Lejtman, la primera víctima del acercamiento de Vila-Manzano al Gobierno

Dejó la dirección periodística de América. Inicialmente soldado de los mendocinos, en los últimos tiempos decidió apoyarse en De Narváez. Su renuncia mostró la pelea interna que se batalla entre los empresarios del Grupo Uno y el diputado nacional por Papel Prensa.
Román Lejtman es la primera víctima del acercamiento del empresario Daniel Vila y José Luis Manzano al Gobierno. Dejó este martes la dirección periodística del Grupo América y mostró la batalla interna que se da entre los mendocinos y Francisco de Narváez.

Lejtman fue inicialmente soldado de Vila y Manzano, pero desde hace un tiempo decidió apoyarse en el diputado nacional que aún no se decide si postularse como candidato a Presidente o a gobernador bonaerense en las elecciones de 2011.

El problema es que Vila y Manzano iniciaron un proceso de acercamiento al kirchnerismo al que, ahora, apoyan.

Los motivos son principalmente dos. El primero es la generosa pauta que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, está destinando a sus diarios del interior. El segundo, la discusión por Papel Prensa. La pelea del Gobierno por la fábrica de celulosa que comparte con el Grupo Clarín y La Nación alimenta las ilusiones de los empresarios de poder acceder al papel a los mismos precios privilegiados que gozan los principales matutinos nacionales.

En ese marco, Lejtman quedó en fuego cruzado y finalmente se hizo imposible sostener su permanencia en el cargo.

Vila-Manzano versus De Narváez

Las diferencias en entre los socios de América quedaron en evidencia este viernes, cuando El Cronista Comercial publicó en su tapa una entrevista realizada a Héctor Magnetto en el Financial Times, en la que mostró su atrincheramiento en la pelea con los Kirchner. "Si el fin era domesticarnos, no será fácil”, dijo el Ceo de Magnetto, hoy principal enemigo del Gobierno.

La nota sale después de que el diario La capital, insignia de los matutinos que Vila y Manzano tienen en el interior el país publicara un crítico editorial contra Clarín y La Nación a los que acusó de “perjudicar” a los diarios del interior manteniendo una “posición monopólica” impidiéndoles acceder a las toneladas de papel necesarias y obligándolos a importarlas con precios más caros.

Lo cierto es que Vila mantiene una relación zigzagueante con el Gobierno y Clarín. Fue uno de los ideólogos de que la AFA rompiera el contrato de televisación de los partidos de fútbol con TyC Sports, el primer golpe al multimedio de Ernestina Herrera de Noble.

Luego se opuso fervientemente a la Ley de Medios y se alió con Clarín para tratar a los Kirchner como dictadores. Es que si el Gobierno la aplicara golpea directamente al corazón que dio nacimiento al grupo, su red de cables en el interior del país condensada en la firma Supercanal.

Se mantuvo callado, en cambio, con el tema de Fibertel -el Gobierno declaró la caducidad de la licencia a esa empresa y le prohibió a Cablevisión brindar servicios de internet, argumentando que la compañía fue dada de baja por el Grupo Clarín en 2008-. El silencio probablemente se debe a que miran el negocio de hacerse cargo del mercado que dejará la proveedora de banda ancha.

Pero, como si fuera una de cal y una de arena, mientras Vila critica la nueva normativa para los medios audiovisuales, apoya las que se quieren sancionar para los gráficos, una situación que complica a De Narváez, quien aspira a presentarse como el candidato del peronismo opositor y ganar un cargo ejecutivo en las elecciones de 2011.