Cómo es el plan de Cristina para distribuir las 3 millones de netbooks

El proyecto "Conectarigualdad.com.ar" surgió como una iniciativa de OLPC que Argentina adhirió en 2006, siendo pionero en América Latina. Luego, la organización de Nicholas Negroponte -con la que contrató Uruguay un plan de similares características- fue rechazada por la Rosada. Por qué Argentina pagó más que el entonces gobierno de Tabaré Vázquez. Los detalles del proyecto. Capacitar a los instructores, la tarea más compleja.
El propio ex presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, al momento de anunciar el ambicioso Plan Ceibal que nutriría de una netbook a cada docente y alumno, lo presentó el 14 de diciembre de 2006 como lo que él consideraba la medida más importante que podría llegar a implementar su gobierno.

Con similares expectativas y en ineludible comparación con el país vecino, Cristina Kirchner, en el Teatro Cervantes –la presentación se llevaría a cabo en Entre Ríos pero no pudo concretarse por un alerta meteorológico que impidió el viaje- hizo un anuncio de características similares, apostando a un cambio tan radical como el que se dio en Uruguay.

Tal como fuentes del Ministerio de Educación pudieron confirmarle a LPO, el proyecto local es más caro que el uruguayo pero “la máquina no tiene nada que ver con lo que ofrecieron ellos”, cuidaron en advertir.

Financiado por la Anses, El programa “Conectarigualdad.com.ar” tiende a distribuir en total unas 3 millones de netbooks para las escuelas secundarias públicas, escuelas de educación especial y los institutos de formación docente, alcanzando a cada uno de los alumnos y en menor medida a los propios maestros. En el plan, el Gobierno invertiría unos 4 mil millones de pesos: más allá de los equipos, se requiere capacitación, infraestructura y lo necesario para lograr una efectiva implementación del proyecto.

Visto así, puede afirmarse que “una computadora por cada alumno” –suerte de slogan y nombre del programa nacional que coordina el Ministerio de Educación- se desarrolló en el marco de la alfabetización digital que ubicó a Argentina, allá por 2006, como pionera en América Latina con respecto a dicha iniciativa.

Inicios del proyecto

Los primeros pasos en el país los daría el proyecto One Laptop Per Child (OLPC), empujado por el laboratorio del MIT, a cargo de Nicholas Negroponte. Las OLPC son hechas por Quanta, la fábrica de laptops más importante del mundo. Si bien Argentina empezó trabajando con dicha organización, “el proyecto se desestimó por varias razones. Fundamentalmente, porque hay un equipo de la UBA que le hizo muchas críticas por temas de mantenimiento y funcionamiento, ya que era un equipo más pensado para primario y nosotros apuntamos al secundario”, detallaron a LPO desde el Ministerio de Educación.

En el ministerio que conduce Alberto Sileoni, a su vez, subrayan que “Negroponte no pudo cumplir con la promesa de vender las computadoras a US$100; terminaban saliendo US$250. En ningún lugar del mundo Negroponte pudo vender las computadoras a ese valor”. Señalan que para alcanzar esos números, se debió haber organizado una megacompra a gran escala, haciendo un frente común con otros países. Un proyecto que, a simple vista, se vislumbra tan rentable para los Estados como complicado de ejecutar por las diferencias de la región.

Es verdad que Uruguay, mediante el Plan Ceibal, cerró el trato con OLPC a un costo final menor que Argentina, “pero nosotros terminamos pagando US$270 contra los US$250, teniendo computadoras notablemente mejores”, argumentan desde el Gobierno. El eco de la noticia no tardó en hacerse sonar, y tan rápido como las críticas, corrieron las especificaciones técnicas que darían fe de la “compra conveniente”.

Diferencias con las PC de Uruguay

Un informe comparativo hecho por el Ministerio de Educación asegura que las máquinas locales –Classmate PC Exomate X352- cuestan US$243,60 cada una, contra los US$205 de la OLPC XO que es la que compró en su momento Tabaré Vázquez. Ahora, según un estimativo que contempla el soporte técnico y los repuestos por 3 años, el valor de las maquinas para Argentina llegaría a los US$273,14 contra US$280 de Uruguay, que en efecto pagó menos porque, según explicaron allegados a Sileoni, “ellos compraron las máquinas por una garantía de 90 días”.

