Charter K: floja explicación de Recalde por el vuelo para ver la Selección

Se trata de un Boeing 737-700 que transportó a 44 personas, entre los que había funcionarios y sindicalistas, el día en que la Selección jugaba contra Uruguay en Montevideo. El titular de Aerolíneas Argentinas negó que se tratara de un "vuelo vip".
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, negó hoy haber viajado en un vuelo "vip", junto a amigos y sindicalistas, para ver a la selección de fútbol en Montevideo la semana pasada, y aseguró que ese servicio se agregó "porque había mucha demanda de pasajeros, seguramente motivada por el partido".

Recalde reconoció que en ese avión, preparado para 144 pasajeros, solamente volaron 44 personas, y 70 al regreso, aunque remarcó que, en el balance de ese día, con tres servicios hacia la capital Uruguaya, "la compañía tuvo una ocupación altísima, mucho mayor que la habitual, y obtuvo ganancia".

En declaraciones a radio Continental, el funcionario se quejó por las informaciones periodísticas que aseguran que, junto a él, viajaron Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT Hugo Moyano, y el titular del gremio de peones de taxis, Omar Viviani.

"Se inventan una noticia a partir de un hecho que es totalmente distinto. Se dice que yo viajé en 'business', y ese avión no tiene 'business'. Se dice que viajaron Pablo Moyano y Omar Viviani, y es mentira", afirmó.

La información publicada hoy por el diario Critica sostiene que en el asiento 1A se sentó Mariano Recalde y en el 2F, Facundo Moyano. En tanto que Eduardo de Pedro, amigo de Recalde y director de la empresa, se ubicó en el 1C. Y el diputado ultrakirchnerista Juan Cabandié en el 4A.

La lista de amigos de Recalde se completa con Andrés Larroque, secretario general de la agrupación de la juventud kirchnerista La Cámpora, José Domínguez, Gerónimo Usterroz, Franco Vitali, también de La Cámpora, Julián “Patucho” Álvarez y Diego Lasalla. En sus declaraciones de hoy Recalde eludió desmentir la presencia de estos dirigentes kirchneristas.

Hasta el propio vocero de la compañía, Daniel Mendes, se subió al charter kirchnerista para ver a la Selección de Maradona.

Tanto en la empresa como los propios pasajeros K aseguran que pagaron sus boletos pero la lista de los viajeros a los que tuvo acceso este diario muestra que pagaron la tarifa W. Significa que se compraron con una orden interna (451/09) y sin precio a la vista. El vuelo se programó apenas 24 horas antes del partido, el miércoles de la semana pasada. Y el resto del pasaje fue mayormente familiares de jugadores del seleccionado.

Si bien en la empresa dicen que fue un vuelo regular, un factor que le dio más característica de “charter” que le produjo una pérdida a la compañía estatal es el hecho de que en vez de ir y volver (como suelen hacerse en los destinos cercanos como éste), quedó siete horas parado en el aeropuerto de Carrasco. Volvió a las 2 de la mañana del jueves.

Para evitar cualquier sospecha de taxi áereo, Aerolíneas le puso nomenclatura de vuelo regular. Así fue que el AR 1204 salió de Aeroparque a las 15.27 y el AR 1205 volvió a la 1.45 del jueves con casi igual cantidad de pasajeros. Recalde y sus amigos, en cambio, optaron por volver en el vuelo 1961 con la selección que aterrizó en Ezeiza. Hubo cánticos contra los periodistas y fotos con los jugadores, que muy imprudentes, Recalde y sus amigos hicieron circular por Facebook.

"Lo que ocurrió es que, como cualquier compañía aérea, como lo ha hecho Buquebús, ese día se agregaron frecuencias a Uruguay porque había mucha demanda de pasajeros, seguramente motivados por el partido de la selección. Se agregó un vuelo porque estaban completos los dos primeros aviones", precisó esta mañana Recalde, sin ponerse colorado.

Según el hijo del abogado de la CGT, "a raíz de eso fue que la gerencia comercial sugirió agregar un vuelo más a Montevideo. Si uno cuenta la cantidad de pasajeros que volaron en esos tres vuelos ese día, va a ver que la compañía tuvo una ocupación altísima, mucho mayor que la habitual, y obtuvo ganancia".

"En ese vuelo y en los anteriores viajaron pasajeros que pagaron su boleto como cualquier hijo de vecino, incluso yo, porque cualquier empleado de Aerolíneas Argentinas tiene por convenios y resoluciones franquicias para viajar en los aviones de Aerolíneas. Me pareció que era bueno pagarlo, y pagué el boleto entero como cualquier pasajero", agregó.

Sin embargo, ante las repreguntas de los periodistas Recalde tuvo que conceder que "quedaron algunos asientos vacíos", y dijo que hubo "48 pasajeros a la ida" y "a la vuelta viajaron más de 70".

Por otra parte, Recalde -quien hoy concurrirá al Congreso junto al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, para informar sobre la evolución de la compañía aérea desde su estatización el año pasado- informó que la empresa tiene "un déficit operativo mensual de entre 120 y 150 millones de dólares".

Consideró que la situación de Aerolíneas quedará regularizada "cuando termine el juicio. Indefectiblemente la compañía va a pasar a ser propiedad del Estado nacional. Lo único que falta decidir es el precio de la indemnización que tiene que cobrar (la empresa española) Marsans", que estuvo a caro de la concesión durante siete años.