Carrió se corre de la campaña y hay guerra interna en la Coalición Cívica

Luego del papelón que hizo Lilita en las primarias y de su consiguiente autocrítica, en algunos sectores de su partido están furiosos porque la chaqueña abandonó la pelea en los distritos para jugarse por un par de diputados nacionales. Le critican su campaña cerrada y hasta en su entorno piden un recambio.
Elisa Carrió asumió toda la culpa por el papelón que hizo la Coalición Cívica en las primarias, pero eso lejos estuvo de calmar las aguas en una fuerza que supo cosechar más de 4 millones de votos en 2007 y hoy, entre resignación, sorpresa y bronca, se está debatiendo si continuar

Este mediodía se reunió la mesa chica del partido, que integran los diputados Adrián Pérez, Horacio Piemonte, Horacio “Toty” Flores, Patricia Bullrich, Maricel Etchecoin Moro. Fue antes de la conferencia de Carrió en la que admitió el fracaso y adelantó que peleará para tener diputados nacionales.

En esa reunión, Carrió les dio a entender a sus colaboradores más cercanos que pasará a ocupar un lugar secundario en la campaña y les adelantó algo de lo que diría por televisión. Como una muestra de su proceder tradicional, cuando ellos les pidieron salir frente a las cámaras junto a ella, Lilita les dijo que no, que ella sola saldría a asumir la derrota. Es su partido, en definitiva.

Luego de la conferencia de prensa, si bien desde el entorno más cercano a Carrió calificaron a sus palabras como un “acto de grandeza que sorprendió a todos”, en sectores que no comulgan con la mesa chica y la manía de decirle todo que sí a la chaqueña, no cayeron bien.

Es que vieron como apresurado que la titular de la Coalición Cívica blanqueara que en octubre será una candidata testimonial, sin ninguna chance de acercarse siquiera al podio, y pidiera al público que vote a sus candidatos a legisladores nacionales, sin importar que corte la boleta y no la vote a ella.

En ese sentido, el diputado provincial Walter Martello dijo a La Política Online que “faltó tiempo para analizar la estrategia a seguir, sobre todo porque hay algunos distritos de la provincia en los que se está peleando por llegar al piso”.

Con las palabras prácticamente de despedida que utilizó Lilita, dejó sin paraguas a los candidatos municipales que aún hoy están esperando el recuento final de votos para saber si podrán competir en octubre. El razonamiento es simple: si con Carrió en carrera arañaron el piso del 1,5 por ciento en sus distritos, qué destino les espera con una candidata en retiro, alejada de la campaña.

Caprichos y ninguneos

Un dirigente muy cercano a Carrió señaló que en octubre se presentará la boleta completa, como ayer, para intentar colocar no más de dos diputados nacionales. Los únicos candidatos con chances son Mario Llambías, en la provincia de Buenos Aires, y Patricia Bullrich, en la Ciudad de Buenos Aires.

Estos dos candidatos, que con los números que sacaron ayer (Llambías sacó el 3,54% y Bullrich el 7,35%) estarían muy cerca de quedar afuera en octubre, representan dos paradigmas de lo que fue la campaña de Carrió.

Lilita se encaprichó con Llambías y provocó que Sebastián Cinquerrui, que iba a encabezar la lista, pegara el portazo y se incorporara al Frente Amplio Progresista de Binner. Como muestra del error estratégico de Carrió, el dirigente rural tuvo una pésima elección y perdió por paliza en su propio distrito contra Julián Domínguez, el ministro de Agricultura del kirchnerismo.

El caso de Bullrich y de la Coalición en la Ciudad es ejemplo de la verticalidad de Lilita. La chaqueña le pagó a la titular de Unión Por Todos con el primer lugar en la lista de diputados nacionales de Capital pero no la dejó hacer campaña como ella quería. Ni a su propio jefe de campaña, el legislador porteño electo Maximiliano Ferraro, le dio posibilidad de influir.

“En febrero ya sabíamos que iba a pasar esto, que se venía en picada por su discurso y sus formas, pero ella no nos quiso escuchar, se cerró como siempre y no nos dejó participar”, dijo un dirigente resignado a La Política Online.

Cómo sigue el partido

La bronca en los sectores disidentes de la mesa chica se convertirá en un intento de conspiración dentro de poco. Lilita anunció que en los primeros días de septiembre, a unos 40 ó 50 días de los comicios generales, la Coalición tendrá un congreso partidario a nivel nacional para analizar los errores de la campaña.

Pero como pudo saber LPO, en la próxima semana, cuando estén los resultados definitivos de las primarias, habrá una reunión entre legisladores y dirigentes bonaerenses que no pertenecen al entorno más próximo de Carrió.

En esta especie de cumbre paralela, estos dirigentes analizarán cómo continuar con la campaña una vez que esté decidida la suerte de los candidatos municipales que abandonó Carrió, de acuerdo a si superaron el piso o no en sus distritos.

En cuanto a la conducción del partido, si bien Lilita adelantó que continuará en la política, desde su propio entorno dijeron a LPO que “ya es hora de que dirigentes de referencia nacional como Adrián Pérez o Alfonso Prat Gay comiencen a pedir pista”.