El Gobierno ahora quiere estatizar Ciccone Calcográfica

La Afip pidió la quiebra por una deuda impositiva que tenía la empresa que confecciona papel moneda, cheques y documentos oficiales como cédulas, pasaportes y patentes. En el Gobierno dicen que va a ser absorbida por la Casa de la Moneda. Allí los trabajadores están convulsionados por la noticia de que algunos deberán trasladar sus oficinas a Don Torcuato, localidad bonaerense de la única planta que le queda a la compañía.
Los Kirchner ahora quieren estatizar Ciccone Calcográfica. El viernes la Afip pidió la quiebra de la compañía por la constante falta de pago de deuda impositiva que tiene y en el Gobierno dicen que será absorbida por la Casa de la Moneda

Se trata de la histórica empresa que comenzó en 1952 confeccionando papel moneda, cheques y documentos oficiales como cédulas, pasaportes y patentes, que en los 90 relacionaron con Alfredo Yabrán. Luego de cerrar su planta ubicada en la Zona Franca de General Pico a fines de 2009, mantiene 350 empleados en la de Don Torcuato.

Sería la primera vez que en la Era kirchnerista que es el Gobierno quien pide la quiebra. La estrategia oficial suele ser mantener a toda costa los puestos de trabajo y así lleva a cabo todas las negociaciones con las empresas en crisis, para las que, incluso, tiene preparado el REPRO, que consiste en que el Ministerio de Trabajo paga $600 mensuales por empleado para completar los sueldos de las compañías que analizan suspender o echar trabajadores.

Ciccone no logra levantarse después de que el Gobierno le quitó el millonario negocio de confeccionar y distribuir los DNI –algo que hacía desde 1995, cuando la gestión de Fernando de la Rúa privatizó su fabricación-. En octubre de 2009, el Ministerio de Justicia, argumentó que el servicio estuvo signado por "numerosos incumplimientos de la firma concesionaria".

En el Gobierno aseguran que la idea es que sea absorbida por la Casa de la Moneda nuevamente activa y que fusionarían sus oficinas. Los trabajadores de la empresa estatal están convulsionados por la noticia. Es que algunos deberán trasladarse dejar sus cómodos escritorios ubicados en el centro de la Ciudad de Buenos y viajar todos los días a Don Torcuato, localidad bonaerense donde se encuentra la única planta que le queda a la compañía.