Cómo financian el plan "Kirchner 2011" con fondos para cooperativas

Las sospechas son en torno al Plan de Ingreso Social con Trabajo que anunció Cristina en agosto. Son $1.500 millones para delegar obras menores en cooperativas que adjudican los municipios. Aunque los trabajos no se terminan, funcionarios municipales firman los certificados a cambio de "retornos". El pago es la fidelidad a Kirchner, a quien ya le organizan actos para lanzar su carrera presidencial. La mirada sobre Emilio Pérsico.
La campaña presidencial Néstor Kirchner 2011 parece que ya tiene adjudicados los primeros fondos oficiales de financiación. Según una dura denuncia que están lanzando desde agrupaciones sociales no alineadas a la Casa Rosada, el Plan de Ingreso Social con Trabajo de 1500 millones de pesos que anunció Cristina Kirchner hace un mes tiene como destino final, mediante un circuito perverso y habitual de clientelismo, asegurarle al ex presidente la fidelidad de los denominados piqueteros K y de varios intendentes del conurbano bonaerense.

Unas veinte organizaciones sociales realizaron ayer una marcha articulada con cortes simultáneos en los accesos a la Capital Federal y en otras trece provincias para denunciar la existencia de un “manejo clientelar” en el plan de 100 mil nuevos empleos que la presidenta presentó el 14 de agosto pasado.

Ese proyecto se encuentra recién en un “plan piloto” del Ministerio de Desarrollo Social denominado PRIST (Programa Ingreso Social con Trabajo). A través de él y por intermedio de las distintas municipalidades, el área que comanda Alicia Kirchner baja fondos a los intendentes para que estos, a su vez, deriven la inversión a cooperativas locales. Su trabajo es realizar obras menores y no calificadas, como ser el barrido de calles, arreglo de plazas o hasta recolección de basura.

La Política Online viene denunciando la situación que se dio en Almirante Brown, donde un funcionario del intendente Darío Giustozzi tuvo que renunciar por el manejo de estos planes –ver notas adjuntas-.

El círculo vicioso

Básicamente, lo que hacían era entregar el trabajo a una cooperativa a dedo, previo acuerdo con un puntero kirchnerista y fiel. La remuneración pautada para cada trabajador de la cooperativa social era de 800 pesos. Cómo de esa plata se quedaba un “peaje” el puntero en cuestión, empezó a generarse un fuerte malestar en los cooperativistas, que se cansaban y abandonaban las obras.

Cuando la municipalidad enviaba un inspector para verificar el fin de obra y así poder pagarle a la cooperativa, se anoticiaba de que la obra no se había terminado. Ahí venía el acuerdo: el funcionario en cuestión entregaba el certificado de obra a cambio de un “retorno” del dinero que debía cobrar la cooperativa. El pago con “mano de obra” que deberían dar las cooperativas es mandar a su tropa a los actos kirchneristas para la pelea por la sucesión de Cristina. Todo, mientras un amplio grupo de agrupaciones piqueteras “alineadas” ya mueven sus piezas y organizan un acto para el lanzamiento oficial de Kirchner 2011. Una jugada típica del clientelismo del PJ bonaerense con los pobres.

“Lo que sospechamos es que hay un acuerdo político del gobierno de Kirchner con los intendentes y los piqueteros alineados de cara al 2011. Son 1.500 millones para cooperativas que, como dicen, nunca terminan los trabajos pero la plata les llega igual. Otra parte, va a los intendentes. Ahí cierra el círculo”, pensó en voz alta una fuente bonaerense que investiga este círculo perverso.

La previa al plan de Cristina fue el PRIST, que según fuentes piqueteros consultadas por La Política Online manejó personalmente Emilio Pérsico, que en los papeles ocupa el cargo de subsecretario de Comercialización de la Economía Social dentro del Ministerio de Desarrollo Social, pero que en el terreno real es el nexo directo del gobierno con los movimientos sociales que aún siguen encolumnados detrás de la figura de Néstor Kirchner.

Pérsico, el motor

Este medio dialogó con voceros del Frente Darío Santillán, uno de los que ayer marchó en la ciudad denunciando esta situación y que ya vivió en carne propia “la experiencia de acercarnos a algún municipio con algún plan de trabajo y ver cómo los punteros bajan con los camiones y te pasan por encima”

“Antes del anuncio de Cristina se lanzó una prueba piloto que se llamó PRIST (Programa Ingreso Social con Trabajo), que estuvo a cargo de Pérsico. En Ezeiza nosotros conseguimos algún trabajo. Cuando charlamos con Pérsico él nos decía: `Vamos a saltearnos los municipios, hablen directamente conmigo´”, comentó la fuente piquetera. Esto fue hace dos meses.

Pero después del anuncio de los 1.500 millones, el PRIST dejó de depender directamente de Pérsico, sino que se empezó a girar a los municipios.

Con las intendencias como “filtro”, se empezó a preparar el terreno para la llegada del proyecto de Cristina, anunciado con bombos y platillos cuando el mismísimo Vaticano ponía el ojo en la desigualdad y la pobreza en la Argentina. Claro que Pérsico no quedó afuera del programa: lo relegaron al monitoreo de algunos municipios, como Almirante Brown o Lomas de Zamora, donde a su vez delegó esa función en su número dos en el Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro.

Ahí cambió la lógica. Si antes había que hablar con Pérsico para conseguir trabajos para las cooperativas, ahora las adjudicaciones pasaron a depender directamente de cada Municipalidad. Pero una cosa se mantuvo constante: las agrupaciones beneficiadas con los planes en cuestión fueron las que Pérsico acercaba.

Por eso, en Almirante Brown, el funcionario que debió dejar su cargo por estos manejos turbios respondía directamente a Pérsico, mientras que en Lomas todas las miradas apuntan a Navarro, diputado provincial del kirchnerismo. Este medio se comunicó brevemente con el funcionario y líder del Movimiento Evita, quien pidió una comunicación más tarde. No volvió a atender los llamados.

A los casos del Almirante Brown y Lomas de Zamora, otras fuentes sociales sumaron el caso de Presidente Perón. “En Guernica quisimos conseguir algún trabajo, pero no nos dejaron ni pisar”, explicaron a La Política Online desde ese distrito, subrayando que allí el intendente, Aníbal Regueiro, es la mano derecha de Oscar Rodríguez, ex jefe de la SIDE. “Es la derecha más nefasta”, cerró el vocero consultado con un alto grado de indignación.