UCR: Aguad, Morales, Barletta y Casella, los nombres en danza
El próximo 18 de noviembre se llevará a cabo una nueva Convención Nacional de la UCR, donde se definirá el método de selección de las nueva conducción. Hay un consenso general para establecer la elección directa, pero aún no definió si se aplicará en este recambio. Aguad, Morales, Barletta y Casella picaron en punta.
Tras el fracaso electoral en los comicios presidenciales, la Unión Cívica Radical renovará sus autoridades partidarias e intentará lanzar una renovación generacional, al tiempo que discutirá una reforma en su carta orgánica.
Es que el partido centenario todavía elige sus cargos vía delegados -cada provincia cuenta con 4 representantes que votan en las elecciones de comité nacional-, que a su vez suelen ser elegidos por consenso. Es decir, que la selección de la cúpula no está en manos de los afiliados.
Existe un consenso general respecto a eliminar este sistema, para reemplazarlo de una vez por elecciones directas con participación de todos los afiliados. Sin embargo, los distintos sectores que pugnan por quedarse con los cargos -que se renuevan en diciembre- aún no coinciden si esta modificación se debe aplicar para este recambio jerárquico.
Algunos consideran que debería designarse una conducción trasitoria -de unos seis meses de duración-, hasta que se modifique la carta orgánica, y luego ir a elecciones. Otros proponen que en lugar autoridades provisorias, se prorrogue el mandato del actual presidente, Ernesto Sanz, hasta que se vaya a los comicios.
Una tercera postura asegura que el próximo líder radical deberá ser impuesto por consenso de la dirigencia, porque es un momento para mostrar unidad. Además, garantizar elecciones limpias -con reglas de juego que acepten todos- podría tardar meses e incluso años.
El último candidato presidencial del partido, Ricardo Alfonsín, no resigna su espacio de poder e impulsa la postulación de Gerardo Morales y del bonaerense Juan Manuel Casella. En el radicalismo muchos dan por hecho que si finalmente la elección fuese vía delegados, el alfonsinismo se impondría sin problemas.
Tal como había anticipado LPO, Ernesto Sanz había acordado un nuevo enroque con Morales: el jujeño pasaría a la presidencia y el mendocino a la jefatura del bloque de senadores. Pero no hubo consenso en el resto de los sectores. Ahora apoyaría una posible lanzamiento del cordobés Oscar Aguad -quien vio reducidas sus chances de presidir el bloque de diputados frente a la adhesión que acumula Ricardo Gil Lavedra-.
Pero en las últimas semanas emergió un tercer espacio: el de la "liga de los intendentes". Encabezada por Víctor Fayad, mandatario reelecto de la Ciudad de Medonza, y acompañado más sobriamente por Ramón Mestre, de Córdobda, los jefes comunales exigieron participación en las decisiones, porque no quieren que les "gerencien" los votos ellos consiguen.
Este último espacio exige la reforma inmediata en la carta orgánica e impulsa la candidatura de Mario Barletta, quien hasta el momento no puede ser elegido porque no es delegado por Santa Fe -sólo los delegados pueden integrar la mesa nacional-. Sin embargo, según pudo averiguar LPO, la UCR santafesina podría renovar sus autoridades en las próximas semanas. Así, Barletta se sumaría a la danza de los posibles ccandidatos.
Es que el partido centenario todavía elige sus cargos vía delegados -cada provincia cuenta con 4 representantes que votan en las elecciones de comité nacional-, que a su vez suelen ser elegidos por consenso. Es decir, que la selección de la cúpula no está en manos de los afiliados.
Existe un consenso general respecto a eliminar este sistema, para reemplazarlo de una vez por elecciones directas con participación de todos los afiliados. Sin embargo, los distintos sectores que pugnan por quedarse con los cargos -que se renuevan en diciembre- aún no coinciden si esta modificación se debe aplicar para este recambio jerárquico.
Algunos consideran que debería designarse una conducción trasitoria -de unos seis meses de duración-, hasta que se modifique la carta orgánica, y luego ir a elecciones. Otros proponen que en lugar autoridades provisorias, se prorrogue el mandato del actual presidente, Ernesto Sanz, hasta que se vaya a los comicios.
Una tercera postura asegura que el próximo líder radical deberá ser impuesto por consenso de la dirigencia, porque es un momento para mostrar unidad. Además, garantizar elecciones limpias -con reglas de juego que acepten todos- podría tardar meses e incluso años.
El último candidato presidencial del partido, Ricardo Alfonsín, no resigna su espacio de poder e impulsa la postulación de Gerardo Morales y del bonaerense Juan Manuel Casella. En el radicalismo muchos dan por hecho que si finalmente la elección fuese vía delegados, el alfonsinismo se impondría sin problemas.
Tal como había anticipado LPO, Ernesto Sanz había acordado un nuevo enroque con Morales: el jujeño pasaría a la presidencia y el mendocino a la jefatura del bloque de senadores. Pero no hubo consenso en el resto de los sectores. Ahora apoyaría una posible lanzamiento del cordobés Oscar Aguad -quien vio reducidas sus chances de presidir el bloque de diputados frente a la adhesión que acumula Ricardo Gil Lavedra-.
Pero en las últimas semanas emergió un tercer espacio: el de la "liga de los intendentes". Encabezada por Víctor Fayad, mandatario reelecto de la Ciudad de Medonza, y acompañado más sobriamente por Ramón Mestre, de Córdobda, los jefes comunales exigieron participación en las decisiones, porque no quieren que les "gerencien" los votos ellos consiguen.
Este último espacio exige la reforma inmediata en la carta orgánica e impulsa la candidatura de Mario Barletta, quien hasta el momento no puede ser elegido porque no es delegado por Santa Fe -sólo los delegados pueden integrar la mesa nacional-. Sin embargo, según pudo averiguar LPO, la UCR santafesina podría renovar sus autoridades en las próximas semanas. Así, Barletta se sumaría a la danza de los posibles ccandidatos.