Aerolíneas canceló 400 vuelos en septiembre y menos de la mitad fue por las cenizas

La estadística surge de un informe interno de la empresa. Las suspensiones se debieron a falta de tripulación técnica y de equipo de mantenimiento. La semana pasada escasearon controladores ante el aumento de los servicios desde aeroparque.
Septiembre fue un mes difícil para Aerolíneas Argentinas, la línea aérea que maneja el Gobierno y preside Mariano Recalde: se cancelaron 400 vuelos y sólo 170 fueron por las cenizas del volcán Puyehue, que desde junio complican el servicio al sur.

Según un informe interno al que accedió el diario Clarín, otros 230 vuelos debieron ser cancelados por falencias de la empresa, como falta de tripulación técnica o problemas de mantenimiento.

“Hay varios factores que afectan la programación. Cenizas, falta de tripulación y hace una semana tuvimos el tema del mal clima y problemas con los controladores, que termina generando malhumor en los pasajeros y agresiones al personal aeronáutico”, sostuvo Edgardo Llano, secretario general del gremio e personal aeronáutico,

De todos modos Llano intentó minimizar el problema. “Aerolíneas está teniendo 93 vuelos diarios, a veces 100. Son unos 3 mil vuelos por mes. Las cancelaciones son más del diez por ciento, una cifra alta, pero mucho mejor que hace tres años”, sostuvo.

Los servicios también se interrumpieron por conflictos sindicales con gremios aeronáuticos y desmanejos en la administración que afectan la programación de las frecuencias. El último episodio fue la semana pasada en el aeroparque Jorge Newery, cuando el clima obligó a reprogramar los vuelos.

Pero Ricardo Cirielli, titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, reconoció a LPO que el aumento de los servicios en aeroparque sin ampliar las instalaciones multiplicó el trabajo de los controladores y con eso complicó el servicio.

En agosto, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla) había advertido sobre la “falta de previsión e irresponsabilidad en la comercialización de vuelos de la compañía”. Destacaba que pese a no tener tripulaciones técnicas mantuvo todas sus frecuencias y por ese motivo tuvieron que ser cancelados dos frecuencias a Madrid.

“Ante la imposibilidad de contar las tripulaciones necesarias, el Subgerente General de Aerolíneas Argentinas, Axel Kicillof, solicitó listados de pilotos para presionar a que vuelen dentro de sus días de descanso”, señaló Apla aquel comunicado.

Economista de profesión, Kicillof maneja las finanzas de la compañía y es uno de los jóvenes que desembarcó en la compañía en 2009 cuando fue estatizada. Los principales fueron Recalde, su presidente; y Eduardo “Wado” De Pedro, director.

Ambos lideraron una administración con pérdidas millonarias que obligó al Gobierno a transferir en los últimos tres años 1.900 millones de dólares. Según el propio informe de gestión 2010, el déficit en 2010 fue de 486 millones de dólares.

En mayo, Recalde reconoció ante la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones que el balance 2011 arrojará pérdidas por 387 millones de dólares, casi el doble de los 200 millones que se había proyectado en un plan de negocios que presentó la compañía. Pero prometió que el año que viene la compañía podría llegar a autofinanciarse.

Según la revista norteamericana Air Transport World, Aerolíneas Argentinas es la tercera compañía con más pérdidas económicas en todo el mundo, detrás de Air India y Kuwait Airways). De las once aerolíneas de la región, solo tres tuvieron pérdidas económicas (además de Aerolíneas, la uruguaya Pluna y Suriname Airways).