La crisis en el hospital infantil Tobar García pone en jaque a Lemus

Se trata del único hospital infanto-juvenil dedicado a enfermedades neuropsiquiátricas. Una torre de siete pisos, donde se instalarán consultorios externos, un laboratorio, una guardia y un laboratorio, apenas tiene terminada la planta baja. El viejo edificio donde funciona actualmente el servicio médico tiene graves problemas edilicios. Además faltan médicos y personal. El ministro de Salud irá a la Legislatura porteña el 6 de abril a dar explicaciones. La pelea con Desarrollo Social y la voz de la Asociación de Médicos Municipales.
Obras sin finalizar, falta de médicos, enfermeras y personal administrativo, inconvenientes de funcionamiento y permanentes protestas son parte del paisaje que sufre el Hospital Carolina Tobar García, el único de la Capital Federal especializado en enfermedades mentales en niños y adolescentes.

Principalmente en el hospital se atienden chicos con problemas neurológicos o psiquiátricos y, además de estar abocado exclusivamente a las patologías mentales de los chicos, es uno de los cinco institutos neuropsiquiátricos de la ciudad.

Los inconvenientes del viejo edificio ubicado en Barracas surgen, como en la mayoría de casos, de la falta de fondos para obras de infraestructura del ministerio de Salud que conduce Jorge Lemus.

En particular la obra más demorada es una torre central de siete pisos donde, se supone, deberían abrirse consultorios externos, la guardia, una cocina y un laboratorio en la planta baja, aulas para docencia, y oficinas administrativas para mantenimiento y trámites.

Actualmente la obra está abandonada a pesar de que tras una presentación judicial del Hospital, la jueza Elena Liberatori exigió la finalización de la obra.

Según cuentan en el Ejecutivo a este medio en septiembre de 2008 se terminó la primera etapa de los trabajos por lo que se amplió el servicio de internación hasta alcanzar 72 camas, y se remodelaron los servicios de rehabilitación, el gimnasio, los consultorios externos y un salón de usos múltiples.

Hoy, dicen, se está intentando avanzar en la segunda etapa de la obra, que incluye la remodelación y refuncionalización integral de la torre, de la planta baja, del subsuelo, y de una cocina-comedor del hospital. El año pasado se invirtieron $900 mil para finalizar con la remodelación del subsuelo y la planta baja.

Pero la tercera etapa siquiera arrancó por falta de presupuesto. Esto incluye la remodelación integral de 6 pisos y de la terraza del cuerpo principal del edificio. En Salud estiman que va a estar terminada en el período 2011-2012.

“Si hay un mango, tengo que privilegiar lo que es asistencial”, le dijo este año el viceministro de Salud, Ralph Kirby a los diputados porteños del PRO cuando le consultaron por el tema.

Acorde a lo que cuenta a LPO Jorge Gilardi, Presidente de la Asociación Médicos Municipales (que agrupa a unos 10 mil quinientos médicos), “hay distintos problemas. Hay una obra con serias dificultades en el avance y hay problemas edilicios que hacen al funcionamiento del hospital. También presentan inconvenientes varias salas de internación y los consultorios externos”.

Entre estos problemas edilicios Girardi apunta, a modo de ejemplo, que “en la terraza hay dificultades para poner una baranda”. Este tema, que podría ser menor en cualquier edificio, en el hospital permitió que dos pacientes se arrojen a la calle.

A pesar de esto el gobierno de la ciudad no tiene pensado cerrarlo por ahora para refacciones como en el caso del Hospital Lagleyze, lo que provocó un vendaval de protestas y quejas.

“No conocemos la idea de que se cierre para las obras”, dice Gilardi, quien sin embargo explica que se necesitan más médicos

Justamente, en este sentido, las autoridades del Hospital presentaron un recurso en la Justicia para reclamar 85 nombramientos más.

En Salud dijeron que no había fondos para ello en el corto plazo. Sin embargo en 2009 se designaron 15 y 23 están en proceso de nombrarse del total. Los otros 47 deben ser propuestos por el Tobar García, explican en el ministerio.

“Los hospitales se construyen con un proyecto médico, y como eso no se ha hecho, hoy está obsoleto el parque tecnológico y con servicios que crecieron más que otros. No hay un plan directriz hacia dónde se está yendo. Y eso termina perjudicando al paciente, y más cuando son niños”, opina Gilardi.

“Estamos pidiendo que lleguen los nombramientos, que el director plantee un proyecto estratégico de salud”, completa.

“El ministerio dice que tienen problemas presupuestarios. Por eso le pedimos al gobierno que tome recaudos necesarios para hacer estas obras necesarias”, concluye el titular de la Asociación de Médicos Municipales.

Otro inconveniente que vive el Tobar García tiene que ver con los pacientes con patologías duales. Esto es, aquellos que tiene una enfermedad de salud mental y consumen drogas, en especial paco.

Los psicólogos del hospital se niegan a atender a estos chicos adictos y en la cartera de Lemus culpan al ministerio de Desarrollo Social a cargo de María Eugenia Vidal por esta cuestión.

Mientras tanto en la Comisión de Salud de la Legislatura porteña que preside el médico Jorge Selser (Proyecto Sur) pretenden que Lemus y el director de Salud Mental, Gregorio Alcaín, den explicaciones.

Por ahora sólo irá el ministro de Salud el 6 de abril a la comisión, luego de un pedido fracasado de interpelación de la oposición.

Por su lado Alcain, un ex psiquiatra del Hospital Moyano, no tuvo una buena experiencia en su incursión con los legisladores el año pasado: confundió términos, no contestó la mayoría de las preguntas y hasta negaba hechos de público conocimiento, según recuerda una legisladora opositora que prefirió reservar sus críticas para abril.