Entre otras diferencias, desde la Rosada señalan que “la memoria física de almacenamiento solicitada para las computadoras de Uruguay es de 2 GB. La capacidad de almacenamiento mínima solicitada de la computadora Argentina es 80 veces superior a la de su par uruguaya”. Además, el modelo argentino cuenta con un procesador Intel N450 1,66 GHz. 64 Bits, que superaría al Geode 0,43 GHz. 32 Bits adquirido por el país vecino.

Las PC de Argentina contarán con una pantalla de 10 pulgadas, las uruguayas son de 7; en materia de seguridad, los equipos locales, en caso de robo o extravío, se vuelven inútiles en cuanto a la información y al equipo, mientras que las uruguayas bloquean sólo la información; el almacenamiento de las máquinas argentinas es de 160 gb, el de las uruguayas, 1gb; entre otras diferencias.

Licitación y etapas

Por medio de “licitación pública internacional y monitoreada por Naciones Unidas” –título pomposo con que gustan describir en el oficialismo a la compra de las 250 mil computadoras que hacen a la primera etapa del plan-, la empresa Exo, Intel y Telefónica se hicieron del primer tramo del proyecto, que durará hasta octubre y que contemplará la distribución –por parte del ejército argentino- de los equipos en 11 provincias, incluidas Buenos Aires y Santa Fe.

“La licitación obtenida el año pasado tiende a las escuelas medias técnicas”, explicó a LPO Marcelo Pobersnik, Gerente de Iniciativas en Educación de Intel, y agregó: “Se entregarán las primeras 33 mil computadoras en abril. Intel desarrolló hace unos 6 años el diseño de la máquina y pone el procesador, pero no es quien la vende”.

La primer camada de máquinas vienen de China, importadas por Exo y Telefónica –quien podría llegar a verle otra arista lucrativa al proyecto en cuanto a la venta del servicio de Internet doméstico, ya que los equipos pueden ser llevados a las casas, e incluso, al terminar el secundario, los alumnos se quedan en forma gratuita con los equipos (otro incentivo para disminuir los índices de deserción escolar). Unas 16 empresas quedaron en el camino de la primera licitación.

El pliego para licitar la segunda tanda de máquinas -2.870.000, lo que implicará un gasto de US$743 millones, que completarán los casi 4 mil millones de pesos que cuesta el plan total con capacitación e infraestructura incluida- será similar a la primer propuesta: se convocará a las empresas del sector informático, pero “para fomentar la industria local, el ensamblado se hará aquí”, adelantan desde el Ministerio. En este segundo período, se integrará el resto de las provincias que no estuvieron incluidas en el primero, y se sumaran las instituciones de formación docente.

Capacitar, el desafío

Según le afirmó a LPO Mario Colque, CEO de Tuquito, una empresa tucumana que trabaja tanto con OLPC como con las Classmate desarrollando software –han asesorado, entre otros, a Uruguay y a San Luis, en donde mediante un programa provincial, se “informatiza” a los alumnos del nivel primario-, vio al anuncio presidencial como “un gran avance tecnológico”.

A su vez, habiendo podido testear ambos equipos y teniendo la experiencia de haber asesorado distintos gobiernos en otras experiencias, advirtió que “hay que tener muy en cuenta la capacitación de los capacitadores. Hay gente que le cuesta y gente cerrada, entonces me parece bien que se afronte esta implementación en educación, pero es necesaria una fuerte política para los capacitadores que vienen, que deberán conocer muy bien los sistemas operativos”.

"Igualdad"

Las máquinas a distribuir –primero en escuelas técnicas por una cuestión de que algunas ya incorporaron la infraestructura necesaria para avanzar con el plan- poseen tanto el sistema operativo Linux como Windows.

En estas materias, ya se capacitan unos 70 mil docentes en todo el país. El proceso comenzó hace dos años, con el armado de cuatro manuales: de ambos sistemas operativos, de características de los equipos y otro sobre estrategias pedagógicas.

El gobierno de Kirchner apuesta al proyecto como una buena vara que arrimará los sectores más descuidados en pos de la “igualdad”. A su vez, desde el oficialismo aseguran que servirá para integrar y educar en las casas.

A su vez, el empuje oficial no se pisaría con otras iniciativas provinciales, ya que éstas apuntan al colegio primario y el anuncio presidencial abarca el ciclo secundario.

Con esto, el kirchnerismo apelaría a un proyecto que en el mundo ha sido siempre aceptado y visto como un paso adelante para los países menos informatizados, y donde la brecha que separa a los ricos de los pobres traza una falla no sólo en lo económico, también en lo cultural. Allí también está el dilema.