Monzó rechazó invitación de Kirchner para volver y el Gobierno le robó a su intendenta

El ex ministro de Asuntos Agrarios de la provincia se reunió durante más de dos horas con el titular del PJ. Tras repasar todos los temas de actualidad el patagónico le dijo que lo necesitaba. Después le ofrecieron un cargo, pero el ahora aliado de Francisco De Narváez lo rechazó. La réplica no tardó en llegar: Randazzo visitó a la jefa comunal de su distrito y la sumó al oficialismo.
Las casi dos horas de charla que el diputado provincial Emilio Monzó tuvo con Néstor Kirchner no bastaron para que en lo sucesivo no haya castigos por seguir sin definirse como oficialista.

Cuando el ahora operador confeso de Francisco de Narváez rechazó sumarse al Gobierno, el ministro del interior Florencio Randazzo fue a su distrito, Carlos Tejedor, y logró que la intendenta María Celia Gianini sí se defina como militante K.

Fue una clásica represalia de Kirchner hacia quien, mirándolo a los ojos, definió a Monzó como uno de los cuatro armadores de la provincia de Buenos Aires. “Los otros son Randazzo, (el ministro de Agricultura) Julián Domínguez y (el intendente de Tigre Sergio) Massa. A ellos los tengo; me faltas vos”, lo apuró en Olivos, hace un par de semanas.

Monzó respondió con silencio, pero a los pocos días debió decidir si aceptaba volver a abandonar su banca, esta vez para ser parte del Gobierno nacional. Prefirió quedarse ahí y seguir recorriendo la provincia promocionando a De Narváez.

El fin de semana llegó la respuesta: Randazzo, compañero de Monzó en la militancia desde hace décadas, fue hasta Carlos Tejedor a endulzarle los oídos a María Celia Gianni, la sucesora del diputado. Con promesas varias, consiguió que se exprese públicamente a favor de los Kirchner.

Las desavenencias de Monzó con el Gobierno comenzaron desde el mismo momento en que arribó a su banca, cuando no tardó en diferenciarse de las diatribas que por aquellos meses partían desde al Casa Rosada hacia el campo.

Terminado el conflicto, Scioli premió su independencia de criterio otorgándole el Ministerio de Asuntos Agrarios. Pero a un año de aquella designación lo echó por volver a marcar distancia con Kirchner. Ahora el propio patagónico lo llamó, pero no hubo acuerdo.