Kirchner reapareció y exigió a la dueña de Clarín el ADN de sus hijos

El ex presidente encabezó un acto en el club Atenas de la capital provincial, en su primera aparición pública tras su operación de carótida. Cargó duro contra la oposición y vaticinó que en 2011 ganará el candidato kirchnerista. Con su presencia desafió los actos de rebeldía del intendente local, Pablo Bruera. Clarín fue otra vez un blanco predilecto de sus críticas.
Néstor Kirchner volvió al ruedo esta noche en el club Atenas de La Plata luego de su operación de carótica y dejó enclaro que lejos de amainar la guerra con Clarín subió un nuevo escalón: como había hecho su mujer la Presidenta semanas atrás, utilizó la causa sobre los hijos de Ernestina Herrera de Noble para golpearla a ella y al CEO del gruo Héctor Magnetto.

Kirchner afirmó sin vueltas que la dueña del grupo Clarín traba los exámenes para que se conozca la identidad de sus hijos, sospechados de ser hijos de desaparecidos apropiados por la dictadura. 

Todos contra Bruera En las gradas y el escenario de Atenas pudieron verse algunas figuras que o bien hasta hace poco estuvieron ligadas al bruerismo o incluso lo siguen estando hasta hoy y que pese a eso aplaudieron y vitorearon efusivamente a Kirchner durante el acto.De este modo, en el estadio desfilaron personajes como Gustavo “Tío” Di Marzio, que trabajaba hasta hace muy poco en la jefatura de gabinete de Bruera, o Leandro “Chaucha” Quiroga, que aún es el director de Política universitaria de la Municipalidad.También se pudo ver a los concejales Miguel Forte y Juan Lotúmolo (que estuvo en el escenario junto a su padrino político, Víctor Santamaría), que hasta la semana pasada pertenecían al bloque bruerista en el Concejo Deliberante pero ahora pegaron el portazo para armar un bloque kirchnerista.La lista de brueristas arrepentidos la completaron Isidoro “Goyo” Harispe, el ex director de políticas culturales de la Municipalidad hasta el pasado 1

"Les molesta muchísimo que la presidenta haya dicho que todos los argentinos tienen derecho a la identidad, a ir al banco genético aprobado por el Congreso", agregó.

El ex presidente puso asi el dedo sobre la llaga, ya que la pelea judicial sobre los hijos de la dueña de Clarín se centra en la negativa de estos a cruzar sus datos genéticos con el banco de datos que contiene la información de gran parte de desaparecidos. Es que hasta ahora las pruebas sólo se realizarían sobre quienes se sospechan fueron sus padres, pero el gobierno pretende cruzar esas muestras con el banco de datos, como usualmente se hace. Por eso, impulsó incluso la sanción de una ley en el Congreso que vuelve este trámite obligatorio.

Kirchner consideró "vergonzante" y "gravísimo" que "la dueña de uno de los medios más importantes del país quiera tener el privilegio de no permitir acceder" a los datos genéticos de sus hijos. Dijo que esa averiguación busca "nada más saber cuál es la identidad de esos pibes, que sepan quiénes son. La verdad solamente, no otra cosa".

"Estaban acostumbrados a que la gente vote y ellos gobiernen. Pero Cristina dijo: la gente vota y gobierna el pueblo, se terminó la presión de estos grupos", sostuvo. Kirchner se refirió al Grupo Clarín como "ese monopolio que encabeza el señor Magnetto" y afirmó: "acuérdense bien de ese nombre, que las Abuelas conocen muy bien".

Un acto contra Bruera


Ante miles de militantes, que según los organizadores alcanzaron los 15 mil contando a la gente que se quedó afuera –el estadio tiene lugar para unas 4 mil personas-, el ex presidente regresó al ruedo político rodeado de los adversarios internos del intendente local, Pablo Bruera.

Lo acompañaron el ministro de Justicia Julio Alak, el líder de la CGT Hugo Moyano, el gobernador Daniel Scioli, el vicegobernador Alberto Balestrini y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

“Queridos amigos y amigas, estoy acá como siempre para todas las batallas que vienen”, comenzó Kirchner, tras un corto discurso del gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Tras enumerar una serie de logros de su gestión y la de su esposa, apuntó contra la oposición, a la que calificó como una “máquina que quiere impedir que Cristina gobierne”.

Después cuestionó el intento de la oposición para controlar las comisiones en el Senado y acusó a los senadores opositores de “alcahuetes del monopolio” en referencia, una vez más, a Clarín. "Hoy hacen el papel lamentable de chiveros del monopolio, o tal vez porque tienen miedo que el monopolio se acuerde de sus historias. Sean libres, tengan confianza en sí mismos", pidió.

Mauricio Macri fue otro blanco del diputado nacional: “Si dijo que en dos años y medio de gestión no pudo hacer nada, ¿cuánto va a necesitar si es presidente, veinte?”, ironizó.

Por último, se refirió por primera vez a su posible candidatura a presidente para el año que viene. “No es momento de hablar de candidaturas, pero el que sea (por parte del kichnerismo) va a ganar; ellos saben que no les alcanza con las encuestas truchas”, disparó Kirchner a la oposición.

El que no salta es un traidor

Como sea, el acto sirvió como excusa para embestir contra el intendente local, Pablo Bruera, que días atrás oficializó que lanzará una corriente para ir por fuera del kirchnerismo a una interna justicialista en la provincia.

“El que no salta es un traidor”, coreaban los militantes y hasta se pudo ver a algunos funcionarios sumarse al cántico. El propio Scioli en su discurso sorprendió al decir que no sirven las “ráfagas de individualidades”, en clara alusión hacia Bruera, con quien mantenía una buena relación hasta hace menos de un mes.

Y como contracara, a Alak se lo vio muy comprometido con la organización del evento, tanto, que incluso mientras Kirchner desarrollaba su discurso se lo podía ver al ministro de Justicia de la Nación dar indicaciones y hacer gestos a los encargados de que todo saliera bien para demostrarle a Bruera que todavía sigue vivo en la política local.

De todos modos, si bien se podían ver pancartas y volantes que rezaban el trinomio “Kirchner-Scioli-Alak”, lo mismo sucedió con el viceministro de Desarrollo Social, Carlos Castagneto y el senador provincial Guido Carlotto. Incluso calle 13 estuvo revestida de panfletos que vivaban la figura de otro platense, el Secretario de Medio Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni.

Esta multiplicidad de pre-candidaturas no augura otra cosa que un futuro cargado de rosca política en el kirchnerismo platense para saber quién va a ser el candidato que le dispute en una interna justicialista el municipio a Bruera.

Por otra parte, otro de los más cuestionados por el kirchnerismo en las últimas semanas es Raúl Pérez, el presidente del bloque de diputados del oficialismo en la Cámara baja bonaerense, por encabezar una reunión en enero en la que se criticó a Kirchner y a Scioli.

Pero a diferencia de Bruera, Pérez se hizo presente en el acto para evitar suspicacias y estuvo sentado en la tercera fila, a unos diez metros del escenario en el que estaban sentadas figuras de menor rango que él, pero menos acechadas por el kirchnerismo.