Según Aníbal, las acusaciones de la Embajada “son una estupidez”
El jefe de Gabinete aseguró que no le "da entidad" a los cables de la embajada de los Estados Unidos que lo vinculan con el narcotráfico y el espionaje a la oposición. "Es un problema del Departamento de Estado, no nuestro", indicó Fernández. Además, aseguró que está "decepcionado" con el encargado de negocios Thomas Kelly.
El jefe de Gabinete Aníbal Fernández minimizó los cables de la embajada de los Estados Unidos que lo vinculan con el narcotráfico y con el espionaje a dirigentes de la oposición y remarcó que no le dará “entidad” a “una estupidez”.
"Esto es un problema de los Estados Unidos, no nuestro. Es un problema del gobierno de los Estados Unidos y del Departamento de Estado. Yo no estoy dispuesto a darle entidad a tal estupidez", señaló Fernández al canal de noticias C5N.
En nuevos documentos revelados por el sitio Wikileaks en lo que se conoce como el “cablegate”, varios informes de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires señalan que Fernández, “como muchos políticos argentinos, está salpicado por rumores de corrupción, incluidos vínculos con el narcotráfico".
“Fernández insiste en que Argentina es sólo un lugar de tránsito y continúa negando la existencia de laboratorios de droga en la Argentina. El funcionario es desde hace tiempo un defensor de la descriminilización del consumo de drogas”, señala uno de los documentos.
Además, otro de los cables, firmados por el encargado de negocios Thomas Kelly, indica que el actual Jefe de Gabinete organizaba “equipos de inteligencia” propios para monitorear clandestinamente los correos electrónicos de políticos de la oposición.
"De grave esto no tiene nada. Si fuera grave, lo que pasó hace dos años y medio tendría que haber tenido consecuencias lógicas. Uno sabe lo que está haciendo. Cuando fui ministro de Justicia y Derechos Humanos, fuimos el único gobierno que detuvo bandas de narcotraficantes", se defendió Fernández.
Además, aseguró que se siente “defraudado” por Kelly “si es que escribió eso”.
“Si es así me parece un mamarracho e indicaría que su carrera se está yendo al tacho de la basura", señaló el jefe de Gabinete.
"Esto es un problema de los Estados Unidos, no nuestro. Es un problema del gobierno de los Estados Unidos y del Departamento de Estado. Yo no estoy dispuesto a darle entidad a tal estupidez", señaló Fernández al canal de noticias C5N.
En nuevos documentos revelados por el sitio Wikileaks en lo que se conoce como el “cablegate”, varios informes de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires señalan que Fernández, “como muchos políticos argentinos, está salpicado por rumores de corrupción, incluidos vínculos con el narcotráfico".
“Fernández insiste en que Argentina es sólo un lugar de tránsito y continúa negando la existencia de laboratorios de droga en la Argentina. El funcionario es desde hace tiempo un defensor de la descriminilización del consumo de drogas”, señala uno de los documentos.
Además, otro de los cables, firmados por el encargado de negocios Thomas Kelly, indica que el actual Jefe de Gabinete organizaba “equipos de inteligencia” propios para monitorear clandestinamente los correos electrónicos de políticos de la oposición.
"De grave esto no tiene nada. Si fuera grave, lo que pasó hace dos años y medio tendría que haber tenido consecuencias lógicas. Uno sabe lo que está haciendo. Cuando fui ministro de Justicia y Derechos Humanos, fuimos el único gobierno que detuvo bandas de narcotraficantes", se defendió Fernández.
Además, aseguró que se siente “defraudado” por Kelly “si es que escribió eso”.
“Si es así me parece un mamarracho e indicaría que su carrera se está yendo al tacho de la basura", señaló el jefe de Gabinete.