Diputados rechazó el DNU que permite usar las reservas y los Kirchner apuestan al Senado

Con 140 votos contra el decreto, 93 a favor y 6 abstenciones, la oposición logró aprobar la nulidad del DNU que habilita al Gobierno a tomar U$S 4.382 millones del Banco Central para pagarle a los bonistas. Dudas por el alcance del rechazo.
Tras 12 horas de debate, Diputados rechazó el decreto de necesidad y urgencia 298 que habilitaba al Gobierno a usar $S 4.382 millones del Banco Central para pagarle a los bonistas.

Finalmente el oficialismo cedió y no exigió la necesidad de dos tercios de la Cámara para rechazar el DNU. Así a las 3 de la madrugada, con la presencia de 240 legisladores, incluido el presidente de la Cámara, Eduardo Fellner, la oposición obtuvo 140 votos, en tanto que el oficialismo recogió 93 votos y hubo 6 abstenciones.

A las 15.35, sólo cinco minutos después de la hora pautada, 136 diputados de diferentes bloques de la oposición dieron quórum para el inicio de la sesión especial, que convocaron con la idea de rechazar el decreto de necesidad y urgencia 298, que crea el fondo de desendeudamiento con 4.382 millones extraídos de las reservas del Banco Central para cancelar deuda con acreedores privados.

Lo habían intentado sin éxito la semana pasada, cuando en sesión ordinaria no alcanzaron el quórum a tiempo y el presidente de la Cámara, el kirchnerista Eduardo Fellner, levantó la sesión. Esta vez llegaron a tiempo y obligaron al kirchnerismo y a sus aliados a ocupar sus bancas y comenzar la resistencia.

Los artífices del quórum, que luego llegaron a 139, fueron 42 radicales (un ausente), 10 del Pro, los 19 de la Coalición Cívica, 29 del peronismo federal (dos ausentes), 6 de peronistas sin patrones, 5 del Gen, los 11 de centroizquierda, los 3 del Frente Cívico Cordobés, los dos catamarqueños y un puñado de monobloques.

Dudas

La polémica se desató sobre el alcance del rechazo. Mientras que para la oposición es una declaración de nulidad del decreto y no necesita del aval del Senado, para el oficialismo el DNU sigue vigente hasta que se pronuncie la Cámara Alta, que debatirá el tema en dos semanas.

La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió sostuvo que la mayoría simple alcanza también para declarar de “nulidad insanable” del DNU, lo que lo haría ilegítimo desde su publicación. Eso obligaría a la presidenta a devolver el dinero de las reservas que ya usó para pagarle a los acreedores privados.

Carrió citó antecedentes de la Carta Magna que permiten anular leyes, que fueron desde el texto original de 1853, que alertó sobre la suma del poder público, a la reforma de 1994, que explicó los hechos que pueden sustentar la necesidad y urgencia que obliga a un jefe de Estado a obviar el Congreso.

“No existía ni necesidad ni urgencia porque el Congreso podría funcionar, quería funcionar y la Constitución dice que hacía falta una ley”, detalló Carrió, en referencia al decreto que le dio vida al fondo de desendeudamiento.

Federico Pinedo, jefe del Pro, avaló la nulidad y lanzó una serie de ironías para defenestrar la defensa que la oposición hace al uso de reservas. “Dicen que con el dinero del Banco Central se paga menos intereses que ante el financiamiento internacional. ¿Por qué no se la roban entonces así no pagan nada de intereses? Lo que hacen es emitir dinero para comprar dólares y provocar inflación”, acusó.

“Con esta decisión tomada en Diputados el decreto es nulo y no hace falta el pronunciamiento del Senado”, sostuvo la chaqueña en contacto con la prensa, tesis compartida por el peronista federal Felipe Solá y el macrista Federico Pinedo y que abre la puerta para recurrir a la vía judicial.

Pero el radical Ricardo Gil Lavedra marcó distancias al reconocer que la ley vigente establece la necesidad de que el rechazo sea hecho por las dos Cámaras del Congreso, aunque aclaró que implica la nulidad del DNU, ya que en el momento en que se dictó no había “necesidad ni urgencia”.

El oficialismo insistió con la idea de que el Congreso s lo puede rechazar o aceptar el decreto pero no declarar la referida nulidad, con lo cual apuesta a que se expida el Senado, sin descartar la variante de aprobar la utilización de reservas vía una ley.