China volvió a importar aceite de soja, pero el conflicto está lejos de resolverse

El gigante asiático volvió a importar aceite de soja argentino, pero se trata de un acuerdo puntual de exportación por un cupo de 500.000 toneladas que se agota en cuatro meses. Luego, se teme que vuelvan las restricciones.
Si bien durante esta semana salió a la luz que la Argentina volvió a exportar un volumen importante de aceite de soja a China luego de más de un año, lo cierto es que el conflicto comercial con el gigante asiático aún está lejos de resolverse.

Tal como era de esperar, funcionarios del gobierno intentaron mostrar las operaciones de comercio como un éxito las gestiones en las negociaciones de Cancillería y del Ministerio de Agricultura.

Y no era para menos: en mayo la Argentina volvió a exportar aceite de soja a China por un total de 86.443 toneladas, según datos difundidos por el Senasa.

Se trató de una recuperación notable con respecto a los cuatro meses anteriores –enero y abril- en los que se enviaron apenas 25.474 toneladas. De esta manera, en los primeros cinco meses del año las colocaciones del producto fueron de 92.062 toneladas versus 106.050 en el mismo período de 2010 (-13%).

Pero es necesario aclarar que a partir de abril de 2010, China frenó de manera considerable las importaciones de aceite de soja argentino como represalia a las medidas anti-dumping a productos chinos implementadas por el Gobierno nacional.

En este contexto, las exportaciones argentinas a todos los destinos en enero-mayo de este año fueron de 428.913 toneladas versus 398.830 en 2010 (+8%) debido a las colocaciones crecientes realizadas en Egipto, Venezuela y Colombia.

El trasfondo de la cuestión


La operaciñon concretada en las últimas semanas, según dijeron a La Política Online fuentes del mercado, fue producto de un acuerdo sellado por el ministro de Agricultura Julián Domínguez, en el marco de la negociaciones que mantuvo durante la visita al país que realizó en mayo el ministro de Comercio chino, Chen Deming.

En esa ocasión el funcionario del Gobierno Central de China se comprometió a importar unas 500.000 toneladas de aceite de soja argentino durante el transcurso de 2011. El tema es que misteriosamente el enviado asiático no pidió nada a cambio.

Así las cosas, si en mayo la Argentina exportó unas 86.443 toneladas, los analistas consultados prevén que a este ritmo el cupo de 500.000 toneladas se agote en unos cuatro meses más y en octubre/noviembre la situación vuelva a su curso inicial.

El gran interrogante es si China volvería a comprar luego de que se agote el cupo. Si bien esta pregunta es casi imposible de responder (porque la respuesta sólo la conocen los chinos), existen actualmente en el mercado algunos indicadores que permiten aventurar posibles cursos de acción.

Lo cierto es que China nunca explicó con claridad sus motivos para dejar de comprar aceite de soja a la Argentina. En su momento se lanzaron dos hipótesis: que era una represalia por las medidas anti-dumping que impuso el Gobierno a productos de ese país; o que formaba parte d euna decisión estratégica de china de comprar sólo granos, para procesar el aceite en sus propias plantas.

Según datos del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales, en la actualidad nuestro país tiene vigentes 36 medidas anti-dumping (el 43% del total de las medidas de restricción comercial aplicadas por el Gobierno) contra China.

El año pasado, cuando se inició el conflicto aceitero, la Argentina tenía 31 medidas restrictivas contra China. Entre los productos con acceso restringido se cuentan termos, bicicletas, hornos, naipes, vajillas, cubiertos, aires, calzados, tejidos y vajillas.

Otro indicador de que la situación comercial con China está lejos de resolverse es lo que ocurre en la actualidad con Brasil. Si bien los problemas comerciales con el vecino país dejaron de aparecer en los medios, eso ocurre porque ambos gobiernos llegaron a un acuerdo de no-agresión hasta la finalización de las elecciones presidenciales argentinas. Acaso con China se haya alcanzado un entendimiento similar.

Sin embargo, aunque en el caso que China decida retomar su negativa a comprar aceite de soja argentino, esto no plantearía una situación grave para el país. Esta es al menos la opinión del analista de mercados y co-director de la consultora Nóvitas, Enrique Erize.

“Argentina es el primer exportador de aceite de soja del mundo (los otros dos grandes exportadores de aceite de soja son EE.UU. y Brasil). Sumados entre ellos no llegan al 70% de lo que exporta Argentina, que es formador de precios”, respondió.

“Si China dejara de comprar aceite de soja en el tiempo, el escenario se normalizaría porque el resto de los países vendrían a comprar acá”, aventuró Erize.