Salta: Urtubey bajó la lista kirchnerista y ahora se muestra con Cristina

El gobernador logró que la justicia impugnara un frente vinculado a La Cámpora y avalado por Zannini. Y después de tres años de marcar diferencias con la Casa Rosada, elogia públicamente a la presidenta y empapeló la capital con su imagen a la espera de su visita. Fueron los primeros afiches alusivos a Cristina que se vieron en mucho tiempo. Hugo Moyano tiene su candidato y algunso ex aliados de Romero apuestan por el extrovertido diputado Olmedo.
Juan Manuel Urtubey consiguió que no haya ninguna lista kirchnerista en las elecciones del 10 de abril y, cumplido ese objetivo, se muestra con un aliado al Gobierno nacional, lejos de esa imagen distante con las urgencias de la Casa Rosada que exhibió durante su mandato.

Para sorpresa de muchos seguidores de la política salteña, el Gobernador, que supo frecuentar a Alberto Fernández hasta no hace mucho, preparó una cálida bienvenida para Cristina Kirchner, frustrada por la imposibilidad de viajar de la presidenta. “Fue la primera vez que se vieron afiches con su imagen”, aseguró a LPO Tupac Puggione, dirigente kirchnerista de Salta.

Puggione, que es hijo de desaparecidos, trabajó el año pasado por la construcción de un frente kirchenrista que enfrente a Urtubey. El episodio es una buena muestra de cómo opera la Casa Rosada en las provincias: avaló su carrera electoral Carlos Zannini, secretario Legal y técnico y mano derecha de Cristina, pero nadie lo defendió cuando la justicia, por presión de Urtubey, le bajó la lista.

Ni siquiera se pronunció a su favor La Cámpora, agrupación juvenil que integra y tiene línea directa con Cristina Kirchner. Sólo tuvo el espaldarazo de Martín Sabbatella, llamado a apoyar espacios oficialistas rivales del PJ. Y a dos semanas de la elección en la que Urtubey es el favorito, la presidenta aceptó con gusto compartir escenario con él.

“Urtubey es nuestro enemigo. Es el Menem de esta época, que se hace el progre pero juega con lo peor de la oligarquía de Salta. Sólo pensar que fue vocero de Menem en 1995”, recordó Tupac, indignado por el repentino oficialismo del gobernador.

“Recién cuando nos bajó la lista empezó a hablar bien del gobierno”, completó. Para enfrentarlo armó un frente con representación en casi una veintena de municipios y tras ver caerse a varios “porque se pasaban al gobierno”, logró el apoyo del Partido Comunista provincial. Pero la Corte Suprema se lo vetó en diciembre.

“Fue por presión de Urtubey. Lo increíble es que en Salta los fallos electorales son inapelables. O sea: no podemos hacer nada”, se indignó. Sin él, el kirchnerismo no contará con un candidato propio y dejará su marca con la foto de Cristina y Urtubey, que llegaría mañana. En Salta votan cerca de 700 mil personas, más del doble de las que fueron a las urnas en Catamarca y Chubut.

No tendrá esta vez la venia oficial el diputado Walter Wayar, ex vice de Juan Carlos Romero derrotado en 2007 por pocos votos, cuando llegó como el candidato del peronismo oficial. Para ganar, esa vez Urtubey se apartó del PJ, cuyo sello recién recuperó el año pasado, y se alió al Partido Renovador, creado como resabio de la dictadura militar.

La concentración de poder de una provincia que subsiste con aportes nacionales, más su habilidad publicitaria le permitió a Urtubey hace oficialistas a todos sus ex detractores. “Hoy le responden los 59 intendentes, cuando sólo unos pocos ingresaron con él”, se lamentó Wayar

El ahora diputado acompañó al kirchnerismo en casi todas las votaciones de este año, pero asegura no haber recibido ayuda oficial para la campaña. “Voté con ellos porque soy peronista y de hecho soy quien más votos le dio a Cristina en 2007”, explicó.

Quien sí lo apoyó fue el secretario de la CGT Hugo Moyano, debido a que su compañero de fórmula es el referente del sindicato de camioneros local, Jorge Guaymás. Moyano lo acompañó en un acto justo el día en que detuvieron a Gerónimo Venegas, lo que lo obligó a partir apresurado.

El diputado Olmedo no tendría problema económico para la campaña. El simpático legislador logró el amparo del resabio del romerismo sin terminal en la Gobernación y del insípido Pro local.

“En 2009 gastó 20 millones de pesos para la campaña cuando yo tuve sólo 1.100.000. Y ahora puso 2.500.000 en gorras que trajo de China”, apuntó Wayar. Las gorras son su sello distintivo. Con estos elementos, las únicas encuestas que circularon lo dan tercero cómodo, como mínimo.

El resto de los candidatos no hace mucho ruido. La Ucr vuelve al ruedo con Diego Mariño y Alberto Tonda va por laCoalición Cívica. La cultura piquetera heredada de aquellos primeros cortes de Tartagal le dan siempre vida a espacios de izquierda. Competirán esta vez el Partido Obrero, Libre del Sur y un candidato de Raúl Castells.