial al sindicato que conduce Cierielli, lo más probable es que esto derive en un choque frontal con el líder de la CGT que ya acumula demasiados recelos con la Casa Rosada y acaso lo vea como un caso testigo de lo que podría ocurrir hacia delante, si por ejemplo su propio gremio de camioneros realiza una medida de fuerza.

Sin embargo, la decisión de agudizar el conflicto parece haber sido tomada al máximo nivel. De Vido afirmó que desde Santa Cruz la propia Cristina Kirchner lo instruyó para avanzar contra el gremio incluso con planteos "ante la justicia".

"Nos ha instruido para tomar todas las medidas administrativas y recurrir a la Justicia para que los servicios sean prestados con todas las garantías que merecen los ciudadanos argentinos y los turistas que nos visitan", afirmó.