Fuerte interna en el macrismo por el caso Cristóbal López

Luego de que la Corte Suprema fallara a favor de la Ciudad para devolverle la potestad tributaria sobre los casinos controlados por el zar del juego kirchnerista, en el PRO hay dos posturas. La de la mesa chica de los negocios, que no quiere que trascienda el tema y la que impulsa el cobro de un impuesto retroactivo que podría superar los 2400 millones de pesos.
El histórico fallo de la Corte Suprema que habilita a la Ciudad a cobrarle impuestos a los casinos flotantes de Puerto Madero fue el tema que revolucionó al macrismo durante toda la jornada.

Lejos de festejar el fallo, los teléfonos apagados y las respuestas esquivas fueron una constante en el funcionariado porteño. Esto desnuda la contradicción que genera en el tema del juego en el seno del PRO: en el macrismo se desviven por conseguir fondos para obras e inversiones –el aumento del ABL es un ejemplo– y cuando se encontraron ante la posibilidad de recaudar una suma multimillonaria, la primera reacción fue un espeso silencio.

Desde varios sectores del gobierno se desentendieron de este tema y señalaron al apoderado del partido, José Torello, que habla con Cristóbal y su socio Federico Achával y a la AGIP como quienes se ocupan de estas situaciones. Pero tanto el apoderado como los funcionarios de Rentas eligieron el silencio durante todo el día.

Sugestivamente la que rompió el hielo fue la vicejefa de gobierno electa, María Eugenia Vidal que reveló que la AGIP está “elaborando la liquidación pertinente" para exigir el pago retroactivo por los 12 años que los casinos esquivaron la tributación a la Ciudad.

La actual ministra de Desarrollo Social señaló que se trata de una suma retroactiva “importante”, pero aclaró que “todavía no tenemos precisiones” sobre el monto global y aconsejó “esperar a que la AGIP haga su trabajo, luego de lo cual daremos la cifra a difusión”.

Esas declaraciones hicieron enmudecer tanto al gobierno porteño como a los voceros de Cristóbal López, que dijeron a LPO que “no vamos a decir nada”.

Es que con sus declaraciones, Vidal reveló las dos posturas que dividieron durante el día al macrismo.

Un sector, encabezado por el socio de Macri, Nicolás “Nicky” Caputo, que es el nexo entre el macrismo y Cristóbal y Achával. Este sector no quiere que el tema se agigante y repercuta en todos los medios, sino por el contrario, busca adormecerlo para conservar la relación con los empresarios del juego.

La otra postura es la que oficializó sorpresivamente Vidal, que es la de trabajar sobre el fallo y conseguir el respaldo legal para que la Ciudad cobre el retroactivo de 12 años.

Si se toma como referencia el cobro de ingresos brutos, que como explicó este medio es del 8 por ciento para la explotación de casinos, el gobierno debería cobrarle a los dos buques de Puerto Madero y al hipódromo de Palermo –que tiene 4200 tragamonedas–, no menos de 200 millones de pesos anuales.

Si se toma esa suma, sin contar el extra que significarían los intereses punitorios que podrían hasta doblar la cantidad, la Ciudad debería recibir, en concepto de retroactivos por 12 años, unos 2400 millones de pesos.

De esa manera, el macrismo se podría olvidar del aumento del ABL y podría invertir una suma multimillonaria en escuelas, hospitales y otras obras públicas.