Qué hay detrás de la humillante derrota de Aníbal Fernández en Quilmes

El candidato del jefe de Gabinete, Daniel Gurzi, cayó derrotado contra el intendente Francisco "Barba" Gutiérrez, el primer jefe comunal reelecto del distrito. Triunfó con holgura en los barrios y peleó voto a voto en el centro. Deslizan que Aníbal propició el robo de boletas de su propio cuarto oscuro.
Con el vértigo que lo caracteriza, Aníbal Fernández ingresó raudo en la mesa 108 de la Escuela Media 15 de Quilmes. Por intuición o porque lo conoce, ni bien salió el jefe de Gabinete, el fiscal del intendente Francisco “Barba” Gutiérrez, entró al aula y comprobó sus peores presunciones.

“Aníbal se había robado nuestras boletas. Son las cosas que la gente de Quilmes ya no tolera de él”, señaló a LPO un colaborador cercano del jefe comunal, desde ayer, el único que consiguió una reelección en Quilmes.

Gutiérrez formó parte de la boleta oficial del Frente para la Victoria y ganó con 110.765 votos, el 37,16 de los votantes. Mientras que el candidato del jefe de Gabinete, Daniel Gurzi, ex diputado y funcionario provincial que compitió con el Partido Auténtico de los Cristianos pero pegado a la boleta de Cristina, terminó segundo con 80.404 votos, un 26.98%.

“Nuestra bronca era que no se animaron a competir en la interna y buscaron una adhesión directa”, explican los “barbistas”. Esa contienda del 14 de agosto consagró a Gurzi entre cinco candidatos anibalistas y le permitió una final mano a mano con Gutiérrez.

Desde ese momento Aníbal Fernández volcó todo el peso del gobierno nacional en favor de su candidato y hasta consiguió el respaldo del gobernador Daniel Scioli. Además contó con la frialdad de Cristina hacia el "Barba" Gutiérrez, desde que en la pelea con Techint se mantuvo de neutral o cercano a la siderúrgica, a quien conoce de sus épocas de la UOM.

Sin embargo, nada le alcanzó a Aníbal para balancear su mala imagen entre los vecinos de Quilmes, que según explica la gente del intendente transfirió a Gurzi y fue clave para consolidar su triunfo.

En el plano territorial, la victoria del Barba se cimentó en la diferencia lograda en los barrios y en la zona de Quilmes Oeste, la más poblada de una ciudad que tiene 422 mil electores. “Nuestra mejor elección fue en Solano, donde hicimos valer las obras y la presencia durante la gestión”, se ufanan.

En el centro y en el corazón de Bernal la elección estuvo pareja, pero con presencia de los candidatos de Udeso y el Frente Amplio Progresista, con 8.99% y 8,66% respectivamente, lo suficiente para repartirse dos concejales cada uno.

Esa porción del electorado es la que históricamente impidió que los viejos caudillos sean reelectos, pero esta vez no optó por votar masivamente en contra del Barba como si lo había hecho con el anibalista Sergio Villordo en 2007

El lastre de Aníbal

A Gurzi ni siquiera le alcanzó el apoyo que el viernes le dio el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez; acompañado por el ministro de Gobierno, el quilmeño Eduardo Camaño.

Los barbistas creen que la mala imagen de Aníbal no pudo ser subsanada con el cambio de imagen que ensayó en los últimos años, convirtiéndose en un twittero empedernido y un emblema de la juventud K más revulsiva.

“Acá lo conocen y no dejo buena imagen. Ya no viene ni siquiera a cenar”, repiten cerca del intendente. Aníbal tampoco intentó disimular su vínculo con la candidatura de Gurzi, a quien rodeó de figuras como el concejal Gastón Gaudio, ex mano derecha de Villordo.

Y le colocó como jefe de campaña a Ángel García, ex director de inspecciones del recordado intendente anibalista, época en la que fueron frecuentes las clausuras de locales y empresas.

Con los resultados de ayer Gutiérrez sumó 6 concejales y llegó a 10 propios, a dos de lo necesario para el quórum, pero con más plafón que hace cuatro años cuando tuvo que asumir casi sin presencia en el Concejo.