El Gobierno ahora va por la fusión Cablevisión-Multicanal

Posee dos herramientas para quitarle las empresas. Por un lado, la ley de Radiodifusión que impulsa el kirchnerismo obliga a Clarín a desprenderse de muchas empresas. Pero también hay un camino más directo, pese al fallo de la Corte, el Comfer puede impugnar la fusión.
Luego de quitarle el monopolio del fútbol, el Gobierno va por más de los negocios que fortalecieron –y aún lo hacen- del grupo Clarín. El próximo paso es anular la fusión Cablevisión-Multicanal, que concentra el 80% de los abonados en la Ciudad de Buenos Aires y el 48% de todo el país.

Para lograrlo tiene dos caminos. Vía la nueva ley de Radiodifusión que impulsa el Gobierno ahora en el Congreso o a través de un mecanismo meramente administrativo, una resolución del Comfer.

El camino de la ley

En el proyecto de ley de Radiodifusión que Cristina Kirchner envió ayer al Congreso, entre otras cosas, se limita el acceso a las licencias de radio y televisión.

Según explicó hoy el diario Crítica de la Argentina, hasta ahora, una sola persona podía tener hasta 24 licencias de televisión abierta y radio y no había ningún límite para las de servicios complementarios como el cable.

Pero con la nueva regulación que pretende el kirchnerismo, el tope será de 10 licencias para televisión abierta y radio. Además, quien tenga televisión abierta no podrá tener cable y ningún prestador estará habilitado para tener más del 35% del mercado.

Es decir que, si se sanciona la ley, el grupo Clarín no podrían mantener el emporio Cablevisión- Multicanal. Y seguramente complique la situación, también del holding, Vila-Manzano, del cual en algunos casos participa también Francisco de Narváez.

Pero eso no es todo. El matutino informa que con el objetivo de ampliar la heterogeneidad en la producción de contenidos, el proyecto establece que los operadores de cable sólo pueden tener una señal propia.

Es decir, acepta que el negocio de los servicios de suscripción pueda dividirse en tres operadores principales, pero no así los contenidos. O sea, Clarín debería elegir si quiere quedarse con TN o con Volver o con algunas de todas las señales que tiene en el aire de la televisión privada.

El problema se complejiza aún más, dice el diario, si se toma en cuenta que de querer continuar con el negocio del cable, no podría hacerlo con el de la televisión abierta. Es decir. O canal 13 o Multicanal. Los dos juntos sería ilegal.

Pero el Gobierno tiene otra herramienta para anular esa fusión sin esperar a que se sancione la ley de Radiodifusión. Una administrativa que podría traerle menos dolores de cabeza y se podría llevar a cabo mucho más rápido. Su as en la manga es el Comfer.

La vía administrativa

El titular del Comfer, Gabriel Mariotto, todavía tiene que habilitar la fusión Cablevisión-Multicanal.

Si bien la Corte Suprema dejó firme el martes pasado la homologación del Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) de Cablevisión, que posibilitó la fusión, ese fallo sólo se refiere a la antes cuestionada figura contable legal APE. Pero nada más.

Lo cierto es que el Comfer nunca dio su conformidad para que la empresa comience a actuar como licenciataria de radiodifusión.

Según el Crítica de la Argentina, desde el Poder Ejecutivo argumentan que el decreto Nº 1.005 de 1999 establece que las empresas que se fusionan pueden notificar la operación hasta 180 días después de su realización. Y recién entonces, con el hecho consumado, los funcionarios comienzan a evaluar los antecedentes de los actores. Por eso, una operación no está autorizada hasta que pase por la órbita del Comfer.

Desde 1996, entre Cablevisión y Multicanal compraron alrededor de 300 licencias de cableoperadores del interior del país.

Antes de decidir sobre la fusión, el Comfer debería revisar quiénes son los licenciatarios que intervinieron en la operación y cuántas licencias tiene cada uno.

Su titular, Gabriel Mariotto, tiene preparados los fundamentos jurídicos de la impugnación desde el invierno pasado. Y ahora que el enfrentamiento entre el matrimonio presidencial y el holding parece no tener retorno, aquel trabajo se encamina a cumplir con su destino. Si los Kirchner deciden avanzar en ese terreno, le habrán propinado al grupo un golpe muchísimo más duro que el de haberle arrebatado los derechos de transmisión del fútbol.

El golpe económico

El matutino advierte que desde el sector estiman que la facturación del cable representa más del 50% de las ganancias anuales de Clarín.

Pero el golpe es más furtivo si se tiene en cuenta que el cable es la caja que le da liquidez al grupo.

A diferencia del canal de aire –donde a principio de mes cobra las facturas- con la televisión paga, gracias al mecanismo de cobro escalonado, el multimedia recibe todos los días miles de pesos en efectivo.