Las empresas que ganan con la nueva ley de fibra óptica

El proyecto de promoción de tendido de cables por ductos que sancionó la Legislatura el jueves ya levantó polémica, puesto que desde el kirchnerismo señalan que servirá para que Cablevisión cumpla con el soterramiento. Pero desde el gobierno porteño adelantaron a LPO que por el contrario, al Grupo Clarín no le conviene la norma que fomenta la competencia y beneficia a otras compañías.
 El flamante “Régimen de Promoción y Estímulo para el Tendido de Ductos de hasta cuatro tubos subterráneos con Fibra Óptica” que fue aprobado en la Legislatura ya despertó polémica.

Es que en el kirchnerismo especulan con que Mauricio Macri impulsó el proyecto para que empresas como Cablevisión, que gozan de la exclusividad del tendido aéreo, cumplan con el soterramiento de sus cables.

Pero desde el Gobierno porteño desmintieron a LPO que Cablevisión y su prestadora de internet Fibertel se dispongan a soterrar con la nueva ley. Muy por el contrario, sostienen que las disposiciones de esta nueva ley no les convienen a estas dos empresas del Grupo Clarín, por varias razones.

En primer lugar, la inversión para soterrar los cables sería enorme y las empresas de Clarín cuentan con un tendido aéreo que les cuesta cinco veces más barato que el soterrado.

Las fuentes explicaron que el costo de soterrar un cable de fibra óptica es de 100 dólares por metro, por lo que Cablevisión debería invertir una millonada –se habla de una suma que podría alcanzar los 800 millones de dólares–.

Y la flamante ley brindará créditos fiscales de 4,5 millones como máximo, a sazón de 180 pesos por metro lineal en el primer semestre de vigencia de la ley y 135 pesos para el segundo en la zona más beneficiada por la norma, que es la del Distrito Tecnológico de Parque Patricios.

Por otra parte, según explicaron desde el Ejecutivo porteño, el incentivo de la ley es para el segmento corporativo, no para el servicio en domicilios que otorgan Cablevision y Fibertel.

Como explicaron desde el gobierno, la empresa prestadora de Internet del Grupo Clarín “no tiene los estándares corporativos”. Es que como señalaron las fuentes, la ley estimula el tendido de fibra óptica de “arquitectura simétrica”, es decir, de un ancho de bajada y de subida de igual proporción, para un mínimo de 10 megas de bajada y 10 megas de subida. Estos patrones están muy por encima de los estándares “asimétricos” que Fibertel otorga a los domicilios, de 3 megas de bajada y menor cantidad de kilobytes de subida.

En este escenario, no serán Cablevisión ni Fibertel las empresas beneficiadas con el proyecto. Desde el gobierno adelantaron a La Política Online que las mayores beneficiarias con la nueva ley serán corporaciones prestadoras de Internet a gran escala como Metrotel, que pertenece al Grupo Roggio, la estadounidense Global Crossing y la argentina IPLAN, cuyo CEO, Pablo Saubidet, fue uno de los fundadores de Fibertel.

Desde el gobierno porteño explicaron que si hay una empresa beneficiada que pertenezca al Grupo Clarín, esa será Fibercorp, que provee Internet a grandes y pequeñas empresas, pero no a domicilios.

En tanto que Telefónica y Telecom tampoco se verían beneficiadas por la ley, como se rumoreaba en la Legislatura, por las mismas razones que atañen a Cablevisión: sus principales ingresos no pertenecen al segmento corporativo sino al domiciliario.

En el Ejecutivo porteño destacan que la ley fue trabajada con la Cámara Argentina de Internet (Cabase) que reúne a las empresas proveedoras de Internet y de telefonía, de la que no forman parte las grandes compañías como Fibertel, Telefónica y Telecom que tuvieron una participación menor en la discusión del proyecto.

Por otra parte, la ley tiene vigencia por sólo dos años, un tiempo en el que el gobierno espera que se tiendan, si la medida tiene un éxito rotundo, unos 100 km de fibra óptica.

Para que Buenos Aires sea considerada una “ciudad digital”, sostienen que se necesitarían unos 1200 kilómetros de fibra óptica soterrada. Como señalan desde el gobierno, por año se tienden unos cinco kilómetros. “A este paso llevaría unos 200 años cubrir toda la ciudad”, bromean no sin cierta resignación.