Una empresa de Moyano entraría en el transporte de carga de Aerolíneas

Mariano Recalde ratificó un preacuerdo que la Ivetra, compañía presidida por Daniel Llermanos, abogado del líder de la CGT, había firmado en la gestión de Alak. De esta manera, el líder sindical tendría bajo su dominio la logística terrestre, portuaria y aérea.
El líder de la CGT, Hugo Moyano, está a punto de meterse en la logística de Aerolíneas Argentinas y extender el poder que ya tienen en el área terrestre y portuaria hacia la aérea.

Una empresa ligada al jefe de la CGT, Hugo Moyano, firmó una carta de intención con la reestatizada presidida por Mariano Recalde –hijo del abogado del sindicalista– para optimizar el transporte de cargas de la compañía aérea, según informó el diario Crítica de la Argentina.

Se trata de Ivetra, una firma que el año pasado comenzó a operar en el puerto de Buenos Aires y en otras terminales del país, y que desde entonces extendió su alcance al transporte de cereales, entre otras actividades, como adelantó este diario. El objetivo es crear “una DHL o Federal Express argentina”. De esta manera, el principal sostén político del Gobierno controlará el transporte de carga terrestre, el portuario y el aéreo.

La carta de intención, confirmada por fuentes de AA y de Ivetra, data de la gestión de Julio Alak al frente de la aerolínea estatal pero fue ratificada por Mariano Recalde, su sucesor desde julio pasado, que en la actualidad analiza la posibilidad de convertirla en un acuerdo. El entendimiento también contempla a las empresas Correo Argentino y OCA y apunta a capturar una porción mayor del mercado del transporte de cargas aéreas, en la actualidad dominado por la chilena LAN.

Ivetra es una compañía creada hace menos de tres años y está dirigida por el ex juez Daniel Llermanos, actual asesor legal de la Federación de Camioneros, de Moyano. Mientras que el presidente de Aerolíneas es hijo de Héctor Recalde, diputado nacional y principal consejero del jefe de la CGT en temas laborales.

En Aerolíneas dijeron que el propósito de la carta de intención será “desarrollar un convenio de logística en general” a través de las actividades conexas de las dos compañías de correos e Ivetra (a su vez integrada por las transportistas Chenyi y Transporte y Logística S.A.) y la línea aérea. Chenyi se especializa en el traslado de sustancias peligrosas y la facturación de la compañía está a cargo de Valeria Salerno, hijastra de Moyano. “Las empresas conseguirían carga para Aerolíneas y la llevarían en camiones”, fue la explicación sintética de una autoridad de la línea reestatizada.

El entusiasmo por la iniciativa es compartido por todos los participantes del futuro negocio: “Creemos que es posible hacer una especie de DHL argentina”, dijeron en alusión a una de las dos grandes compañías mundiales del transporte aéreo, terrestre y de logística, como también de correo internacional. En Aerolíneas admitieron que la vinculación entre Ivetra y Moyano será un obstáculo para el avance del proyecto. “Pero si es conveniente lo vamos a hacer”, agregó el directivo.

Una autoridad de Ivetra aclaró que de momento no se avanzó sobre un convenio firme y que sólo se trabajó sobre “la factibilidad del proyecto”.

“No tenemos plazos todavía, pero queremos ver si se puede mejorar la tasa de transporte, es decir la ecuación de costos, tarifas, seguridad y otras variables, para capturar más clientela”, agregó el informante. La fuente consultada, además, minimizó la influencia de Moyano al señalar que “la federación de camioneros es un cliente más de Ivetra”.

Los conocedores del sector transportista dieron por hecho que, con el jefe de la CGT como referencia ineludible, Ivetra cuenta con una influencia decisiva a la hora de convencer a nuevos clientes de integrarse al proyecto. “Es difícil decirle que no a Moyano”, reconoció un empresario de la actividad.

El desembarco de Ivetra coincide con el plan de negocios que presentó Mariano Recalde hace unos meses al Congreso. Uno de los objetivos detallados para disminuir el déficit de la empresa es justamente engrosar el transporte de carga, rubro mucho más rentable que el de pasajeros.

Jet Paq es la firma de Aerolíneas Argentinas que se ocupa de la carga. Representa tan sólo el 3 por ciento del ingreso de la firma reestatizada contra el 97% del transporte de personas.

LAN es el líder absoluto del transporte aéreo de carga en la región y en el país. Y ésa es la clave para ser una de las pocas aerolíneas del mundo que en 2009, a pesar de la crisis mundial, mostró números positivos. “Llenan primero la bodega de los aviones y después le suben los pasajeros”, dijo un conocedor del sector aerocomercial. El 24% de sus ingresos provienen del transporte de carga y el resto de los tickets al público.

La firma chilena informó en su balance enero-septiembre de 2009 que ganó u$s 121,3 millones con ingresos por u$s 2.584 millones (1.866 millones por transporte de pasajeros y 613,3 millones de carga). Aerolíneas Argentinas estimó pérdidas de entre 400 y 500 millones de dólares para el año pasado.

De Vido quiere echar a Reclade y ya tiene su reemplazo

Juan de Dios Cincunegui fue uno de los tantos que entró a la Casa de Gobierno el viernes, en medio de nuevos rumores de cambios en la cúpula de Aerolíneas Argentinas.

Es el candidato del ministro de Planificación, Julio de Vido, para presidir la convulsionada empresa estatal. Si bien Cincunegui no está en el día día de la aerolínea de bandera, es director desde diciembre de 2008 nombrado por decreto presidencial.

Es abogado especializado en derecho administrativo de la UCA con estudios en el exterior. Además, ocupó cargos en la administración bonaerense de Scioli. Su último paso fue en el Banco Provincia.

Para otra parte del Gobierno, a Cincunegui le falta roce con la conflictividad gremial. Y su pasado como ejecutivo de Aeropuertos Argentina 2000 y sus gustos poco kirchneristas como la práctica del polo tampoco le juegan a favor a la hora de enfrentar a los líderes de los seis sindicatos de Aerolíneas Argentinas.

El poder de Moyano en la logística argentina

Apenas tres años después de su constitución formal, el Instituto Verificador del Transporte (Ivetra) se convirtió en un jugador central en el ámbito del transporte. Como publicó Crítica de la Argentina en abril pasado, el primer día de ese mes la compañía inició sus actividades en el puerto de Buenos Aires. La firma comenzó a cobrar una suerte de peaje de 14 dólares más IVA (casi u$s 17 en total) por cada camión ingresado al puerto con un contenedor. El propósito del canon es financiar un proyecto de inversión de u$s 16 millones, montado en sociedad con dos terminales portuarias.

La Administración General de Puertos aprobó un proyecto presentado por las terminales e Ivetra para construir en un sector de 3 hectáreas y media un playón para ordenar el tráfico en el área del puerto y generar un espacio para mayor comodidad de los choferes. Se trata de un negocio que no requirió licitación y que generará utilidades por no menos de 6 millones de dólares al año, aunque en función del movimiento portuario en el sector elevaron al doble esa previsión.

El portavoz central de aquella iniciativa fue Omar “Manguera” Pérez, un colaborador muy cercano de Moyano y dirigente del sindicato de los camioneros. Desde entonces, la compañía extendió sus actividades a otros puertos (ya se había instalado previamente en Bahía Blanca) y firmó un convenio con las cámaras de transportistas para incrementar el control de las cargas de granos a través de una nueva oblea o de una modificación de las actuales cartas de porte. El proyecto tendrá dos ejes: el blanqueo del transporte de cereales e impulsar la afiliación al sindicato de Moyano.