El Gobierno no consiguió acordar con De la Sota

El kirchnerismo y De la Sota irán cada uno por su lado con boletas propias de postulantes a diputados nacionales. El intendente de Leones, Fabián Francioni, encabezará la lista K, mientras que el ministro de Gobierno de Schiaretti, Carlos Caserio, lo hará por el oficialismo cordobés.
Las idas y venidas y las permanentes fricciones de los últimos cuatro años terminaron por hacer fracasar la pretendida unidad del kirchnerismo y el peronismo cordobés para ir con candidatos comunes a las elecciones tanto en la provincia, el 7 de agosto, como en las presidenciales, el 23 de octubre.

Cada uno irá por su lado con boletas propias de postulantes a diputados nacionales. O sea que se repetirá la experiencia de 2009, que a ambos los condujo a la derrota: el PJ fue tercero y los kirchneristas, cuartos.

El cierre del plazo para anotar las listas los encontró divididos, sin poder superar las diferencias, fundamentalmente en cuanto a la cantidad de cargos y ubicación en las boletas. Se mantuvo así la misma situación que ya se había planteado en mayo, cuando debían inscribirse los candidatos para la elección provincial.

En esa oportunidad, el kirchnerismo le reclamaba al PJ liderado por el gobernador Juan Schiaretti y el candidato a gobernador José Manuel de la Sota que le otorgara más cantidad de lugares y ubicaciones más expectantes. Pero el mayor punto de conflicto fue el cargo de vicegobernador. De la Sota eligió a la intendenta de Laboulaye, Alicia Pregno, mientras que la Casa Rosada pretendía colocar a un hombre de confianza del gobierno nacional.

Hubo infinitas negociaciones y presiones que no lograron torcer la voluntad de De la Sota. Entonces, los "K" recibieron la orden "desde arriba" de que todos los incluidos en las listas del PJ se bajaran y no se inscribiera la alianza. Tras ello, optaron por no presentar candidatos para la elección legislativa cordobesa.

Con posterioridad, se restablecieron los canales de diálogo en busca de un acuerdo para las elecciones del 23 de octubre. La intención del kirchnerismo era lograr el consenso para que todo el peronismo fuera unido a votar la reelección de la presidenta Cristina Kirchner. Esto es porque el electorado cordobés se mantuvo siempre adverso al kirchnerismo y la única forma de revertirlo era la actuación en bloque con la estructura del PJ local. Sin embargo, la negociación naufragó.

Desde 2007, De la Sota le cuestionó con dureza al matrimonio presidencial el no envío de los recursos que correspondían a la provincia. Con posterioridad, Schiaretti -ya como gobernador- tuvo un fuerte alineamiento con el sector agropecuario durante el conflicto de 2008 por las retenciones. Ello enardeció al kirchnerismo, que congeló la liquidación de fondos y puso en grave riesgo las finanzas provinciales, al punto de que Schiaretti amenazó con la emisión de bonos. Finalmente, ese problema quedó zanjado.

De todos modos, la tirantez en las relaciones perduró en el tiempo, hasta que entraron en un virtual clima de entendimiento en el último año de vida de Kirchner para que De la Sota fuera su candidato a gobernador en Córdoba.

Después, a la hora de definir candidatos, la paz se transformó en guerra. De allí la ruptura política de estos días. Desde la Casa Rosada, sus seguidores recibieron la orden de que el Frente para la Victoria presente su propia lista de postulantes a legisladores nacionales, encolumnados detrás de la figura de Cristina Kirchner.

Fue así que quedó conformada la lista K, encabezada por el intendente de Leones, Fabián Francioni, junto con la actual diputada Nora Bedano, esposa del intendente de Villa María, Eduardo Accastello; Mónica Gutiérrez (delegada de Anses Córdoba); el intendente capitalino Daniel Giacomino; Martín Fresneda, abogado de organismos de derechos humanos, y el segundo de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Ricardo Moreno. Todos representan a distintas vertientes del kirchnerismo cordobés.

Por su parte, el PJ presentó su lista, encabezada por el actual ministro de Gobierno y presidente alterno del partido, Carlos Caserio, secundado por el titular de la CGT y el Smata, Omar Dragún.