Rumores de ruptura tensan la relación entre AFIP y Aduana

Por "fuertes diferencias de criterio" entre Ricardo Echegaray y María Silvina Tirabassi, estaría condicionada la continuidad de la jefa de la Dirección General de Aduanas. El manejo operativo vinculado con el narcotráfico sería uno de los principales tópicos que desgastaron la relación.
La relación entre el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, y la jefa de la Dirección General de Aduanas (DGA), María Silvina Tirabassi, lleva meses de tensión y en las últimas horas circularon fuertes versiones sobre una ruptura definitiva por "fuertes diferencias de criterio" en materia de control aduanero.

LA NACION intentó verificar la información sobre el alejamiento de Tirabassi tanto en la AFIP como en la DGA, pero no obtuvo respuesta. Algunos medios periodísticos incluso daban por hecho ayer que Echegaray había echado a Tirabassi. El titular de la AFIP se encuentra de viaje y volvería la semana que viene.

No obstante, según pudo reconstruir LA NACION, el vínculo entre el administrador federal y una de sus principales directoras ya se había desgastado hace muchos meses.

Uno de los principales focos de conflicto entre ambos se relaciona con el manejo operativo vinculado con el narcotráfico.

Tirabassi se puso como meta de su gestión posicionar a la Aduana argentina como pionera en el "control inteligente" de las cargas de exportación e importación. Esto es, trabajar codo a codo con todos los operadores de la cadena de producción, logística y transporte de las mercaderías para generar perfiles de riesgo y patrones, de manera tal de poder anticipar información sobre los embarques a las aduanas de destino, y agilizar así el comercio exterior argentino.

Dentro de este esquema, se apunta a disminuir el canal rojo (verificación documentaria y física de la mercadería), apalancando el Sistema Aduanero de Operadores Confiables (SAOC).

Pero este modelo se resquebraja toda vez que en el puerto de Buenos Aires se secuestran, como hace poco más de dos semanas, 4450 kilos de cocaína.

A propósito, el juez Jorge Urso había sostenido en diálogo con LA NACION que en "la Argentina entra y sale droga porque hay más libertad que en otros países", y que habría que "aumentar los controles" porque "sólo se descubre el 10 por ciento de lo que se trafica".

En este contexto es que las diferencias entre Echegaray y Tirabassi se habrían multiplicado: mientras que en la AFIP quieren escanear el ciento por ciento de los contenedores, en la Aduana sostienen que es imposible, no sólo porque sería un paso atrás en los logros obtenidos en cuanto a controles inteligentes, sino sencillamente porque no hay suficientes escáneres ni personal para llevarlo a cabo. Los propios operadores del comercio señalan que sería un "verdadero caos" proceder a un escaneo total de los contenedores, por los costos y las demoras adicionales que se generarían.

Cabe aclarar que tras el hallazgo de 1600 kilos de cocaína ocultos en un contenedor con manzanas destinado a Barcelona, la AFIP dispuso el escaneo previo y "sin excepción" de todos los contenedores a Europa.

En las cinco terminales del puerto de Buenos Aires hay tres escáneres: uno en Terminales Río de la Plata (terminales 1, 2 y 3), uno en Bactssa (terminal 5) y otro en Terminal 4.

Ayer, en el puerto, dos de los tres escáneres estaban fuera de servicio.