EEUU cuestionó la voluntad del Gobierno para combatir el lavado

En otro de los documentos de Wikileaks, se muestra a la embajadora Vilma Martínez, que había reportado "la falta de voluntad política" del matrimonio presidencial para combatir el lavado de dinero. Además, hizo mención de que el Gobierno se habría negado a responder consultas de Suiza y otros dos países sobre operaciones dudosas con su dinero. Hasta ahora, este el cable más comprometedor para el Gobierno.
En otro de los cables del Departamento de Estado difundidos por WikiLeaks, la embajadora norteamericana en Buenos Aires, Vilma Martínez, acusó con durísimos términos al gobierno argentino de no colaborar en la lucha contra el lavado de dinero y reportó a Washington sospechas sobre operaciones financieras del matrimonio Kirchner.

Según la nota publicada en el diario La Nación, en un cable secreto de diciembre del año pasado, Martínez afirmó que las autoridades argentinas retuvieron un reporte de operaciones sospechosas que afectaban al "círculo íntimo" de los Kirchner y rechazaron contestar reportes similares sobre el propio matrimonio presidencial enviados por Suiza, Liechtenstein y Luxemburgo.

La embajadora basó esas afirmaciones en un dato que, según dejó por escrito, le había proporcionado el representante legal del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la región.

El envío desde la misión diplomática norteamericana en Buenos Aires lleva la firma de Martínez y está dirigido al Departamento de Estado, con copia al Departamento de Justicia, al de Seguridad Interior, al FBI, la DEA y el Departamento del Tesoro.

"Los Kirchner y su círculo tienen mucho que ganar si continúan manteniéndose laxos" los controles antilavado, escribió Martínez. Y advirtió que si "el gobierno argentino se mantiene indiferente a las políticas antilavado, puede ofrecer un atractivo local para los narcotraficantes internacionales y los terroristas; si no se mueve para cerrar estas lagunas y hace un esfuerzo, puede encontrar pronto a su sistema financiero contaminado por dinero de la droga y fondos del terror".

El fuerte tono de ese mensaje se destaca entre la docena de cables emitidos desde la Argentina, que ya publicaron WikiLeaks, cuatro diarios de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y España, y una revista de Alemania, como parte de la megafiltración de documentos del Departamento de Estado norteamericano que sacude al mundo.

Este cable sobre lavado de dinero y manejos financieros resulta hasta ahora el más comprometedor para el kirchnerismo. Ese texto destroza las políticas antilavado del Gobierno y plantea desconfianza ante los anuncios realizados en el área, aunque apuestan a que la designación de Julio Alak, como ministro de Justicia, podía revertir esta idea. En diciembre de 2009 Alak había hecho declaraciones en las que se comprometía a impulsar medidas antilavado y eso había caído bien en la embajada de Estados Unidos.

Esta idea, de todos modos, se pondrá a prueba en febrero próximo, cuando el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el organismo internacional para la lucha contra el lavado de dinero, vuelva a evaluar al país.

El cable diplomático reseña que los técnicos antilavado son escépticos sobre las intenciones del gobierno argentino de combatir el blanqueo de dinero y creen que, por el contrario, el lavado de capitales de la evasión fiscal, la corrupción, son un problema. Y añade que las operaciones financieras del narcotráfico son una preocupación creciente.

El cable señala que la Argentina fue examinada por lo realizado durante 2008 y que en ese lapso se aprobó la ley que permitió el blanqueo de capitales del exterior, sin pagar impuestos.

El informe del grupo internacional se basa en lo expresado por el jefe del equipo, Fabio Contini, consejero económico de la embajada de Italia en el país, que estuvo aquí más de un año y está casado con una argentina. Expresó Contini -según escribió Martínez- que las medidas antilavado están pensadas para cumplir mínimamente con los estándares internacionales y "no demuestran un real entusiasmo por limpiar el sistema financiero".

Rescata la fortaleza de la legislación, pero, en cambio, dice que la aplicación de la ley es laxa, con inspecciones deficientes. Y critica a jueces y fiscales porque parecen indiferentes a la hora de impulsar investigaciones sobre este delito. También cuestiona con fuerza al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de quien dijo que frustra los avances en cuestiones de política antilavado.

El cable relata que el ex jefe de la oficina local del grupo de Acción Financiera, Juan Félix Marteau, bien visto por la diplomacia norteamericana, fue reemplazado por influencia de Fernández. Asumió en su lugar Alejandro Strega, hijo de un abogado laboralista cercano al jefe de Gabinete, desde sus tiempos de intendente de Quilmes. Las fuentes citadas por Martínez le sugirieron que el alejamiento de Marteau se debió a su insistencia en investigar los casinos donde tenían intereses hombres cercanos al kirchnerismo.

La embajadora menciona que la Unidad de Información Financiera (UIF), que es el organismo argentino antilavado, estaba a cargo de Rosa Falduto, una funcionaria, dice el cable, sostenida entonces por la jueza María Servini de Cubría y por Aníbal Fernández. "La UIF es una institución inepta y políticamente comprometida", escribe Martínez, con palabras de su fuente del FMI.

Según ese informante, la embajadora señala que Falduto se mantenía en esa posición porque le resultaba útil a la presidenta Cristina Kirchner y a Néstor Kirchner.

Y en el párrafo más sensible, escribe que el funcionario del FMI le relató que "Falduto está reteniendo personalmente reportes de transacciones sospechosas sobre el círculo íntimo de los Kirchner y se ha negado a responder a los reportes de operaciones sospechosas sobre los propios Kirchner, procedentes de Suiza, Liechtenstein y Luxemburgo.