Lázaro Báez: “Los medios me persiguen porque ya no saben a quien oponerse”
El empresario respondió en exclusiva para LPO las acusaciones que enfrenta por evasión por 400 millones de pesos. Rechazó que la empresa cuestionada –Gotti S.A.- sea de su propiedad como publicó el diario La Nación. Dijo que lo atacan porque "los medios monopólicos con la muerte de Kirchner ya no saben a quien oponerse".
El empresario kirchnerista Lázaro Báez rompió esta noche el silencio que mantenía desde ayer, luego que el diario La Nación publicara en tapa una investigación en la que se lo vincula con una evasión impositiva de 400 millones de pesos a través de la constructora santacruceña Gotti, firma que históricamente se vincula al empresario.
“Nada tengo que ver con esa operación ni con esa empresa que se menciona, pero que todo lo que pasa en Santa cruz me lo atribuyen”, afirmó el empresario en declaraciones exclusivas a La Política Online.
Según el artículo mencionada, Lázaro Báez ingresó a Gotti SA en moratoria fiscal por unos 75 millones de pesos y admitió así una cuantiosa evasión de impuestos.
La compañía estaba en una situación muy complicada por la acumulación de evidencias de evasión mediante la utilización de facturas falsas de las mismas usinas del famoso caso Skanska.
Así surge de la investigación judicial, que está dividida en dos tramos: el menor, por cerca de $ 13 millones, quedó en Buenos Aires, en manos del juez en lo Penal Económico Rafael Caputo, mientras que el segundo y mayor tramo, por los $ 62 millones restantes, fue girado al Juzgado Federal con competencia en Comodoro Rivadavia. Caputo deberá verificar si con el acogimiento a la moratoria la firma Gotti SA cubrió la pretensión fiscal por los impuestos impagos, que en su momento llegaron a estimarse en más de $ 400 millones.
Gotti SA había quedado bajo sospecha en la megacausa "Viazzo", en la que se investigó a más de 3500 empresas por el uso de facturas falsas. Sin embargo, la controvertida ley de moratoria y blanqueo de capitales que promovió la Casa Rosada provocó que cerca del 50% de las empresas en la mira de los fiscales se acogiera a la posibilidad de pagar sus deudas en cuotas y, a cambio, obtener la extinción de la acción penal cuando completaran el cronograma de pagos.
En declaraciones a LPO, Lázar Báez se quejó porque “todo lo que se compra o vende en Santa Cruz me lo pegan”, y opinó que “esto tiene que ver con la lógica que tratan de imponer algunos grupos monopólicos, que se quedaron sin eje editorial con la muerte de Kirchner, y que se mantenían solo por su postura opositora”.
“Son muy poco serios, ahora se quedaron sin saber a quién oponerse, porque saben de destruir solamente y no de construir”, agregó.
“Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre mi pero muy pocos se han tomado el trabajo chequear la información, de consultarnos, de venir a conocernos. El que quiera conocer mi vida que venga a Santa Cruz donde se sabe donde estamos, donde encontrarnos. Todos los días hacemos lo mismo, mi empresa, las obras y no hay otra historia”, agregó.
El empresario agregó que “tengo que agradecerle mucho a mi familia porque hemos pasado momentos muy malos y me ha bancado en todo”, y apuntó que si bien “creo en la libertad de expresión, también creo en los grupos empresarios-mediáticos que tienen sus intereses y que hasta éste gobierno han hecho lo que han querido”.
“Ya no es así, ha cambiado la historia, ya no la ganan los que escriben sino que la escriben los que ganan, y esa es la gente”, concluyó.
“Nada tengo que ver con esa operación ni con esa empresa que se menciona, pero que todo lo que pasa en Santa cruz me lo atribuyen”, afirmó el empresario en declaraciones exclusivas a La Política Online.
Según el artículo mencionada, Lázaro Báez ingresó a Gotti SA en moratoria fiscal por unos 75 millones de pesos y admitió así una cuantiosa evasión de impuestos.
La compañía estaba en una situación muy complicada por la acumulación de evidencias de evasión mediante la utilización de facturas falsas de las mismas usinas del famoso caso Skanska.
Así surge de la investigación judicial, que está dividida en dos tramos: el menor, por cerca de $ 13 millones, quedó en Buenos Aires, en manos del juez en lo Penal Económico Rafael Caputo, mientras que el segundo y mayor tramo, por los $ 62 millones restantes, fue girado al Juzgado Federal con competencia en Comodoro Rivadavia. Caputo deberá verificar si con el acogimiento a la moratoria la firma Gotti SA cubrió la pretensión fiscal por los impuestos impagos, que en su momento llegaron a estimarse en más de $ 400 millones.
Gotti SA había quedado bajo sospecha en la megacausa "Viazzo", en la que se investigó a más de 3500 empresas por el uso de facturas falsas. Sin embargo, la controvertida ley de moratoria y blanqueo de capitales que promovió la Casa Rosada provocó que cerca del 50% de las empresas en la mira de los fiscales se acogiera a la posibilidad de pagar sus deudas en cuotas y, a cambio, obtener la extinción de la acción penal cuando completaran el cronograma de pagos.
En declaraciones a LPO, Lázar Báez se quejó porque “todo lo que se compra o vende en Santa Cruz me lo pegan”, y opinó que “esto tiene que ver con la lógica que tratan de imponer algunos grupos monopólicos, que se quedaron sin eje editorial con la muerte de Kirchner, y que se mantenían solo por su postura opositora”.
“Son muy poco serios, ahora se quedaron sin saber a quién oponerse, porque saben de destruir solamente y no de construir”, agregó.
“Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre mi pero muy pocos se han tomado el trabajo chequear la información, de consultarnos, de venir a conocernos. El que quiera conocer mi vida que venga a Santa Cruz donde se sabe donde estamos, donde encontrarnos. Todos los días hacemos lo mismo, mi empresa, las obras y no hay otra historia”, agregó.
El empresario agregó que “tengo que agradecerle mucho a mi familia porque hemos pasado momentos muy malos y me ha bancado en todo”, y apuntó que si bien “creo en la libertad de expresión, también creo en los grupos empresarios-mediáticos que tienen sus intereses y que hasta éste gobierno han hecho lo que han querido”.
“Ya no es así, ha cambiado la historia, ya no la ganan los que escriben sino que la escriben los que ganan, y esa es la gente”, concluyó.