Denuncian que pesar de los millonarios subsidios, TBA opera el Sarmiento con vías de 1925

Luego de que el dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero denunciara falta de mantenimiento por parte de la empresa que explota la línea de trenes de Sarmiento, otros delegados señalaron que "se trabaja con materiales ensamblados y muy peligrosos". El Grupo Cirigliano recibió sólo este año unos 103 millones de pesos del Estado y ve aumentada su recaudación a través de los negocios con la firma EMFER. 
La detención del sindicalista ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, puso nuevamente en debate la delicada situación operativa de la línea de trenes Sarmiento, concesionada a la empresa TBA. Es que según el gremialista, el descarrilamiento de una formación del pasado 2 de mayo que desencadenó los incidentes en varias estaciones, fue producto de una “fatiga del material” y no de un sabotaje como sospecha el juez de San Martín Juan Manuel Yalj.

Esta última idea fue reforzada por otro delegado del Sarmiento, Edgardo Reynoso, que le dijo a LPO que “el deterioro es enorme y eso se nota cuando se ve que el concesionario presta un servicio tan precario”.

“El estado de la línea es de terror. No hay renovación de vías, el sistema de señalamiento es de 1925 y los materiales con que trabajamos son obsoletos y de baja calidad. Lo que pasa es que se trata de tecnologías ensambladas, fuera de la estandarización y con alta peligrosidad”, denunció.

Desde la empresa en diálogo con LPO señalaron que las denuncias de Reynoso "son todas manetiras", afirmaron que no hay vías de 1925 y agregaron que "todos los días se trabaja en renovar vías".

La polémica se disparó porque TBA (del Grupo Cirigliano) recibe subsidios por una compensación tarifaria debido al defasaje que produjo el fin de la convertibilidad y la crisis de 2001, con el objetivo de compensar los costos operativos sin modificar la tarifa que pagan los pasajeros. De acuerdo a la página de la Secretaría de Transporte, los hermanos Crigliano recibieron este año $ 53.216.097 en mayo, $29.361.762 en junio y $21.436.598 en julio. El año pasado recibió 147 millones de pesos.

En la empresa afirman que esos números están "desactualizados" y que en rigor el pago de subsidios fue mayor.

El Grupo opera además otro negocio que se vincula con la situación de los trenes. A través de Emprendimientos Ferroviarios SA (EMFER) Crigliano se aseguró la reparación y construcción de nuevas formaciones con millonarios contratos con el Estado. Según denuncian los delegados del Sarmiento, que no pudieron acceder a esos contratos, el Estado paga “más que los valores de mercado”.

La última experiencia de TBA es el llamado “Tren de los Pueblos Libres” desde Pilar hasta Paso de los Toros, en Uruguay, que vio frustrado su primer viaje por cuestiones democráticas y casi entrevera en un papelón internacional a la presidenta Cristina Kirchner que lo había presentado en un ampuloso acto con su par uruguayo José Mujica.

“A TBA el boleto no le interesa, sino que lo que le interesa es el subsidio directo y la facturación que Cirigliano le pasa el Estado a través de EMFER, que es la reparadora del material rodante. Hay que investigar a los que están vaciando al ferrocarril son el caldo de cultivo para que pasen estas cosas. Hay millones de pesos de subsidios que TBA no usa para mejorar el servicio sino para aumentar sus bolsillos”, le dijo a este medio el abogado de Sobrero, Juan Carlos Giordano.

Lo interesante del caso es que por el momento la Justicia no ahondó en las denuncias de los sindicalistas hacia la empresa y sólo adscribió a la teoría del sabotaje. Tampoco la CNRT ni la Secretaría de Transporte le dieron importancia a las reiteradas presentaciones y advertencias que vienen realizando los delegados.

“De ahora en más vamos a citar al juez para que conozca el Sarmiento y vea la desinversión. Todo lo que ocurre es porque el sistema ferroviario y el material rodante son del siglo pasado. Se sigue transportando gente utilizando subsidios millonarios no para un sistema estatal sino para la patronal”, enfatizó Giordano.