Impuesto al cheque: Cristina se reunirá con los gobernadores en Olivos

Luego de la cumbre con los legisladores kirchneristas, el Gobierno busca disciplinar a los caciques provinciales. La Presidenta apuntará al efecto negativo de coparticipar el tributo y repasará punto por punto los fondos con que la Nación asiste financieramente a sus gobiernos. Evalúan extender la convocatoria a los mandatarios opositores.
Luego de la cumbre con los legisladores kirchneristas en Olivos, el Gobierno se reunirá con los gobernadores para tratar el impuesto al cheque, cuya coparticipación está en la agenda de debate en el Congreso.

"En los próximos días" la Casa Rosada convocará a una reunión similar a los gobernadores, confesó este fin de semana el ministro del Interior, Florencio Randazzo tras la foto de los diputados y senadores del Frente para la Victoria y aliados del Gobierno en el quincho de la residencia presidencial.

El eje central del próximo asado será el impuesto al cheque. La Presidenta intentará ser persuasiva con los mandatarios y apuntará al efecto negativo que puede tener una eventual aprobación en el Congreso de la coparticipación plena de ese tributo que hoy se reparte el 70% a la nación y el 30% se destina a las provincias.

Cuando se dirija a los mandatarios, CFK desmenuzará punto por punto el dinero con que la Nación asiste financieramente a las provincias, entre ellas las partidas para obras públicas, programa de Asistencia Financiera (PAF), ATN y movilidad jubilatoria. El mensaje entre líneas de la Presidenta quedará más que claro: “Lo que les llegará por el impuesto al cheque será menor y para la Nación significaría una pérdida grave”, dijo un colaborador kirchnerista, según el diario El Cronista.

La idea es influir en los mandatarios para que bajen línea a sus legisladores, quienes, según los planes del Gobierno no sesionarán hasta después de Semana Santa.

La organización

Apenas despidió de la quinta a diputados y a senadores, ante los que hizo un discurso de una hora, la Presidente les pidió a su ministros que programen un encuentro con los gobernadores peronistas y con los que, sin serlo, se mueven como aliados del Gobierno.

Hasta anoche, la cita no tenía fecha fija, pero lo más probable, según confió un operador del Gobierno al diario Ambito Financiero, es que se convoque para el sábado próximo al mediodía, al igual que el que hizo con los legisladores nacionales. La mandataria regresa el miércoles de su visita a Lima.

Entre hoy y mañana los ministros Florencio Randazzo y Aníbal Fernández terminarán de recorrer la lista de mandatarios y se definirá si la invitación se amplía más allá de los gobernadores «amigos». Es decir: los peronistas y los cercanos.

En un momento se conjeturó con abrir Olivos para todos, incluso Mauricio Macri y Alberto Rodríguez Saá, los dos jefes territoriales que más tensión mantienen con la Casa Rosada. Esa posibilidad no está descartada, pero, por ahora, aparece alejada.

“Podría ser en las próximas semanas”, confió, anoche, un ministro que escuchó, el sábado, la indicación de la Presidente de armar el encuentro con los gobernadores para unificar el discurso del frente oficial.

Ese pelotón incluye a Daniel Scioli, Jorge Capitanich y Juan Manuel Urtubey -estos últimos integraron la comitiva oficial a Perú-, además de José Luis Gioja (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Urribarri (Entre Ríos), el misionero Maurice Closs y el radical de Río Negro Miguel Saiz.

La duda, todavía no resuelta, es si invitarán al chubutense Mario Das Neves, hipercrítico del Gobierno y promotor de la reforma del impuesto al cheque, si habrá algún intento con Juan Schiaretti (Córdoba) y en qué pelotón ubica el Gobierno a Ricardo Colombi, el correntino que ganó por la UCR, pero apenas asumió recompuso su antigua empatía con los K.

Algo similar ocurre con Fabiana Ríos, quien, por necesidad o sintonía, se mueve, en muchos aspectos, en línea con la Casa Rosada al punto que sus legisladores le han aportado votos clave al kirchnerismo en el Congreso.

Con lista corta o larga de invitados de gobernadores, volverán -como con la CGT y los legisladores- a estar ministros y Néstor Kirchner en las mesas, Cristina de Kirchner prepara un “speech” para recordar que lo ingresa a la cuenta nacional por el impuesto al cheque ronda los 18 mil millones mientras el Gobierno reparte 29 mil millones por reajuste, moratorias y déficit previsional de las provincias.

Con un estilo diferente de su marido, que prefiere los encuentros cerrados y con menos gente, la Presidenta -conforme, según contó, por el resultado del encuentro con legisladores- quiere despejar dudas en los gobernadores con un discurso mano a mano.

Crsitina confía, dicen a su lado, en su capacidad de persuasión. Toda una curiosidad: Kirchner, como presidente y como ex, siempre prefirió la vía de la intimidación para mantener alineados a los gobernadores.

Ese matiz hizo que la Presidente abra Olivos a empresarios, sindicalistas y legisladores. Y que tenga previsto hacerlo con gobernadores.

Jamás ocurrió hasta ahora, salvo cuando se los convocó como aplaudidores para anuncios varios, como la del Fondo Sojero, dato que recordará la Presidenta porque por esa vía, este año, girará a los gobernadores 6 mil millones de pesos, en lo que relatará como un hecho inédito: por primera vez, se reparten fondos recaudados por aranceles a la exportación.