¿El dueño de Aluar juega para el Gobierno o para la oposición empresaria?

Javier Madanes Quintanilla quiere ser el próximo presidente de la UIA. Sin el respaldo de los dos grandes secrtores que lideran Techint y las Pymes, quiere que se elija el cargo por voto directo y presentarse como candidato. Plantea una linea acuerdista con el Gobierno, pero se reúne con el CEO de Clarín Héctor Magnetto. Quienes lo respaldan.
La elección de un nuevo presidente en la Unión Industrial Argentina (UIA) suma incertidumbres. Entre que el sector Industriales no logra elegir un candidato y la agrupación Celeste y Blanca pone sus objeciones puntuales, entró en el juego un nuevo actor que complejizó aún más la elección del nuevo presidente de la principal entidad empresaria argentina, que a mas tardar debería designarse en mayo.

El tercero en discordia es Javier Madanes Quintanilla, número uno de la metalúrgica Aluar y ex miembro de la UIA, que ahora quiere volver a la entidad, nada menos que como presidente.

Desde hace unos días circula el rumor de que Madanes quiere presionar para que se llame a elecciones por voto directo para presentarse como candidato. Esto anularía el acuerdo vigente desde 2003 entre los dos sectores mayoritarios de la organización (Industriales y Celeste y Blanca) de alternarse en la conducción cada dos años.

El momento elegido por el dueño de Aluar noe s casual. Es que al grupo Industriales le está costando sintetizar un candidato que reemplace a Héctor Méndez, proveniente de la agrupación Celeste y Blanca.

El candidato original de Industriales era José Ignacio De Mendiguren, pero luego de sumarse a una gira que la Presidenta realizó por Corea, le reprocharon haberse acercado demasiado al Gobierno. Además, se molestaron porque lanzó su candidatura sin consultarlo primero con el sector.

El principal jugador en Industriales es el Grupo Techint, que junto con el Grupo Clarín lideran la Asociación Empresaria Argentina (AEA), organización de la que Madanes también se retiró por diferencias con su conducción.

En principio, los nombres que sonaban eran los de Luis Betnaza, segundo de Techint; y el de Adrián Kaufman, de Arcor. Sin embargo, Paolo Rocca prefirió no estar tan expuesto con su empresa a la cabeza de la UIA y Luis Pagani no quizo perder a su mano derecha.

Por su lado, la línea Celeste y Blanca deja la elección del nombre en manos de Industriales, pero reclaman que sea un dueño empresario, y no un gerente, para no perder peso político.

La estrategia de Madanes, entonces, es generar una división en Industriales (en una movida muy funcional al Gobierno) para lograr mayor apoyo dentro de la UIA y poder llamar a internas. Sin embargo, más allá del ruido mediático que está generando Madanes, lo cierto es que para presentarse como una fuerza alternativa debe tener el aval de al menos 40 miembros de la entidad, lo que según afirmaron a LPO fuentes de la UIA, hoy está lejos de reunir.

Las fuentes agregaron que el súbito espíritu democrático de Madanes lleva por estas horas a sus operadores a deslizar comentarios hirientes: “Al final la UIA parece Egipto” o “¿Los líderes de la UIA quiénes son, Mubarak?”, son algunos de ellos.

Al inicio la candidatura de Madanes contó con el respaldo del CEO de YPF, Sebastián Esquenazi, pero en las últimas semanas se sumaron más activamente los líderes de Ledesma, Pedro Blaquier, de FIAT, Cristiano Ratazzi y de Bridas, Carlos Bulgheroni.

Todos comparten con Madanes un diagnóstico: "No tiene sentido el planteo de oposición dura al gobierno que empujan Techint y Clarín, porque al final nos quedamos sin interlocutores y no se pueden discutir política sindustriales".

Pero las relaciones cercanas de Madanes con el Gobierno podrían terminarse. Es que en el gobierno tienen confirmado que el dueño de Aluar se reunió con el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, antes de lanzar su candidatura.

Quizás sea por eso, que desde el Gobierno se empezó también a girar a Luis Ureta Sáenz Peña, ex embajador en Francia y muy amigo de Cristina Kirchner. Pero desde la UIA dicen que la postulación del gerente ligado a Peugeot es puramente una operación del Gobierno y que, al no ser un empresario dueño, no llegará a liderar la entidad. Además, Ureta Sáenz Peña tendría fuertes diferencias con Ratazzi.

Por el momento, las intenciones de Madanes son solamente mediáticas. Sin embargo, la semana que viene podría presentarse la primera oportunidad para ver que grado de peso real tienen su aspiraciones: está previsto que se reúna la comisión directiva de la UIA y en ese encuentro Madanes pretende que se analice su pedido de elecciones directas.