La Salada ahora quiere separarse de Lomas y reclamará a Scioli su autonomía

La impresionante Feria de la Salada avanza en un proceso de blanqueo que incluye el lanzamiento de una tarjeta de crédito, la venta por Internet y la exportación a México y Brasil. El creciente poderío económico alimenta las ansias de autonomía para el estratégico "Cuartel Noveno", la zona más pobre de Lomas de Zamora donde viven un millón de personas, corazón de aparato peronista. La pelea con la otra feria informal conocida como La Ribera.
La Feria de la Salada sigue dando que hablar. El mayor centro comercial de América del Sur, que fue calificado como "un emblema del comercio ilegal" por la Unión Europea, debe competir con un mercado que aunque cueste creerlo es aún más informal: La Ribera. Esta zona incluye a una serie de puestos precarios instalados próximos al Riachuelo.

Y esta pelea que las autoridades no logran solucionar, alimenta las ansias de autonomía de esta nueva clase política y económica que surgió de las entrañas de la feria ilegal más grande de Latinoamérica.

La Ribera saltó a la fama cuando a fines de 2009 el juez federal de Quilmes, Luis Armella, que lleva adelante la supervisión de las obras de saneamiento del Riachuelo, solicitó su desalojo, lo que derivó en una serie de conflictos y movilizaciones de los puesteros.

El problema de esta feria incluso motiva el recelo de los ya institucionalizados organizadores de La Salada. Como se sabe, la Salada no es una feria sino tres: Punta Mogotes, Ocean y Urkupiña.

El administrador de la Feria Punta Mogotes, Jorge Castillo, entusiasmado con el lanzamiento de la tarjeta de crédito y las exportaciones a México y Brasil, accedió a dialogar con La Política Online sobre sus conflictivos vecinos. “El mercado ilegal afuera de La Salada es culpa de la incapacidad de nuestros gobernantes”, afirmó.

Castillo explicó que “a la vera del Riachuelo están haciendo una autopista, pero la obras van muy lentas porque los armadores y los puesteros de la ribera ocupan las calles, incluso en varias oportunidades quisieron parar las obras”, recordó.

El origen de La Ribera

Los roces con La Ribera comenzaron una década atrás cuando La Salada iniciaba su ascenso imparable. En ese momento, algunos comerciantes callejeros detectaron que podían aprovechar la aglomeración de gente que se acercaba a La Salada para vender sus propios productos en la calle. Luego ese circuito informal se fue extendiendo por la ribera del Riachuelo, que se pobló de endebles puestos que por orden de la justicia fueron derivados.


Comenzó entonces un conflicto que se extiende hasta hoy. Los puesteros resisten y regresan una y otra vez los miércoles y los domingos cuando abre La Salada. Desde este centro comercial propusieron a los puesteros que utilicen las instalaciones de la feria los días que funciona, pero los referentes de La Ribera rechazaron la oferta, ya que el atractivo comercial es precisamente la gran cantidad de gente que se acerca a La Salada los días que abre.

Competencia desleal y autonomía

Castillo denuncia en diálogo con La Política Online que los comerciantes de La Salada sufren una competencia “desleal” de los puesteros, porque “dentro del complejo se pagan 4 millones de pesos anuales de impuestos, mientras que afuera nada”.

En tanto que el administrador de la feria Urkupiña (que limita con Punta Mogotes) y ex candidato a diputado provincial por el Acuerdo Cívico y Social, Enrique “Quique” Antequera, explicó que en su feria se pagan varios cientos de miles de pesos de impuestos por mes.

Sin embargo, Antequera reconoció que “no se puede dejar sin ingresos a los trabajadores de La Ribera y por eso las autoridades nacionales, provinciales y municipales deben resolver este problema”.

En este marco, Castillo adelantó a La Política Online que pedirá al gobernador Daniel Scioli que el distrito conocido como “Cuartel Noveno”, donde viven un millón de personas (casi el 50 por ciento de Lomas de Zamora) sea declarado autónomo como ocurrió con Lezama.

Castillo explicó que por su tamaño Lomas de Zamora resulta muy difícil de administrar: “Parece una familia numerosa, son tantos que no se puede manejar a nadie, por eso nosotros nos queremos separar y administrarnos solos”.

Según recordó, cuando el gobernador Scioli estaba en campaña en 2007 fue a la feria de La Salada para festejar el “Día del feriante” y allí les prometió interceder para que logren la autonomía. Pero luego de asumir al frente del Ejecutivo bonaerense no volvió a pisar la zona.

En marzo, Castillo planea solicitar una entrevista personal con Scioli para reclamarle el cumplimiento de la promesa que hizo en 2007. “Acá vienen a hacer campaña porque saben que el circuito electoral 183 de Lomas de Zamora define la elección, pero el PJ se tiene que acordar que ganan por nosotros. Siempre pasa lo mismo, una vez en el poder se olvidan rápido y no hacen nada”, agregó Castillo que además es el líder del radicalismo de Cuartel Noveno

En tanto, Antequera quien integro la pata peronista del Acuerdo Cívico y Social, no fue tan drástico y señaló: “sería buena la autonomía, pero mientras tanto el Municipio que conduce Martín Insaurralde podría devolver el 50 por ciento de los fondos que envía Cuartel Noveno (a razón de impuestos) en obras para la comunidad”.