Gustavo Martino será el nuevo embajador en China
Se trata del actual cónsul en Chicago. La decisión de nombrarlo en la potencia asiática podría rompe el estricto protocolo chino, ya que no tiene rango de Embajador, lo que puede ser interpretado como un desaire. La causa por la venta de visas a chinos que complica a funcionarios de la embajada en Pekín.
Héctor Timerman guarda bajo siete llaves el nombre del próximo embajador en China. Se trata de Gustavo Martino, actual cónsul en Chicago que en la carrera diplomática ostenta el grado de Ministro de Primera. Esto es en escalón menos que Embajador.
Es por ello que en el Palacio San Martín, los embajadores de mayor experiencia, consideran que el canciller Héctor Timerman, sumó otro desacierto con la designación. Es que el estricto protocolo del gobierno chino podría tomar como un desaire que el representante elegido por la Argentina, no tengo el máximo grado en la diplomacia. “Lo van a tomar como una descortesía, más allá de las bondades personales del elegido”, explicó a LPO un diplomático de larga trayectoria.
Sin embargo, nada de esto parece preocupar a Timerman que por estas horas lidera una nueva caza de brujas internas, luego que fracasara su intento por concretar una jubilación masiva de diplomáticos.
El canciller, comentan quienes lo frecuentan, se queja de manera permanente de que tiene la Cancillería “infiltrada” por los medios, su gran obsesión. Y sobre todo recela de los embajadores de mayor experiencia. Por eso está tratando de aplicar una nueva doctrina: ningún diplomático de más de 60 años tendrá destino. Así aunque no puede jubilarlos, les coarta la posibilidad de ejercer su profesión en plenitud.
La paranoia del canciller Timerman sería de tal magnitud, que él personalmente tacha de las listas de destinos de los diplomáticos a todos los que hayan tenido un rol importante en los 90, y hasta a familiares que lleven el mismo apellido.
Escándalo en Pekín
Como sea, al nuevo embajador en China lo espera una agenda cargada. Es que en sordina, puertas adentro de la Cancillería crece el escándalo de la venta de visas argentinas a ciudadanos chinos. El tema está en manos de la justicia argentina y ya hay procesados.
La maniobra complica a los consulados de Shangai y Beijin, entre otras sedes diplomáticas y por este motivo estaría en una situación delicada la diplomática Virginia Ruiz.
En ese marco, Martino deberá asumir la embajada que dejó vacante César Mayoral, a quien las intensas gestiones de su amigo Carlos “Chacho” Alvarez, no lograron que fue despedido luego de un último entredicho que tuvo con la ministra de Industria Débora Giorgi, cuando esta funcionaria visitó China. Básicamente, en el gobierno le reprochan su mal manejo de la crisis de los embarques de soja argentina, conflicto que sigue surgiendo de manera intermitente.
Es por ello que en el Palacio San Martín, los embajadores de mayor experiencia, consideran que el canciller Héctor Timerman, sumó otro desacierto con la designación. Es que el estricto protocolo del gobierno chino podría tomar como un desaire que el representante elegido por la Argentina, no tengo el máximo grado en la diplomacia. “Lo van a tomar como una descortesía, más allá de las bondades personales del elegido”, explicó a LPO un diplomático de larga trayectoria.
Sin embargo, nada de esto parece preocupar a Timerman que por estas horas lidera una nueva caza de brujas internas, luego que fracasara su intento por concretar una jubilación masiva de diplomáticos.
El canciller, comentan quienes lo frecuentan, se queja de manera permanente de que tiene la Cancillería “infiltrada” por los medios, su gran obsesión. Y sobre todo recela de los embajadores de mayor experiencia. Por eso está tratando de aplicar una nueva doctrina: ningún diplomático de más de 60 años tendrá destino. Así aunque no puede jubilarlos, les coarta la posibilidad de ejercer su profesión en plenitud.
La paranoia del canciller Timerman sería de tal magnitud, que él personalmente tacha de las listas de destinos de los diplomáticos a todos los que hayan tenido un rol importante en los 90, y hasta a familiares que lleven el mismo apellido.
Escándalo en Pekín
Como sea, al nuevo embajador en China lo espera una agenda cargada. Es que en sordina, puertas adentro de la Cancillería crece el escándalo de la venta de visas argentinas a ciudadanos chinos. El tema está en manos de la justicia argentina y ya hay procesados.
La maniobra complica a los consulados de Shangai y Beijin, entre otras sedes diplomáticas y por este motivo estaría en una situación delicada la diplomática Virginia Ruiz.
En ese marco, Martino deberá asumir la embajada que dejó vacante César Mayoral, a quien las intensas gestiones de su amigo Carlos “Chacho” Alvarez, no lograron que fue despedido luego de un último entredicho que tuvo con la ministra de Industria Débora Giorgi, cuando esta funcionaria visitó China. Básicamente, en el gobierno le reprochan su mal manejo de la crisis de los embarques de soja argentina, conflicto que sigue surgiendo de manera intermitente.