Boudou ya prepara su desembarco en el Senado y teme roces con Aníbal

El ministro de Economía delinea con su equipo cuánto personal podrá sumar a la Cámara alta y cómo manejará el área administrativa, en la que contará con un 50% más de presupuesto. Un rumor sobre posibles despidos provocó alertas en el sindicato. Dudas por el rol de Aníbal Fernández.
Ni bien le comunicaron que sería compañero de fórmula de Cristina Kirchner, Amado Boudou puso manos a la obra: llamó a su secretario legal y administrativo, Andrés Iturrieta, y le pidió saber cuanto antes cuáles son los pasos necesarios para nombrar empleados en el Senado, que si nada extraño ocurre en las elecciones del domingo, presidirá desde el 10 de diciembre.

Boudou contará para eso con un presupuesto de 892 millones de pesos para el Senado, 50% por encima del actual, que asciende sólo a 585. Y quiere que la mayor parte de ese dinero sea para ampliar su estructura de poder hacia adentro y hacia afuera de la Cámara, donde ser un actor político de relevancia.

Por tradición, nadie le discute al presidente del Senado la secretaría administrativa del cuerpo, aunque su titular debe elegirlo el cuerpo. Hasta Cobos enfrentado al Gobierno siguió con el control de esa área, hoy a cargo de Benigno Rins.

El gurú administrativo de Boudou ni bien llegó a Economía fue Benigno Vélez, quien luego se convirtió en gerente general del Banco Central. Su cargo fue ocupado por Iturrieta, uno de los candidatos naturales para reemplazar a Rins. Aunque tampoco se descarta que premie en ese lugar a algún colaborador cercano.

Pero lo cierto es que la dinámica parlamentaria exige personas idóneas en áreas claves para evitar errores que puedan pagarse caro. De ahí la existencia de figuras históricas y respetadas por todas las fuerzas como lo fue el recientemente fallecido Manuel Canals, prosecretario parlamentario hasta el último día de su vida.

La secretaría parlamentaria está a cargo de Juan Estrada, de estrecha relación con el bloque oficial. Es quien coordina el curso legislativo y la dinámica de las sesiones, en las que el presidente queda expuesto a centímetros de los 72 senadores.

Cuando el vicepresidente abandona temporalmente la sesión quien ocupa su silla es el presidente provisional del Senado, cargo que dejará el 10 de diciembre José Pampuro.

El principal candidato a sucederlo es Aníbal Fernández, a quien pocos imaginan inactivo en el Senado, aunque tampoco hay tanto con lo que pueda soñar, mucho más tratándose de alguien que deja diez años en el Poder Ejecutivo.

Otro lugar que podría recaer en Aníbal es la Comisión de Asuntos Constitucionales, que abandonará Nicolás Fernández, el santacruceño con chances de ser el próximo ministro de Justicia.

Uno de los rumores que alteró el por estos días aplanado microclima de la Cámara alta es la supuesta intención que tendría el jefe de Gabinete de sumar personal para tener poder.

Pero nada molestó a los empleados como la versión de que Boudou tendría intenciones de reducir la planta de personal, difundida por el portal NCN. La Cámara Alta tiene en su plantilla 1.907 agentes de planta permanente y 1.541 temporarios.

Son estos últimos casos los más complicados, ya que su continuidad está atada a la suerte de la nueva composición de la Cámara alta. Por las dudas, Norberto Di Próspero, histórico jefe del gremio de personal legislativo ya avisó que defenderá a los empleados que se hayan ganado su lugar. El jefe gremial del Senado es Fabián Zaccardi, secretario de organización y movilización de APL.

Di Próspero, quien en el 2005 mostró toda su fuerza al tomar el recinto de Diputados, vivió en carne propia la inquietud de los empleados de la otra Cámara durante un acto en el que varios se acercaron a preguntarle si conocía las intenciones de Boudou. Testigos de ese careo contaron a LPO que no mostró preocupación por lo que fuera a hacer el actual ministro.