Cristina dispuesta a cancelar la deuda con Córdoba si De la Sota baja las jubilaciones
Sería el planteo que le haría a Schiaretti el titular de la Anses, Diego Bossio, a quien la presidenta encomendó ocuparse del tema. El gobernador le reclama una deuda de 563 millones. "Yo no voy a pagarle la campaña presidencial a De la Sota", habría aclarado la presidenta.
Cristina Kirchner estaría dispuesta a pagar la deuda que tiene con Córdoba destinada a cancelar el déficit que tiene la caja previsional, pero antes de pautar otra ayuda exigirá una reforma del sistema previsional, que registra un déficit de hasta 100 millones mensuales.
La presidenta recibió anoche al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, con quien repasó las obras pendientes para luego abocarse al principal agujero financiero de la provincia. Para subsanarlo el mandatario acordó que la Nación le pague el déficit a cambio de retirar un juicio por deudas que mantenía ante la Corte Suprema.
Pero este año Schiaretti asegura no haber recibido ni un peso por ese acuerdo y así lo hizo saber en tres cartas que envió a la Anses. Reclama una deuda de 563 millones, que se suma a obras públicas por algo más de 600. Para el año que viene los cálculos indican que la caja perdería hasta 1500 millones de pesos.
En la reunión Cristina le hizo saber que el titular de la Anses, Diego Bossio, se abocará al tema. Y el rumor que recorre los pasillos presidenciales es que estaría dispuesta a cancelar la deuda pero no a retomar un compromiso similar con José Manuel De la Sota, quien asumirá el 10 de diciembre en medio de un duro enfrentamiento personal con la presidenta.
La jefa de Estado le achaca no haber cumplido los acuerdos por el cierre de listas. Contrario a lo que pretendían desde Olivos, el finalmente gobernador electo optó por elegir a su compañera de fórmula y tener su propia lista de diputados, derrotada luego por la kirchnerista.
“No le voy a financiar la campaña presidencial a De la Sota”, habría deslizado la presidenta. Ocurre que uno de los motivos del déficit en la caja de jubilaciones es la reforma que hizo De la Sota antes de abandonar su gestión en 2007.
Cerca de Schiaretti son tajantes. "Primero hay una dueda que la presidenta tiene que pagar. Después se verá", advierten. Hasta el sábado, cuando no conocían la invitación de la presidenta, el gobernador evaluaba llevar el reclamo ante la justicia. Ayer calificó la reunión como "buena".
Sin embargo, el gobernador cordobés sabe que condicionarán la ayuda financiera a una reforma que podría implicar hasta un pedido de recorte de las jubilaciones más altas -algunos dirigentes kirchneristas señalan que hay jubilaciones de hasta 28 mil pesos-.
Por eso, desde Río Cuarto, Schiaretti avisó: "Cuando firma acuerdos, la Nación plantea la necesidad de armonizar los regímenes provinciales. Pero siempre quedó claro que lo que no fuera armonizado es responsabilidad de las provincias. Por eso, nosotros nos hacemos cargo del 30 por ciento del déficit. Hay cosas que para Córdoba son innegociables, como por ejemplo el 82 por ciento que cobran los jubilados y está contemplado en nuestra Constitución".
De gira en San Pablo, donde pretende entablar relaciones bilaterales con Córdoba, el gobernador se mantiene ajeno públicamente al dinero de las jubilaciones aún cuando será quien deba resolver el tema. Su diálogo con la Casa Rosada está cortado y no hay indicios de que eso cambie.
La presidenta recibió anoche al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, con quien repasó las obras pendientes para luego abocarse al principal agujero financiero de la provincia. Para subsanarlo el mandatario acordó que la Nación le pague el déficit a cambio de retirar un juicio por deudas que mantenía ante la Corte Suprema.
Pero este año Schiaretti asegura no haber recibido ni un peso por ese acuerdo y así lo hizo saber en tres cartas que envió a la Anses. Reclama una deuda de 563 millones, que se suma a obras públicas por algo más de 600. Para el año que viene los cálculos indican que la caja perdería hasta 1500 millones de pesos.
En la reunión Cristina le hizo saber que el titular de la Anses, Diego Bossio, se abocará al tema. Y el rumor que recorre los pasillos presidenciales es que estaría dispuesta a cancelar la deuda pero no a retomar un compromiso similar con José Manuel De la Sota, quien asumirá el 10 de diciembre en medio de un duro enfrentamiento personal con la presidenta.
La jefa de Estado le achaca no haber cumplido los acuerdos por el cierre de listas. Contrario a lo que pretendían desde Olivos, el finalmente gobernador electo optó por elegir a su compañera de fórmula y tener su propia lista de diputados, derrotada luego por la kirchnerista.
“No le voy a financiar la campaña presidencial a De la Sota”, habría deslizado la presidenta. Ocurre que uno de los motivos del déficit en la caja de jubilaciones es la reforma que hizo De la Sota antes de abandonar su gestión en 2007.
Cerca de Schiaretti son tajantes. "Primero hay una dueda que la presidenta tiene que pagar. Después se verá", advierten. Hasta el sábado, cuando no conocían la invitación de la presidenta, el gobernador evaluaba llevar el reclamo ante la justicia. Ayer calificó la reunión como "buena".
Sin embargo, el gobernador cordobés sabe que condicionarán la ayuda financiera a una reforma que podría implicar hasta un pedido de recorte de las jubilaciones más altas -algunos dirigentes kirchneristas señalan que hay jubilaciones de hasta 28 mil pesos-.
Por eso, desde Río Cuarto, Schiaretti avisó: "Cuando firma acuerdos, la Nación plantea la necesidad de armonizar los regímenes provinciales. Pero siempre quedó claro que lo que no fuera armonizado es responsabilidad de las provincias. Por eso, nosotros nos hacemos cargo del 30 por ciento del déficit. Hay cosas que para Córdoba son innegociables, como por ejemplo el 82 por ciento que cobran los jubilados y está contemplado en nuestra Constitución".
De gira en San Pablo, donde pretende entablar relaciones bilaterales con Córdoba, el gobernador se mantiene ajeno públicamente al dinero de las jubilaciones aún cuando será quien deba resolver el tema. Su diálogo con la Casa Rosada está cortado y no hay indicios de que eso cambie.