Congreso de Aeda

Miguel Bein afirma que la Argentina llegó al “pleno empleo”

El economista Miguel Bein que expuso en el congreso de Aeda, afirmó que por primera vez en décadas la Argentina alcanzó el pleno empleo. Explicó que pese a que el índice de desempleo supera levemente el 7 por ciento –cuando se estima que técnicamente el pleno empleo oscila entre el 3 y el 4 por ciento-, esto ocurre porque en ess amasa de desempleados no hay gente capacitada para los puestos de trabajo que se necesitan cubrir. 
Miguel Bein fue la estrella de la segunda jornada del congreso que Aeda está realizando en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Como es habitual, mechó su exposición con chistes y bromas para la tribuna, que fueron agradecidas por los asistentes que se adormilaban en el calorcito del salón del confortable salón de conferencias. Bein dividió su exposición en dos tramos, desarrollando en primer lugar su diagnóstico sobre la crisis global.

En ese marco, realizó un análisis histórico acerca de las acciones de la FED desde la década del 70, y recalcó que en períodos previos cuando subían las tasas de interés en Estados Unidos los países emergentes “temblaban”.

El presidente de Bein y asociados criticó las posturas que años atrás mostraban a Irlanda como “modelo”, argumentando que el nivel de deuda alcanzado por las familias de ese país pasó de 50 a 100 parte del producto en seis años, una velocidad varias veces superior a la experimentada en EEUU.

Luego al referirse al capítulo local hizo énfasis en el nivel alcanzado en la producción de granos y oleaginosas, que estaría por alcanzar los 110 millones de toneladas, de los cuáles 50 son de soja. Bein destacó la performance del sector agrícola durante los últimos años, a la que caracterizó de “revolución”. “Acá hay duplicación de la producción pero también de precios; el impacto es muy fuerte” comentó y reiteró su teoría de que la soja cambió estructuralemnte a la economía aregntina, resolviendo el histórico problema de la falta de divisas.

En ese sentido consideró a la producción de la oleaginosa, que “a pesar de no crear empleo” sirve como un instrumento para sostener las políticas del gobierno y cubrir los déficits que habría en el sector manufacturero si esta cantidad de dólares no ingresara al país. Se mostró muy optimista con el futuro de la economía argentina y del precio de los commodities, rechazando la tesis de algunos especialistas que consideran que una desaceleración en la economía china repercuta con efectos a la baja para las materias primas, cuando dijo burlonamente, que esa desaceleración si se concretara podría llevar a China a crecer “apenas al 8,1 por ciento” y se preguntó como es posible que esto porvoque un cambio en los hábitos de consumo de alimentos de los chinos. “Yo creo que incluso puede subir el precio de la soja”, arriesgó.

En su exposición arriesgó que la economía argentina está cerca del pleno empleo: “es la primera vez que hay una balanza comercial equilibrada con la existencia de pleno empleo”.

Explicó que si bien la economía tiene poco más del 7 por ciento de desempleo, este no baja de esos niveles porque se topa con una barrera de capacitación de esa gente que no tiene trabajo por ese problema, no porque no haya empleos para ofrecer. De esta manera, explicó su teoría sobre un pleno empleo “a la Argentina” qe se ubica en torno al 7 por ciento, cuando técnicamente se considera que para alanzar esta categoría un país debe tener una tasa de desempleo que oscile entre el 3 y el 4%, que se consiedra desmepleo fraccional, esto es que registra los que están cambiando de empleo o simplemente elijen no trabajar.

Por último elogió el proceso de desendeudamiento que comenzó con Néstor Kirchner, al que dijo estar haciéndole de esa manera “un homenaje”. Para Bein la quita de la deuda fue la medida más destacable del ex presidente, lo cual permite “tachar la doble” al default argentino.

Ya cercano al cierre de su exposición Bein planteó lo que para él es “el debate que viene”: la relación entre la suba acelerada de los salarios del 2009 y la reducción del superávit comercial desde la misma fecha. Al respecto señaló las dos opciones posibles para el gobierno: la primera de ellas, aumentar el tipo de cambio; la segunda, financiar el déficit comercial con la cuenta capital, es decir, mediante algún préstamo de algún organismo internacional de manera que la relación deuda/PBI se mantenga.